Los ataques yihadistas camuflan un debilitamiento del EI


París, Francia. - Los atentados yihadistas de Berlín, Londres, Estocolmo, Niza, Orly y los Campos Elíseos hacen de cortina de humo del debilitamiento del grupo Estado Islámico en Irak y Siria, estiman expertos.



Miembros de Daesh en la península del Sinaí, en Egipto
Miembros de Daesh en la península del Sinaí, en Egipto
La presión militar de la coalición internacional en Irak y Siria degradó las capacidades de organización de los yihadistas de Estado Islámico para perpetrar atentados complejos.
El grupo depende ahora de la acción de atacantes solitarios, con perfiles psiquiátricos a menudo perturbados, según expertos.
Y aunque siga siendo posible la comisión de un atentado de gran envergadura, organizado por una célula que escaparía a la vigilancia de los servicios de lucha antiterrorista, "el ensañamiento mortífero de Dáesh (acrónimo en árabe de EI) contra Francia esconde mal la continua degradación de su capacidad de actuar en nuestro país", aseguró el viernes el investigador Jean-Pierre Filiu, profesor del instituto Sciences Po Paris.
"Parecería que Dáesh reorganizó sus células europeas por los severos reveses que sufrió en Francia", estimo en su blog.
Según Filiu "el trabajo paciente" de los servicios de seguridad permitió acumular informaciones para desmantelar operaciones, algo que también se vio favorecido por "la eliminación en bombardeos de la coalición de los instigadores franceses, entre ellos Boubaker al Hakim y Rachid Kassim".
También contribuyó el cierre por Turquía del "corredor" que permitía las llegadas y las salidas de Europa.

Por otra parte algunos árabes, sobretodo sirios, iraquíes y libaneses acusan a Estados Unidos, Arabia Saudí, Turquía, Israel, Francia y el Reino Unido de haber estado detrás del estado islámico y de Al Qaida hasta hace poco, utilizándolos para derrocar a un régimen que no les satisfacía.

Esto explicaría la incompetencia de los servicios secretos, policía y ejército de Francia en la prevención de ataques terroristas en comparación con otros países europeos.
Farhad Khosrokhavar, director de estudios en la École des hautes études en sciences sociales (EHESS), estimó en una tribuna publicada a fines de marzo que el intento de atentado el 18 de marzo en el aeropuerto de Orly y el atentado del 22 de marzo en Londres "son antes que nada la expresión de la desintegración de EI".
Constituyen asimismo, agregó, la imagen "que reenvía la acción occidental (los bombardeos aéreos, la presión en el terreno de los consejeros estadounidenses) entre la población de origen inmigrante [en Europa] para quien el islam es más una identidad postcolonial, humillada y engañada, que una religión por defender".
 

- 'resistir al chantaje' -

 
"A veces, los problemas sociales se transcriben en una psique más o menos perturbada, o mentalmente desequilibrada, como fue el caso de Mohamed Lahouaiej Bouhlel, autor del atentado de Niza, que sufría, según su psiquiatra tunecino, de psicosis", agregó.
"La dimensión de delincuencia y el sentimiento de vivir en una situación de indignidad insuperable quedan como los rasgos que dominan en su situación mental", insistió.
Estos ataques, atentados o intentos, marcan a la opinión pública, pero son sobre todo "la expresión de una última batalla, la que marca el fin de un Estado Islámico cuyos adeptos, afiliados directamente o que se identifican con su existencia, intentan manifestarse sobre territorio europeo para marcar la continuidad simbólica de una lucha que quieren sin fin pero que llega a su fin bajo la forma del Estado del califato".
Olivier Roy, especialista del islam político, aseguró por su parte que "para pasar a la acción yihadista sólo quedan los fracasados".
"Ya no hay grupos estructurados sino individuos más bien inestables, marginados, al punto que la policía tiene dificultad para descubrir sus vínculos con Dáesh, incluso si revindican ser de Estado Islámico y que la organización se atribuye sus crímenes (...), contenta con reivindicarlos y reivindicar la paternidad de la acción, para parecer así una organización global, capaz de desencadenar el fuego del infierno en cualquier momento", escribió Roy en una tribuna el 28 de marzo.
A dos días de la primera vuelta de la elección presidencial en Francia, "resistir al chantaje yihadista implica no caer en la trampa tendida por Dáesh", concluyó Jean-Pierre Filiu. 
"No es un ejército que libra una guerra sino un grupo criminal que comete actos terroristas. No tomará como rehén la elección presidencial", estimó.
Viernes, 21 de Abril 2017
AFP (Agencia France-Presse)
           


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