"Hoy, tomamos la importante decisión de que vengan los últimos descendientes de las comunidades que tienes afinidades con Israel", declaró el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un comunicado.
Los falashas son judíos etíopes convertidos a la fuerza al cristianismo en el siglo XIX.
Se trataría de unas 9.100 personas que viven en su mayoría en campamentos en las ciudades etíopes de Adís Abeba y Gondar, dijo a la AFP una portavoz del ministerio del Interior.
Vendrán a Israel y serán convertidos al judaísmo, precisó el ministerio.