"La decisión de acoger la CAN en estos plazos, lo encuentro poco responsable, no deberíamos haber aceptado. Hacía falta un poco más de prudencia: dudo de la capacidad organizativa del país y del ébola", declaró a la AFP Alfredo Okenvo, dirigente asociativo en Bata, la segunda ciudad de Guinea Ecuatorial, contactado por teléfono desde Malabo, la capital de este pequeño país del África Central.
Tras la renuncia de Marruecos a organizar el torneo por temor a la epidemia del Ébola que afecta a algunos países del África Occidental, la Confederación Africana de Fútbol (CAF) anunció la precipitada elección de Guinea Ecuatorial como sustituto del reino alauí como sede del mayor torneo continental de fútbol, apenas dos meses antes de su inicio previsto.
- Ébola contra divisas -
"La decisión de Marruecos, que nos supera en materia de infraestructuras de fútbol y de sanidad, fue prudente y responsable, mientras que Guinea ya tiene la CAN, pero no sé si se ha contactado con países avanzados en medicina", se interrogó Okenvo.
Pero no todos opinan como él. Agnès Esidang, comerciante en Malabo, se felicita: "La CAN aquí es una buena noticia, porque quiere decir que llegarán hinchas y los que tenemos bares tendremos muchos clientes".
El debate está en las calles y en el se contraponen los temores al ébola con los ingresos financieros que comportará la organización del torneo. Y también con el orgullo nacional.
Hace menos de dos décadas, antes del descubrimiento de yacimientos petrolíferos en su subsuelo, Guinea Ecuatorial era un país mísero, con una historia manchada de sangre y era visto con recelo por sus vecinos.
Y los 'Ecuatos', como se conocían a sus habitantes por parte de sus vecinos, se veían obligados a emigrar para sobrevivir con trabajos poco cualificados, sobre todo a Gabón y Camerún.
- Revancha a la historia -
Organizar en solitario la CAN, ya fue sede en 2012 pero compartiendo la organización con Gabón, supone para los ecuatoguineanos una especie de revancha con la historia. A pesar de las dudas.
"No estoy de acuerdo, la CAN funciona con mucha gente y aún hay ébola. Yo tengo niños y una familia", declaró Brigida Bidang, joven enfermera y madre de dos niños.
Para Agustín Masoko Abegue, portavoz del Congreso Nacional de Guinea Ecuatorial (oposición) "esta decisión ha sido tomada a la ligera".
"Marruecos ha visto las consecuencias (...) Creo que no deberíamos haber aceptado albergar esta CAN, pero si ya lo hemos aceptado, la decisión ya no tiene vuelta atrás. Ya conocemos a los responsables de lo que pueda ocurrir en el futuro", advirtió.
Aquellos que apoyan el régimen de Teodoro Obiang Nguema, defienden la decisión de las autoridades del país. "Felicito al presidente por la decisión de acoger la CAN. La CAF se encontró en una situación delicada tras la renuncia de Marruecos. Me enorgullezco de la decisión de Guinea Ecuatorial y felicito y aliento al entorno del presidente ecuatoguineano a mantener el impulso de la solidaridad africana que propugnamos", dijo el presidente del Foro del Renacimiento Africano (FORA)Souleymane Anta Ndiaye.
Este responsable hace suyos los argumentos de un régimen denunciado con regularidad por las organizaciones pro derechos humanos por la violenta represión de los movimientos de oposición y de la prensa del país.