Las fuerzas de seguridad retomaron varias zonas del sur de la ciudad en las últimas dos semanas y ahora están atacando a los yihadistas en el barrio de Jbeil , indicó un coronel de policía.
"Las fuerzas antiterroristas y federales junto a la policía de Anbar [la provincia donde esta Faluya] continúan la operación para liberar Jbeil, en el sur de Faluya, y se enfrentan a la encarnizada resistencia de Dáesh", el acrónimo en árabe del EI, explicó.
Avanzando calle a calle, las fuerzas terrestres, con apoyo de bombardeos iraquíes y de la coalición liderada por Estados Unidos, alternan salvas de artillería con ataques con armas ligeras, a veces a muy pocos metros de los soldados del EI.
Un fotógrafo que trabajaba para las fuerzas de élite del ministerio del Interior iraquí murió cuando un mortero estalló en el barrio de Shuhada, que fue arrebatado al EI recientemente.
Un oficial de policía y un fotógrafo de la AFP confirmaron que Fadhil al Garaawi, de 45 años, figuraba entre los cuatro miembros de las fuerzas de seguridad que murieron en el incidente.
Faluya, una ciudad mediana densamente poblada a sólo 50 kilómetros al este de Bagdad, y Mosul son las dos principales ciudades en manos del EI en Irak. Fue aquí donde en 2004 Estados Unidos perdió un gran número de soldados.
En mayo, desoyendo la opinión de Estados Unidos de atacar primero Mosul, el gobierno iraquí del primer ministro Haider al Abadi lanzó una ofensiva contra Faluya.
Desde entonces el avance de las tropas progubernamentales ha sido lento porque los yihadistas consideran Faluya como uno de sus bastiones más emblemáticos y no están dispuestos a perderlo.
A pesar de que las tropas del El están en inferioridad numérica, el avance también se ha visto frenado por el uso sistemático de civiles como escudos humanos.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 48.000 personas han tenido que desplazarse desde que empezó la batalla hace tres semanas.
En su mayoría son personas que huían de la ofensiva del EI en la periferia de Faluya, pero en el centro todavía hay muchas personas atrapadas. El EI impide su huida con bombas junto a la carretera y hombres armados, que en los últimos días han matado a decenas de civiles.
La semana pasada el ejército de Irak abrió un corredor para facilitar el paso de los civiles que escapan, aunque algunos barrios siguen aislados.
El martes, un hombre murió y varios resultaron heridos por la explosión de un artefacto a pocos metros de este corredor, indicó el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
"Permítanme que sea absolutamente claro: no hay ningún medio seguro de salir de Faluya", advirtió en un comunicado Nasr Muflahi, responsable del NRC en Irak.
Muchos de los hombres que huyen de la ciudad están siendo registrados por las fuerzas progubernamentales y algunos de ellos han denunciado abusos y torturas.
En los campos de desplazados de Amriyat al Faluya, cerca de Faluya, varios hombres acusan a los milicianos chiitas (enfrentados a los sunitas, mayoritarios en la región y en el EI) de torturar a sospechosos.
"Esto es de tener las manos esposadas durante cuatro días sin tener nada de comer ni de beber", dice un hombre de 35 años enseñando las marcas en sus muñecas. "Cuando al final me lanzaron desde una camioneta en marcha estaba tan cansado que no sentí nada", explicó.
La oficina del primer ministro Haider al Abadi ha prometido investigar esas acusaciones.
Faluya y su región está mayoritariamente poblada por sunitas mientras que las fuerzas progubernamentales son mayoritariamente chiitas, con apoyo de Irán, lo que hace temer que se venguen de los civiles sunitas.
Varios hombres que aseguraron a la AFP haber presenciado torturas explicaron que los milicianos chiitas hablaron abiertamente de vengarse por la llamada masacre del campo de Speicher de junio de 2014, cuando cerca de 1.700 cadetes militares, en su mayoría chiitas, fueron ejecutados por el EI cerca de Tikrit.
Esta división es más abstracta que real, ya que chiíes y suníes conviven en Irak desde hace siglos y hay muchas familias mixtas, por lo que la mayoría de los iraquíes no atacan a nadie por su confesión religiosa.
Por otra parte, Polonia anunció el miércoles que enviará aviones F-16 y unos 200 soldados a Kuwait e Irak para combatir al EI, indicó Pawel Soloch, jefe del Consejo de Seguridad Nacional del presidente.
"Las fuerzas antiterroristas y federales junto a la policía de Anbar [la provincia donde esta Faluya] continúan la operación para liberar Jbeil, en el sur de Faluya, y se enfrentan a la encarnizada resistencia de Dáesh", el acrónimo en árabe del EI, explicó.
Avanzando calle a calle, las fuerzas terrestres, con apoyo de bombardeos iraquíes y de la coalición liderada por Estados Unidos, alternan salvas de artillería con ataques con armas ligeras, a veces a muy pocos metros de los soldados del EI.
Un fotógrafo que trabajaba para las fuerzas de élite del ministerio del Interior iraquí murió cuando un mortero estalló en el barrio de Shuhada, que fue arrebatado al EI recientemente.
Un oficial de policía y un fotógrafo de la AFP confirmaron que Fadhil al Garaawi, de 45 años, figuraba entre los cuatro miembros de las fuerzas de seguridad que murieron en el incidente.
Faluya, una ciudad mediana densamente poblada a sólo 50 kilómetros al este de Bagdad, y Mosul son las dos principales ciudades en manos del EI en Irak. Fue aquí donde en 2004 Estados Unidos perdió un gran número de soldados.
En mayo, desoyendo la opinión de Estados Unidos de atacar primero Mosul, el gobierno iraquí del primer ministro Haider al Abadi lanzó una ofensiva contra Faluya.
Desde entonces el avance de las tropas progubernamentales ha sido lento porque los yihadistas consideran Faluya como uno de sus bastiones más emblemáticos y no están dispuestos a perderlo.
A pesar de que las tropas del El están en inferioridad numérica, el avance también se ha visto frenado por el uso sistemático de civiles como escudos humanos.
- Civiles aislados -
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 48.000 personas han tenido que desplazarse desde que empezó la batalla hace tres semanas.
En su mayoría son personas que huían de la ofensiva del EI en la periferia de Faluya, pero en el centro todavía hay muchas personas atrapadas. El EI impide su huida con bombas junto a la carretera y hombres armados, que en los últimos días han matado a decenas de civiles.
La semana pasada el ejército de Irak abrió un corredor para facilitar el paso de los civiles que escapan, aunque algunos barrios siguen aislados.
El martes, un hombre murió y varios resultaron heridos por la explosión de un artefacto a pocos metros de este corredor, indicó el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
"Permítanme que sea absolutamente claro: no hay ningún medio seguro de salir de Faluya", advirtió en un comunicado Nasr Muflahi, responsable del NRC en Irak.
Muchos de los hombres que huyen de la ciudad están siendo registrados por las fuerzas progubernamentales y algunos de ellos han denunciado abusos y torturas.
En los campos de desplazados de Amriyat al Faluya, cerca de Faluya, varios hombres acusan a los milicianos chiitas (enfrentados a los sunitas, mayoritarios en la región y en el EI) de torturar a sospechosos.
"Esto es de tener las manos esposadas durante cuatro días sin tener nada de comer ni de beber", dice un hombre de 35 años enseñando las marcas en sus muñecas. "Cuando al final me lanzaron desde una camioneta en marcha estaba tan cansado que no sentí nada", explicó.
La oficina del primer ministro Haider al Abadi ha prometido investigar esas acusaciones.
Faluya y su región está mayoritariamente poblada por sunitas mientras que las fuerzas progubernamentales son mayoritariamente chiitas, con apoyo de Irán, lo que hace temer que se venguen de los civiles sunitas.
Varios hombres que aseguraron a la AFP haber presenciado torturas explicaron que los milicianos chiitas hablaron abiertamente de vengarse por la llamada masacre del campo de Speicher de junio de 2014, cuando cerca de 1.700 cadetes militares, en su mayoría chiitas, fueron ejecutados por el EI cerca de Tikrit.
Esta división es más abstracta que real, ya que chiíes y suníes conviven en Irak desde hace siglos y hay muchas familias mixtas, por lo que la mayoría de los iraquíes no atacan a nadie por su confesión religiosa.
Por otra parte, Polonia anunció el miércoles que enviará aviones F-16 y unos 200 soldados a Kuwait e Irak para combatir al EI, indicó Pawel Soloch, jefe del Consejo de Seguridad Nacional del presidente.