Se trata del 9º y 10º satélite de la constelación Galileo, que contará con 30 de aquí al 2020.
"La misión fue un éxito", declaró Stéphane Israel, presidente ejecutivo de Arianespace.
El cohete Soyuz había despegado del puerto espacial de Kurú, en la Guayana francesa, el jueves a las 23H08, hora local (02H08 GMT del viernes).
Todo funcionó como estaba previsto y Fregat, el piso superior del cohete, lanzó los satélites a la órbita, a una altitud de 23.500 km, al término de un periplo de un viaje de 3 horas y 48 minutos.
"El ritmo de despliegue de la constelación Galileo se acelera", estimó Jan Woerner, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), citado en un comunicado.
"Con el aumento constante del número de satélites en órbita y la implantación de nuevas estaciones en el suelo en todo el mundo, Galileo tendrá pronto una cobertura mundial. Se acerca el día en que Galileo alcanzará su capacidad operacional completa, y será un gran día para Europa", añadió.
Como lo hace actualmente el GPS estadounidense utilizado en todo el mundo, Galileo permitirá a los usuarios en Tierra orientarse con precisión en el espacio en cada instante.
Según los europeos, su sistema -cuando funcione- será más preciso que el GPS y reducirá la dependencia de Europa con relación al dispositivo norteamericano.