Así pudieron observar que los animales mostraban más expresiones faciales, especialmente la mirada con las cejas levantadas, cuando tenían la atención directa de una persona. Este tipo de expresiones podrían constituir intentos de comunicación conscientes, según los investigadores.
Casi todos los mamíferos utilizan diferentes expresiones faciales. Hasta ahora, se suponía que la mímica animal -independientemente de su expresividad- era una muestra involuntaria del estado emocional, y no un intento deliberado de comunicación. Tan solo en primates como los orangutanes se había observado que la mímica se veía influenciada por la presencia de público.
El equipo de Kaminski analizó si las expresiones de los perros domésticos depende de la atención de un ser humano. Para ello, los investigadores observaron a los perros en cuatro situaciones diferentes: por un lado una persona se inclinaba sobre ellos con y sin comida y por otro les volvía la espada con y sin comida. En todas las situaciones se grabó la expresión facial de los perros.
Los investigadores comprobaron que los animales mostraron muchas más expresiones faciales cuando una persona se dirigía a ellos y sorprendentemente la presencia o no de comida no jugó ningún papel.
"Por lo tanto, podemos suponer que la producción de expresiones faciales en perros depende de la atención de su público y no de si el perro está simplemente emocionado", dijo Kamininski, según un comunicado de la universidad. El estudio sugiere que la mímica representa un intento de comunicación activo y no simplemente una muestra emocional.
En un trabajo anterior, Kamininski ya probó que los perros reconocen lo atentas que están las personas de ellos. Así, intentan robar comida más a menudo cuando la persona se gira o cierra los ojos. Otras investigaciones probaron que los perros pueden interpretar emociones humanas a partir de expresiones faciales o con sonidos.
Sin embargo, los autores del nuevo estudio destacan que pese a estas observaciones, no se puede decir con total certeza que los perros realmente comprenden las perspectivas individuales de la persona que tienen delante. Por el contrario, podría tratarse simplemente de un comportamiento aprendido.
Casi todos los mamíferos utilizan diferentes expresiones faciales. Hasta ahora, se suponía que la mímica animal -independientemente de su expresividad- era una muestra involuntaria del estado emocional, y no un intento deliberado de comunicación. Tan solo en primates como los orangutanes se había observado que la mímica se veía influenciada por la presencia de público.
El equipo de Kaminski analizó si las expresiones de los perros domésticos depende de la atención de un ser humano. Para ello, los investigadores observaron a los perros en cuatro situaciones diferentes: por un lado una persona se inclinaba sobre ellos con y sin comida y por otro les volvía la espada con y sin comida. En todas las situaciones se grabó la expresión facial de los perros.
Los investigadores comprobaron que los animales mostraron muchas más expresiones faciales cuando una persona se dirigía a ellos y sorprendentemente la presencia o no de comida no jugó ningún papel.
"Por lo tanto, podemos suponer que la producción de expresiones faciales en perros depende de la atención de su público y no de si el perro está simplemente emocionado", dijo Kamininski, según un comunicado de la universidad. El estudio sugiere que la mímica representa un intento de comunicación activo y no simplemente una muestra emocional.
En un trabajo anterior, Kamininski ya probó que los perros reconocen lo atentas que están las personas de ellos. Así, intentan robar comida más a menudo cuando la persona se gira o cierra los ojos. Otras investigaciones probaron que los perros pueden interpretar emociones humanas a partir de expresiones faciales o con sonidos.
Sin embargo, los autores del nuevo estudio destacan que pese a estas observaciones, no se puede decir con total certeza que los perros realmente comprenden las perspectivas individuales de la persona que tienen delante. Por el contrario, podría tratarse simplemente de un comportamiento aprendido.