Con palas mecánicas y excavadoras, los peshmergas aprovechan los últimos rayos de sol del día para reforzar esta nueva barrera a unos 60 km al oeste de su capital regional, Erbil.
Los kurdos, involucrados en la lucha contra los yihadistas en Irak desde 2014, participan desde el 17 de octubre en una ofensiva para arrebatar al grupo Estado Islámico (EI) su bastión de Mosul, al noroeste de Erbil.
En los combates contra los yihadistas, los kurdos conquistaron terreno en el norte de Irak y, recientemente, varios pueblos y ciudades cerca de Mosul, como Bashiqa.
No parece que vayan a renunciar a estos territorios cuando haya terminado la batalla, pese a no encontrarse dentro de las fronteras del Kurdistán iraquí.
"Si los peshmergas entran en una zona y la liberan, ésta se quedará (en manos) de los peshmergas", afirmó un comandante kurdo, el general Jammal Weis. Una posición que hace vislumbrar tensiones con Bagdad y con el Estado federal iraquí.
Desde el pueblo de Shaquli, varios periodistas de la AFP han recorrido en coche la barrera de tierra a lo largo de una veintena de kilómetros. Se prolonga más allá, hacia el noroeste, lejos de Bashiqa.
Las apisonadoras allanan el terreno para eventualmente construir una carretera que comunique con otras localidades controladas por el EI.
Y eso que, al comienzo de la semana, los peshmergas afirmaron, tras apoderarse de Bashiqa, que habían conseguido su objetivo en la batalla de Mosul.
"Según el plan concluido con el gobierno, los peshmergas cumplieron todos los objetivos fijados", afirma Jabar Yawar, secretario general del ministerio de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Lo mismo ha constatado un comandante militar kurdo, general Aziz Weis. "Todas las zonas definidas como blancos están tomadas".
En cuanto a la nueva barrera de tierra, Yawar afirma que tiene por objetivo proteger a las fuerzas kurdas contra posibles ataques suicidas del EI.
"No estamos delimitando fronteras geográficas. Esta barrera de tierra tiene por objetivo proteger a los peshmergas de futuras operaciones de Dáesh", dijo.
Pero, según expertos, la construcción de esta barrera, al igual que la presencia de peshmergas en Bashiqa o en la provincia petrolera de Kirkuk (norte), podría presagiar objetivos territoriales a más largo plazo.
Las líneas defensivas de los peshmergas pueden justificarse por los ataques del EI "pero también son indicadores de una nueva realidad en Irak: el gobierno del Kurdistán ha extendido de facto su control sobre zonas más extensas de territorio de las que poseía", afirma Patrick Martin, del Institute for the Study of War en Washington.
Según Martin, el gobierno kurdo se esforzará en "integrar estas zonas en la región del Kurdistán iraquí". "Lo interesante sobre la barrera es que es nueva, geográficamente hablando, y al mismo tiempo el producto de años de influencia informal del gobierno kurdo en estas zonas", recuerda Nate Rosenblatt, investigador de la universidad británica de Oxford.
Según él, los peshmergas "impondrán controles estrictos a las personas que se desplacen de Mosul hacia Bashiqa y en las zonas de los alrededores en el futuro".
El jueves ya había controles en el lugar donde comienza la barrera de tierra, con un retén en la carretera que va del oeste de Erbil hacia Mosul.
El primer control del ejército iraquí se halla a cientos de metros más al oeste, y las dos posiciones operan como pasos fronterizos.
Los peshmergas inspeccionaban camiones cargados de personas que huían de los suburbios de Mosul hacia los campamentos de desplazados en el Kurdistán.
También examinaban los permisos que autorizan a civiles desplazados en las zonas kurdas dirigirse hacia el oeste para constatar el estado de sus casas en las aldeas controladas por las fuerzas de Bagdad.
Los kurdos, involucrados en la lucha contra los yihadistas en Irak desde 2014, participan desde el 17 de octubre en una ofensiva para arrebatar al grupo Estado Islámico (EI) su bastión de Mosul, al noroeste de Erbil.
En los combates contra los yihadistas, los kurdos conquistaron terreno en el norte de Irak y, recientemente, varios pueblos y ciudades cerca de Mosul, como Bashiqa.
No parece que vayan a renunciar a estos territorios cuando haya terminado la batalla, pese a no encontrarse dentro de las fronteras del Kurdistán iraquí.
"Si los peshmergas entran en una zona y la liberan, ésta se quedará (en manos) de los peshmergas", afirmó un comandante kurdo, el general Jammal Weis. Una posición que hace vislumbrar tensiones con Bagdad y con el Estado federal iraquí.
Desde el pueblo de Shaquli, varios periodistas de la AFP han recorrido en coche la barrera de tierra a lo largo de una veintena de kilómetros. Se prolonga más allá, hacia el noroeste, lejos de Bashiqa.
- 'Una nueva realidad' -
Las apisonadoras allanan el terreno para eventualmente construir una carretera que comunique con otras localidades controladas por el EI.
Y eso que, al comienzo de la semana, los peshmergas afirmaron, tras apoderarse de Bashiqa, que habían conseguido su objetivo en la batalla de Mosul.
"Según el plan concluido con el gobierno, los peshmergas cumplieron todos los objetivos fijados", afirma Jabar Yawar, secretario general del ministerio de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Lo mismo ha constatado un comandante militar kurdo, general Aziz Weis. "Todas las zonas definidas como blancos están tomadas".
En cuanto a la nueva barrera de tierra, Yawar afirma que tiene por objetivo proteger a las fuerzas kurdas contra posibles ataques suicidas del EI.
"No estamos delimitando fronteras geográficas. Esta barrera de tierra tiene por objetivo proteger a los peshmergas de futuras operaciones de Dáesh", dijo.
Pero, según expertos, la construcción de esta barrera, al igual que la presencia de peshmergas en Bashiqa o en la provincia petrolera de Kirkuk (norte), podría presagiar objetivos territoriales a más largo plazo.
Las líneas defensivas de los peshmergas pueden justificarse por los ataques del EI "pero también son indicadores de una nueva realidad en Irak: el gobierno del Kurdistán ha extendido de facto su control sobre zonas más extensas de territorio de las que poseía", afirma Patrick Martin, del Institute for the Study of War en Washington.
- Barrera de facto -
Según Martin, el gobierno kurdo se esforzará en "integrar estas zonas en la región del Kurdistán iraquí". "Lo interesante sobre la barrera es que es nueva, geográficamente hablando, y al mismo tiempo el producto de años de influencia informal del gobierno kurdo en estas zonas", recuerda Nate Rosenblatt, investigador de la universidad británica de Oxford.
Según él, los peshmergas "impondrán controles estrictos a las personas que se desplacen de Mosul hacia Bashiqa y en las zonas de los alrededores en el futuro".
El jueves ya había controles en el lugar donde comienza la barrera de tierra, con un retén en la carretera que va del oeste de Erbil hacia Mosul.
El primer control del ejército iraquí se halla a cientos de metros más al oeste, y las dos posiciones operan como pasos fronterizos.
Los peshmergas inspeccionaban camiones cargados de personas que huían de los suburbios de Mosul hacia los campamentos de desplazados en el Kurdistán.
También examinaban los permisos que autorizan a civiles desplazados en las zonas kurdas dirigirse hacia el oeste para constatar el estado de sus casas en las aldeas controladas por las fuerzas de Bagdad.