El Plan de Preservación y Control de la Deforestación y los Incendios en el Cerrado (la sabana brasileña) es similar al que Brasil ya aprobó para la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, que ayudó a reducir el ritmo de deforestación del área en un 63% en los últimos años.
"El plan Cerrado, que integra acciones de nueve ministerios, tiene como objetivo contener la expansión del derrumbe de la sabana brasileña, que detenta 5% de la biodiversidad del planeta" y que es el segundo gran ecosistema del país detrás de la selva amazónica, informó el gobierno brasileño.
El Cerrado ocupa dos millones de km2 (equivalentes a casi cuatro veces la superficie de Francia), en nueve estados brasileños, y ya perdió 47% de su cobertura vegetal. Solo entre 2002 y 2008, esta sabana perdió 85.075 km2 (equivalente a más de dos veces el tamaño de Holanda).
En la cumbre del clima de la ONU, celebrada a finales de 2009, Brasil asumió el compromiso de reducir el 40% de las emisiones de gases con efecto invernadero provenientes de la deforestación de esas extensiones de sabana.
Se estima que la deforestación causa 20% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, uno de los factores que contribuyen al calentamiento global, al eliminar fuentes de fijación de carbono.
"Brasil ha hecho avances en la protección de su biodiversidad, pero todavía es insuficiente. Es positiva la reducción de la deforestación amazónica y la creación de áreas protegidas en la Amazonía, pero eso tiene que ocurrir en otros biomas, con la principal atención ahora para el Cerrado", declaró esta semana el responsable de Conservación de la ONG WWF en Brasil, Claudio Maretti.
"El plan Cerrado, que integra acciones de nueve ministerios, tiene como objetivo contener la expansión del derrumbe de la sabana brasileña, que detenta 5% de la biodiversidad del planeta" y que es el segundo gran ecosistema del país detrás de la selva amazónica, informó el gobierno brasileño.
El Cerrado ocupa dos millones de km2 (equivalentes a casi cuatro veces la superficie de Francia), en nueve estados brasileños, y ya perdió 47% de su cobertura vegetal. Solo entre 2002 y 2008, esta sabana perdió 85.075 km2 (equivalente a más de dos veces el tamaño de Holanda).
En la cumbre del clima de la ONU, celebrada a finales de 2009, Brasil asumió el compromiso de reducir el 40% de las emisiones de gases con efecto invernadero provenientes de la deforestación de esas extensiones de sabana.
Se estima que la deforestación causa 20% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, uno de los factores que contribuyen al calentamiento global, al eliminar fuentes de fijación de carbono.
"Brasil ha hecho avances en la protección de su biodiversidad, pero todavía es insuficiente. Es positiva la reducción de la deforestación amazónica y la creación de áreas protegidas en la Amazonía, pero eso tiene que ocurrir en otros biomas, con la principal atención ahora para el Cerrado", declaró esta semana el responsable de Conservación de la ONG WWF en Brasil, Claudio Maretti.