Cerca de 200.000 personas viven en los barrios del este de la segunda ciudad siria, una de los puntos estratégicos del conflicto, ubicada al norte del país, dividida desde 2012 entre la zona oriental controlada por los rebeldes y la occidental, en manos del régimen.
Las tropas del gobierno avanzan en un intento por cortar totalmente las rutas de aprovisionamiento y allanar el camino para retomar la ciudad.
Los rebeldes lanzaron el sábado una contraofensiva para reabrir la ruta de Castello, cortada el jueves por las tropas del gobierno, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Al menos 29 rebeldes del los grupos islamistas Faylaq al Sham y Al Nosra, la rama siria de Al Qaida, murieron cuando intentaban reabrir la llamada carretera Castello. Según el OSDH, entre los fallecidos también hay miembros de las fuerzas progubernamentales.
"El ataque ha terminado y la carretera sigue completamente cerrada", dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
- Temores entre los civiles -
Estos combates se producen después de que el sábado el gobierno sirio prolongara durante 72 horas más la tregua iniciada el miércoles.
El sábado, las fuerzas del régimen de Bashar al Asad lograron ubicarse a 500 metros de la ruta de Castello. Desde el jueves ya están posicionadas para vigilar este tramo de la carretera y pueden efectuar tiros contra las personas o los vehículos que transiten por la ruta, utilizada tanto por civiles como por los rebeldes.
Un periodista de la AFP señaló que los combatientes rebeldes intentaban disuadir a los civiles de utilizar esta vía, pese a que la localidad se encuentra aislada.
El domingo se registraban bombardeos en la zona, en la que el viernes murieron un hombre y sus dos hijos, indicó el OSDH.
Desde hace dos años, las fuerzas de Al Asad intentan cortar esta vía para aislar a los combatientes en Alepo, una de las posiciones clave del conflicto.
En la parte controlada por el gobierno, los habitantes expresaban su temor a las represalias de los rebeldes, especialmente después de que el viernes 41 personas murieron.
"Ya no salimos, pero incluso quedarse en casa se ha convertido en algo peligroso", afirmó Abdel Wahhab Qabani, un empleado de 25 años.
- Denuncia por la muerte de Marie Colvin -
En tanto, la familia de la periodista estadounidense, Marie Colvin, presentó una denuncia en Estados Unidos acusando al régimen de Al Asad de haber matado "deliberadamente y con premeditación" a la corresponsal en un bombardeo en Homs en 2012.
El ejército sirio logró interceptar las comunicaciones de la periodista del diario Sunday Times desde la zona sitiada del barrio Bab Amr para luego bombardear la zona donde se encontraba, estima la demanda.
El fotógrafo francés Rémi Ochli también murió en el bombardeo, ocurrido el 22 de febrero de 2012.
La guerra en Siria estalló en 2011 después de que algunos manifestantes dispararan a los soldados. Desde entonces ha dejado más de 280.000 muertos y millones de desplazados.