Las mujeres, agrupadas en la organización El Solecito, siguieron sus trabajos en un terreno localizado en la zona norte del puerto de Veracruz y donde en 2015 se encontraron cinco cadáveres decapitados.
"Entre lunes y martes se encontraron siete puntos con restos humanos y hoy (miércoles) se localizaron otros siete", dijo a la AFP una madre que participa en El Solecito que pidió no ser identificada por razones de seguridad.
En las primeras siete fosas se localizaron varios restos humanos desmembrados y, según un policía que apoya en los trabajos, se tenían reunidos los cuerpos de al menos dos personas.
Los trabajos se realizan con el apoyo de la Policía Científica y los restos humanos serán trasladados a Ciudad de México para ser sometidos a análisis genéticos para una posible identificación.
Otra integrante del colectivo comentó que los hallazgos de este miércoles "son estremecedores porque hay cuerpos sepultados cada dos metros, es un cementerio". No ofreció un estimado de cuántos cuerpos pueden estar enterrados.
El Solecito participa en el segundo periodo de la Brigada Nacional de Búsqueda y Localización, en el que participan distintos colectivos en diferentes estados del país.
La zona de Veracruz donde se realizan las búsquedas es escenario de disputas entre los cárteles de los Zetas y Jalisco Nueva Generación por el control de las rutas de las drogas y el robo de combustible.
Las fosas clandestinas para ocultar los restos de víctimas del crimen organizado se han multiplicado por todo México a la par de la ola de violencia.
Desde 2006, según cifras del gobierno federal, se han registrado más de 166.000 asesinatos y más de 27.000 están reportadas como desaparecidas, aunque las autoridades no especifican cuántos de estos crímenes están relacionados con el narcotráfico.
Uno de los casos que más indignación ha causado en Veracruz es la desaparición en enero pasado de cinco jóvenes, entre ellos una menor, que fueron detenidos por policías para luego ser entregados a narcotraficantes, quienes los habrían asesinado, incinerado y sus restos triturados en un molino.