Inicio
Política
Lars Von Trier, a la derecha.
"No es verdaderamente una película sobre el fin del mundo, sino sobre un estado de ánimo. He conocido fases melancólicas, pero creo que las he superado. He dejado de beber, leo libros, ahora me siento bien. Pero la melancolía en el arte, en la música, es algo que siempre me ha gustado, algo que me conmueve", dijo el realizador tras la proyección.
El filme comienza en el espacio sideral, con imágenes del planeta "Melancholia", que según estudios de astrónomos, se acerca a la Tierra y la destruirá. La música del compositor alemán Richard Wagner magnifica estas imágenes del choque.
Luego Lars von Trier cuenta lo que se supone son los últimos días del mundo a través de dos hermanas, Justine y Claire, interpretadas por la estadounidense Kirsten Dunst y la francesa Charlotte Gainsbourg, ganadora en 2009 en Cannes del premio a la mejor actriz por su papel en "El anticristo", también del danés.
Justine, publicista, llega con dos horas de retraso a su propia boda y a partir de ahí la fiesta se dañará poco a poco, a tal punto que ella terminará pasando la noche en medio del campo, no con su marido sino con un invitado cualquiera, un hombre que desea sacarle a toda costa la idea para una campaña de publicidad.
Estas escenas de la fiesta que se echa a perder recuerdan la película "Festen", de Thomas Vinterberg, compatriota de Lars von Trier y su compañero en el grupo "Dogma" (1990) en el que cuestionaban todas las convenciones, las del cine y las sociales, sobre todo la familia.
La segunda parte del filme trata del inminente acercamiento del planeta "Melancholia" a la tierra. Claire, su marido y su pequeño hijo observan con creciente angustia el fenómeno a través de un telescopio.
Justine, nerviosa y perturbada durante su boda, parece ahora muy serena y hasta se ofrece desnuda, tirada sobre la hierba, al choque sideral. Será ella quien proporcione a su pequeño sobrino la única posibilidad de refugio ante la catástrofe: "una cabaña mágica" construida con ramas.
"El sentido de esa cabaña mágica puede tener que ver con la religión. He estudiado mucho las religiones, sobre todo la católica y la ortodoxa. Me parece que en la religión ortodoxa hay más luz, una luz divina, más placer, una transfiguración, mientras que en la católica está sobre todo el dolor, el sacrificio, la cruz", dijo Lars von Trier.
"La luz para mí puede ser el cine. Veo algunas películas y me pongo a llorar", dijo el realizador, quien confesó su lado "gótico", "algo nazi", y su desesperación.
"Me gusta todo lo que tiene que ver con el dolor, con el sufrimiento, pero también está en mí ese lado de la luz", agregó.
"La tierra es actualmente destruida y expoliada. No es grave, porque todos vamos a morir. Pero me siguen gustando la pintura, Bosch, Brueghel, la música romántica, Wagner, sobre todo 'Tristán e Isolda', me sigue interesando el arte, el cine, Antonioni, Tarkovski, Visconti", dijo.
El filme comienza en el espacio sideral, con imágenes del planeta "Melancholia", que según estudios de astrónomos, se acerca a la Tierra y la destruirá. La música del compositor alemán Richard Wagner magnifica estas imágenes del choque.
Luego Lars von Trier cuenta lo que se supone son los últimos días del mundo a través de dos hermanas, Justine y Claire, interpretadas por la estadounidense Kirsten Dunst y la francesa Charlotte Gainsbourg, ganadora en 2009 en Cannes del premio a la mejor actriz por su papel en "El anticristo", también del danés.
Justine, publicista, llega con dos horas de retraso a su propia boda y a partir de ahí la fiesta se dañará poco a poco, a tal punto que ella terminará pasando la noche en medio del campo, no con su marido sino con un invitado cualquiera, un hombre que desea sacarle a toda costa la idea para una campaña de publicidad.
Estas escenas de la fiesta que se echa a perder recuerdan la película "Festen", de Thomas Vinterberg, compatriota de Lars von Trier y su compañero en el grupo "Dogma" (1990) en el que cuestionaban todas las convenciones, las del cine y las sociales, sobre todo la familia.
La segunda parte del filme trata del inminente acercamiento del planeta "Melancholia" a la tierra. Claire, su marido y su pequeño hijo observan con creciente angustia el fenómeno a través de un telescopio.
Justine, nerviosa y perturbada durante su boda, parece ahora muy serena y hasta se ofrece desnuda, tirada sobre la hierba, al choque sideral. Será ella quien proporcione a su pequeño sobrino la única posibilidad de refugio ante la catástrofe: "una cabaña mágica" construida con ramas.
"El sentido de esa cabaña mágica puede tener que ver con la religión. He estudiado mucho las religiones, sobre todo la católica y la ortodoxa. Me parece que en la religión ortodoxa hay más luz, una luz divina, más placer, una transfiguración, mientras que en la católica está sobre todo el dolor, el sacrificio, la cruz", dijo Lars von Trier.
"La luz para mí puede ser el cine. Veo algunas películas y me pongo a llorar", dijo el realizador, quien confesó su lado "gótico", "algo nazi", y su desesperación.
"Me gusta todo lo que tiene que ver con el dolor, con el sufrimiento, pero también está en mí ese lado de la luz", agregó.
"La tierra es actualmente destruida y expoliada. No es grave, porque todos vamos a morir. Pero me siguen gustando la pintura, Bosch, Brueghel, la música romántica, Wagner, sobre todo 'Tristán e Isolda', me sigue interesando el arte, el cine, Antonioni, Tarkovski, Visconti", dijo.
