El presidente de Estados Unidos, Barak Obama
WASHINGTON, (AFP) - El presidente anunció una serie de intercambios comerciales y medidas ligadas a la educación, tras el fin de la reunión.
"Al escucharnos unos a otros, hemos logrado crear alianzas", se congratuló Obama.
La Casa Blanca espera que esta cita de dos días contribuya a profundizar las relaciones para ir más allá de las discusiones sobre el terrorismo y los conflictos, que han dominado los intercambios diplomáticos entre Estados Unidos y el mundo musulmán desde hace varias décadas.
"No es un mero ejercicio de relaciones públicas o de diplomacia", dijo Ben Rhodes, uno de los principales consejeros de Obama en materia de seguridad nacional. "Para nosotros, se trata de la primera piedra en la construcción de asociaciones tangibles en un terreno crucial".
El presidente estadounidense había prometido organizar esta cumbre durante su discurso de El Cairo en junio de 2009, durante el cual abogó por un "nuevo comienzo" en las relaciones entre el mundo musulmán y su país.
Unos 250 empresarios eran esperados en esta cumbre, venidos del conjunto del mundo islámico, donde la imagen de Estados Unidos está dañada por las guerras de Irak y de Afganistán, el escándalo de las torturas contra prisioneros de Abu Graib, o incluso el centro de detención de Guantánamo.
"Al escucharnos unos a otros, hemos logrado crear alianzas", se congratuló Obama.
La Casa Blanca espera que esta cita de dos días contribuya a profundizar las relaciones para ir más allá de las discusiones sobre el terrorismo y los conflictos, que han dominado los intercambios diplomáticos entre Estados Unidos y el mundo musulmán desde hace varias décadas.
"No es un mero ejercicio de relaciones públicas o de diplomacia", dijo Ben Rhodes, uno de los principales consejeros de Obama en materia de seguridad nacional. "Para nosotros, se trata de la primera piedra en la construcción de asociaciones tangibles en un terreno crucial".
El presidente estadounidense había prometido organizar esta cumbre durante su discurso de El Cairo en junio de 2009, durante el cual abogó por un "nuevo comienzo" en las relaciones entre el mundo musulmán y su país.
Unos 250 empresarios eran esperados en esta cumbre, venidos del conjunto del mundo islámico, donde la imagen de Estados Unidos está dañada por las guerras de Irak y de Afganistán, el escándalo de las torturas contra prisioneros de Abu Graib, o incluso el centro de detención de Guantánamo.