"Al menos 860.000 mujeres, pero también hombres, fueron violados por soldados aliados al final de la guerra y antes del periodo de posguerra. Eso se produjo en todas partes", escribe la historiadora Miriam Gebhardt en su libro "Als die Soldaten kamen" (Cuando llegaron los soldados).
Publicada en marzo, la obra ha tenido un fuerte eco en Alemania, donde estas violaciones a gran escala eran conocidas, pero atribuidas casi exclusivamente a los soldados soviéticos.
Y aunque las violaciones de francesas cometidas por los soldados estadounidenses tras el desembarco de Normandía en junio de 1944 habían sido documentadas, en términos generales los Aliados occidentales - norteamericanos, franceses y británicos - mantenían su aura de prestigio intachable, vencedores frente a la barbarie nazi.
Por el contrario, estaba muy extendida en Alemania la imagen de las tropas de Stalin afluyendo en abril de 1945 en Berlín y abalanzándose sobre mujeres reducidas a objetos sexuales, explica en una conferencia en la capital alemana Gebhardt, docente en la Universidad de Constanza (sur).
"Lo que no sabíamos era que en otras partes de Alemania, los otros soldados aliados también violaron, de forma similar, a alemanas", afirma esta docente, cuya investigación se basa en archivos inéditos (documentos militares, testimonios de sacerdotes, peticiones de aborto...)
Debido a una administración reducida a cenizas en esa época y al silencio de muchas víctimas, los documentos fueron difíciles de encontrar, confía Gebhardt, que se apoyó sobre todo en unos 500 informes de curas bávaros dirigidos al obispo de Múnich (sur).
En estos se describen las agresiones de soldados estadounidenses y "ocasionalmente" de franceses: violaciones, a menudo en grupo, "en casi todas las aldeas".
Los religiosos denuncian una "caza de mujeres y chicas", violadas y a veces asesinadas, como el ejemplo de una muniquesa, "acosada y luego abatida" en plena calle por los estadounidenses.
Según los cálculos de Gebhardt, de las 860.000 alemanas violadas, "alrededor de un tercio" (270.000) lo fueron por soldados occidentales: 190.000 por estadounidenses, 50.000 por franceses y 30.000 por británicos.
De su lado, los soviéticos habrían cometido al menos 590.000 violaciones. Hasta ahora, se estimaba este número de víctimas entre uno y dos millones.
El diario conservador Die Welt juzga estos cálculos demasiado vagos, y asegura que "no convencen".
La historiadora reconoce que son una estimación, tal vez a la baja, y dice que está "preparada" para que le propongan otras cifras.
- ¿El final de un tabú? -
En un país poco inclinado a recrearse en su sufrimiento y que cultiva escrupulosamente su conciencia sobre los crímenes nazis, el libro ha tenido un recibimiento favorable. La prensa se felicita de que 70 años después, se haya roto un tabú.
"La época actual parece ser lo suficientemente madura para esta investigación", estima el diario de izquierdas Tageszeitung, mientras que para el semanario Focus, el libro "pone fin a los prejuicios" y constituye un "profundo análisis de acontecimientos (...) cuyas sombras se extienden hasta hoy en día"
Algunas de las víctimas se suicidaron o trataron de hacerlo, y "muchas (...) se callaron al sentirse avergonzadas", recuerda Gebhardt.
Y si bien la jerarquía militar castigó muchas de estas violaciones, algunas veces severamente (penas de muerte, campos de trabajo...) no hay ningún reconocimiento o disculpas oficiales por estos crímenes, lamenta.
Actualmente "todavía hay personas que viven o son tratadas en establecimientos especializados, porque siguen traumatizadas (...) Creo que es importante poner su historia sobre la mesa y hablar de ello", afirma Gebhardt.
Desde la publicación de su obra "muchos allegados o descendientes (...) me escriben porque creen que algo le pasó a su madre o abuela", confía.