WU Guanzhong
En 1947, el artista viajó a Francia para estudiar la pintura occidental, y regresó a China en 1950, después de la fundación de la República Popular China.
Tras su retorno fue profesor en la Academia Central de Bellas Artes de China y en la Universidad Tsinghua, con sede en Beijing.
Wu integró el lavado de tinta, propio de China, con los métodos de la pintura occidental. Hoy es ampliamente reconocido tanto en el país como en el exterior como el padre de la pintura china moderna.
Entre las obras más representativas de Wu se cuentan los óleos "Pueblo natal de Lu Xun" y "Las Tres Gargantas".
Los trabajos del mundialmente aclamado pintor gozan de una alta demanda en el mercado del arte.
El año pasado, las ventas de sus cuadros en subastas públicas llegaron a 31,7 millones de dólares, de acuerdo con un informe compilado por el Informe Hurun, una publicación especializada en finanzas, en asociación con el Museo de Arte de Shanghai.
"A pesar de sus altos precios, el deseo de mi padre siempre ha sido permitir que cada vez más gente pueda disfrutar de sus obras", dijo Wu Keyu, hijo del maestro, el viernes en una conferencia de prensa en Beijing.
"Por eso insistió en donar sus mejores piezas a museos públicos en vez de venderlas", complementó.
El viernes, en un gesto final, Wu donó cinco pinturas en tinta al Museo de Arte de Hong Kong, al que en total cedió 52 cuadros.
Tras su retorno fue profesor en la Academia Central de Bellas Artes de China y en la Universidad Tsinghua, con sede en Beijing.
Wu integró el lavado de tinta, propio de China, con los métodos de la pintura occidental. Hoy es ampliamente reconocido tanto en el país como en el exterior como el padre de la pintura china moderna.
Entre las obras más representativas de Wu se cuentan los óleos "Pueblo natal de Lu Xun" y "Las Tres Gargantas".
Los trabajos del mundialmente aclamado pintor gozan de una alta demanda en el mercado del arte.
El año pasado, las ventas de sus cuadros en subastas públicas llegaron a 31,7 millones de dólares, de acuerdo con un informe compilado por el Informe Hurun, una publicación especializada en finanzas, en asociación con el Museo de Arte de Shanghai.
"A pesar de sus altos precios, el deseo de mi padre siempre ha sido permitir que cada vez más gente pueda disfrutar de sus obras", dijo Wu Keyu, hijo del maestro, el viernes en una conferencia de prensa en Beijing.
"Por eso insistió en donar sus mejores piezas a museos públicos en vez de venderlas", complementó.
El viernes, en un gesto final, Wu donó cinco pinturas en tinta al Museo de Arte de Hong Kong, al que en total cedió 52 cuadros.