Un responsable rebelde aseguró a la AFP que se había alcanzado un acuerdo para reactivar las operaciones, pero no hubo confirmación por parte del régimen, que había suspendido el viernes estas evacuaciones después de que salieran unas 8.500 personas.
Según el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quedan unos 40.000 civiles en la reducida zona que todavía controlan los insurgentes en Alepo así como entre 1.500 y 5.000 combatientes con sus familias.
La operación de evacuación, iniciada el jueves, estaba prevista para durar varios días. Una vez terminada, el régimen podría proclamar el control total de la ciudad, lo que supondría su mayor victoria desde el inicio del conflicto en el 2011.
En el barrio de Al Amiriyah, en parte todavía en manos de los rebeldes, y donde empieza el dispositivo de evacuación, miles de personas, entre ella niños, pasaron la gélida noche, con unas temperaturas de -6ºC, en medio de las ruinas de los edificios, constató el sábado un corresponsal de la AFP.
Sin agua ni comida, los habitantes sobreviven comiendo dátiles.
El ejército sirio suspendió el viernes el dispositivo tras asegurar que los rebeldes "no respetaban las condiciones del acuerdo". Una fuente militar afirmó que "los rebeldes abrieron fuego, quisieron llevarse armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes".
Según el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, la suspensión también se debe al bloqueo por parte de los rebeldes de la evacuación de los heridos de los pueblos chiitas prorrégimen de Fua y Kefraya, en la vecina provincia de Idlib (noroeste), asediadas por los insurgentes.
"Las evacuaciones podrían retomarse el sábado en Alepo, sincronizándose con la salida de Fua y de Kefraya de unas 4.000 personas, heridos y sus familias, así como civiles y huérfanos", precisó Abdel Rahman.
Los rebeldes siempre han querido vincular el destino de estas dos localidades al de Zabadani y Madaya, dos ciudades sitiadas por el régimen en la provincia de Damasco. También tendrían que llevarse a cabo evacuaciones en estas ciudades, añadió el responsable del OSDH.
Un jefe rebelde del grupo islamista Ahrar al Sham, responsable de las negociaciones, Al Faruk Abu Bakr, confirmó por su parte a la AFP que se había alcanzado un acuerdo.
"Hoy empezamos con una reanudación de las operaciones. Habrá salidas de Fua y de Kefraya, así como en Madaya y Zabadani. Todos los habitantes de Alepo y sus combatientes saldrán", aseguró.
Después de años de bombardeos y de un brutal asedio de más de cuatro meses, el ejército sirio lanzó a mediados de noviembre una gran ofensiva que le permitió recuperar el control de más del 90% de los barrios de Alepo en manos de los rebeldes desde 2012.
Desde el jueves, al menos 500 heridos pudieron salir de Alepo, según Ahmad al Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que supervisa las operaciones, indicó por su parte que analizaba "informaciones donde se hablaba de disparos".
Según el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quedan unos 40.000 civiles en la reducida zona que todavía controlan los insurgentes en Alepo así como entre 1.500 y 5.000 combatientes con sus familias.
La operación de evacuación, iniciada el jueves, estaba prevista para durar varios días. Una vez terminada, el régimen podría proclamar el control total de la ciudad, lo que supondría su mayor victoria desde el inicio del conflicto en el 2011.
En el barrio de Al Amiriyah, en parte todavía en manos de los rebeldes, y donde empieza el dispositivo de evacuación, miles de personas, entre ella niños, pasaron la gélida noche, con unas temperaturas de -6ºC, en medio de las ruinas de los edificios, constató el sábado un corresponsal de la AFP.
Sin agua ni comida, los habitantes sobreviven comiendo dátiles.
- ¿Nuevas evacuaciones el sábado? -
El ejército sirio suspendió el viernes el dispositivo tras asegurar que los rebeldes "no respetaban las condiciones del acuerdo". Una fuente militar afirmó que "los rebeldes abrieron fuego, quisieron llevarse armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes".
Según el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, la suspensión también se debe al bloqueo por parte de los rebeldes de la evacuación de los heridos de los pueblos chiitas prorrégimen de Fua y Kefraya, en la vecina provincia de Idlib (noroeste), asediadas por los insurgentes.
"Las evacuaciones podrían retomarse el sábado en Alepo, sincronizándose con la salida de Fua y de Kefraya de unas 4.000 personas, heridos y sus familias, así como civiles y huérfanos", precisó Abdel Rahman.
Los rebeldes siempre han querido vincular el destino de estas dos localidades al de Zabadani y Madaya, dos ciudades sitiadas por el régimen en la provincia de Damasco. También tendrían que llevarse a cabo evacuaciones en estas ciudades, añadió el responsable del OSDH.
Un jefe rebelde del grupo islamista Ahrar al Sham, responsable de las negociaciones, Al Faruk Abu Bakr, confirmó por su parte a la AFP que se había alcanzado un acuerdo.
"Hoy empezamos con una reanudación de las operaciones. Habrá salidas de Fua y de Kefraya, así como en Madaya y Zabadani. Todos los habitantes de Alepo y sus combatientes saldrán", aseguró.
- Obama denuncia el 'horror' -
Después de años de bombardeos y de un brutal asedio de más de cuatro meses, el ejército sirio lanzó a mediados de noviembre una gran ofensiva que le permitió recuperar el control de más del 90% de los barrios de Alepo en manos de los rebeldes desde 2012.
Desde el jueves, al menos 500 heridos pudieron salir de Alepo, según Ahmad al Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que supervisa las operaciones, indicó por su parte que analizaba "informaciones donde se hablaba de disparos".