"El mariscal Haftar visitó el portaviones ruso frente a Tobruk (este) para reunirse con una delegación militar rusa", indicó esta fuente, sin dar más detalles.
El ministerio ruso de Defensa confirmó la visita en un comunicado.
"El 11 de enero de 2017, el mariscal Jalifa Haftar visitó el portaviones Almirante Kuznetsov", donde se reunió con oficiales rusos y la tripulación y conversó por videoconferencia con el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, sobre la lucha antiterrorista en Oriente Medio, según el comunicado.
El mariscal Haftar, al frente del Ejército Nacional Libio (ENL, autoproclamado) viajó a Moscú a finales de noviembre para solicitar el levantamiento del embargo de armas, impuesto por la ONU en Libia.
Pesadilla de los islamistas, consiguió reconquistar una gran parte de la ciudad de Bengasi, cuna de la revolución libia en el este del país, que cayó en manos de los yihadistas en 2014.
Apoyado por el Parlamento electo y por un gobierno paralelo en el este del país, el mariscal Haftar le disputa el poder al gobierno de unidad nacional (GNA), con sede en Trípoli y respaldado por la ONU.
Excluido en los diálogos liderados por Naciones Unidas que condujeron a la formación del GNA hace algo menos de un año, Haftar se impuso como interlocutor imprescindible tras haberse hecho con el control de cuatro terminales petroleros en el este, desde donde se exporta la mayor parte del petróleo libio.
El mariscal, a quienes sus rivales acusan de querer instaurar un régimen militar en Libia, se beneficia del apoyo de países árabes como Egipto, Emiratos Árabes Unidos o Jordania.