Originalmente se trataba de un texto laborista exigiendo que el Parlamento pueda escrutar los planes del gobierno conservador, antes de que empiecen las negociaciones con Bruselas.
Pero el gobierno le adosó una enmienda exigiendo al Parlamento que no retrase la activación, prevista para marzo de 2017, del Artículo 50 del Tratado Europeo de Lisboa, la notificación oficial de la salida de la Unión Europea e inicio de dos años de negociaciones para ultimar los detalles de la futura relación.
El Parlamento aprobó la moción inicial por 461 a 89 votos, y la moción con la enmienda por 448 a 75.
"Cualquiera que vote contra la moción, estará tratando, en mi opinión, de boicotear el resultado del referéndum", dijo en el Parlamento el diputado conservador David Lidington, líder de la Cámara de los Comunes, que sustituyó este miércoles a May -de viaje- en la sesión semanal de preguntas al gobierno.
"Nuestra enmienda supone un importante desafío para quienes se sientan en la bancada de enfrente, que dijeron que respetarían el resultado del referéndum, pero cuyos actos sugieren que buscan cualquier oportunidad de boicotearlo", dijo en el debate David Davis, el ministro a cargo del Brexit, dirigiéndose a la oposición.
Es "una trampa", dijo el diputado laborista Ben Bradshaw. "No voy a votar activar el Artículo 50 en marzo cuando todavía no tenemos ni idea de qué clase de Brexit pretende el gobierno".
El gran debate en el Reino Unido es si hay que conservar el acceso al mercado único europeo, o dar prioridad al control de la llegada de ciudadanos europeos, dos pretensiones incompatibles en los tratados del bloque.
Los conservadores tienen mayoría absoluta en el Parlamento, y la potencial revuelta de sus diputados proeuropeos parece sofocada con la aceptación de May de informar al Parlamento, a juzgar por las declaraciones de la diputada eurófila Anna Soubry.
"Son muy buenas noticias, porque significa que el gobierno presta atención a todas las voces. Y además es una gran oportunidad para el gobierno de asegurarse de que el Parlamento inspecciona su plan, porque representa a todos los electores y todo el mundo debe tener voz en el debate sobre el mejor acuerdo para el Reino Unido".
Pese a las críticas de algunos diputados a la enmienda, Keir Starmer, el portavoz laborista para temas relacionados con la salida de la UE, aseguró que su partido votará a favor de la moción.
"El foco está ahora donde debe: en los términos de salida de la UE", explicó.
"El calendario propuesto en la enmienda del gobierno no es una sorpresa para nadie. El gobierno ha dicho reiteradamente que invocará el Artículo 50 a finales de marzo de 2017. Y el Partido Laborista ha asegurado reiteradamente que no obstaculizará o retrasará el proceso", añadió.
"En consecuencia", sentenció Stamer, "el Partido Laborista aceptará la enmienda del gobierno".
Todo ello ocurre mientras la Corte Suprema debate este miércoles, por tercer día, sobre si el gobierno está obligado a buscar la aprobación parlamentaria para salir de la Unión Europea, dado que el referéndum del 23 de junio no tenía carácter vinculante.
La moción y enmienda que se votará este miércoles serviría para poner coto a lo que el Parlamento puede hacer, en caso de que, como se prevé, la Corte Suprema dicte que el Parlamento tiene que aprobar el proceso de salida.
Como prueba de que los ánimos están caldeados, un hombre de 55 años fue detenido este miércoles por sus comentarios racistas sobre la persona que presentó la demanda para que el Parlamento tenga voz y voto en el Brexit, Gina Miller, una gestora de un fondo de inversiones de la City.
Pero el gobierno le adosó una enmienda exigiendo al Parlamento que no retrase la activación, prevista para marzo de 2017, del Artículo 50 del Tratado Europeo de Lisboa, la notificación oficial de la salida de la Unión Europea e inicio de dos años de negociaciones para ultimar los detalles de la futura relación.
El Parlamento aprobó la moción inicial por 461 a 89 votos, y la moción con la enmienda por 448 a 75.
"Cualquiera que vote contra la moción, estará tratando, en mi opinión, de boicotear el resultado del referéndum", dijo en el Parlamento el diputado conservador David Lidington, líder de la Cámara de los Comunes, que sustituyó este miércoles a May -de viaje- en la sesión semanal de preguntas al gobierno.
"Nuestra enmienda supone un importante desafío para quienes se sientan en la bancada de enfrente, que dijeron que respetarían el resultado del referéndum, pero cuyos actos sugieren que buscan cualquier oportunidad de boicotearlo", dijo en el debate David Davis, el ministro a cargo del Brexit, dirigiéndose a la oposición.
- "Una trampa" -
Es "una trampa", dijo el diputado laborista Ben Bradshaw. "No voy a votar activar el Artículo 50 en marzo cuando todavía no tenemos ni idea de qué clase de Brexit pretende el gobierno".
El gran debate en el Reino Unido es si hay que conservar el acceso al mercado único europeo, o dar prioridad al control de la llegada de ciudadanos europeos, dos pretensiones incompatibles en los tratados del bloque.
Los conservadores tienen mayoría absoluta en el Parlamento, y la potencial revuelta de sus diputados proeuropeos parece sofocada con la aceptación de May de informar al Parlamento, a juzgar por las declaraciones de la diputada eurófila Anna Soubry.
"Son muy buenas noticias, porque significa que el gobierno presta atención a todas las voces. Y además es una gran oportunidad para el gobierno de asegurarse de que el Parlamento inspecciona su plan, porque representa a todos los electores y todo el mundo debe tener voz en el debate sobre el mejor acuerdo para el Reino Unido".
- Apoyo laborista a la enmienda -
Pese a las críticas de algunos diputados a la enmienda, Keir Starmer, el portavoz laborista para temas relacionados con la salida de la UE, aseguró que su partido votará a favor de la moción.
"El foco está ahora donde debe: en los términos de salida de la UE", explicó.
"El calendario propuesto en la enmienda del gobierno no es una sorpresa para nadie. El gobierno ha dicho reiteradamente que invocará el Artículo 50 a finales de marzo de 2017. Y el Partido Laborista ha asegurado reiteradamente que no obstaculizará o retrasará el proceso", añadió.
"En consecuencia", sentenció Stamer, "el Partido Laborista aceptará la enmienda del gobierno".
Todo ello ocurre mientras la Corte Suprema debate este miércoles, por tercer día, sobre si el gobierno está obligado a buscar la aprobación parlamentaria para salir de la Unión Europea, dado que el referéndum del 23 de junio no tenía carácter vinculante.
La moción y enmienda que se votará este miércoles serviría para poner coto a lo que el Parlamento puede hacer, en caso de que, como se prevé, la Corte Suprema dicte que el Parlamento tiene que aprobar el proceso de salida.
Como prueba de que los ánimos están caldeados, un hombre de 55 años fue detenido este miércoles por sus comentarios racistas sobre la persona que presentó la demanda para que el Parlamento tenga voz y voto en el Brexit, Gina Miller, una gestora de un fondo de inversiones de la City.