Según el informe, los talibanes y los yihadistas del EI asaltaron conjuntamente un pueblo en el valle de Mirzaolang el 5 de agosto.
El representante especial de la ONU para Afganistán, Tadamichi Yamamoto, condenó el asesinato de civiles y personas fuera de combate y habló de una "clara violación del derecho internacional".
Al principio, las autoridades locales habían asegurado que la matanza costó la vida a unas 50 personas y que otras 25 fueron secuestradas.
El representante especial de la ONU para Afganistán, Tadamichi Yamamoto, condenó el asesinato de civiles y personas fuera de combate y habló de una "clara violación del derecho internacional".
Al principio, las autoridades locales habían asegurado que la matanza costó la vida a unas 50 personas y que otras 25 fueron secuestradas.