Cientos de manifestantes se congregaron en la principal calle comercial de Estambul pidiendo "derecho y justicia". Algunos portaban pancartas en las que se leía "libertad" y "levanten el estado de excepción".
El estado de excepción expira el próximo jueves pero está previsto que el Parlamento, en el que tiene mayoría el partido islamista conservador AKP, apruebe una prolongación de tres meses más. Al término de ese periodo, Turquía habrá pasado dos años en estado de excepción.
Bajo el estado de emergencia están restringidos los derechos fundamentales. Además, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, puede promulgar decretos que no se puedan recurrir ante el Tribunal Constitucional.
El Gobierno turca justifica las continuas prolongaciones en la lucha contra el terrorismo. Durante la protesta de hoy, una militante de 52 años del CHP dijo a dpa que el argumento del terrorismo sólo era un "pretexto" para alargar una y otra vez el estado de excepción e impedir manifestarse a la gente. "Queremos democracia, queremos nuestros derechos", dijo.
El Gobierno turco responsabiliza al clérigo islámico Fethullah Güllen, autoexiliado en Estados Unidos, de orquestar el fallido golpe de Estado. Desde entonces, las autoridades adoptan medidas contra supuestos seguidores de Güllen y contra los opositores.
Miles de personas fueron encarceladas por sus presuntas conexiones con el clérigo. Más de 150.000 empleados públicos fueron suspendidos o despedidos. Además, se decretó el cierre de numerosos medios de comunicación y asociaciones.