Más de 1.000 miembros del ala derechista del Likud adoptaron hoy una resolución en la que instan a Israel a ejercer "soberanía" sobre partes de Cisjordania y a continuar con la construcción de asentamientos judíos, informó el "Jerusalem Post".
Los asentamientos en territorio palestino ocupado son uno de los temas más controvertidos del largo conflicto entre israelíes y palestinos.
Hace un año, durante la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos permitió la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que demandaba a Israel la suspensión de toda actividad de asentamientos en Cisjordania y consideraba a estas construcciones una violación al derecho internacional.
El presidente Donald Trump cuestionó duramente esa resolución y sigue una línea más pro-israelí, en el marco de la cual reconoció recientemente a Jerusalén como la capital de Israel, lo que le valió fuertes críticas internacionales.
La resolución adoptada por el comité central del Likud no es vinculante para el Gobierno, pero ejerce mayor presión a Netanyahu, que no se encontraba presente en el encuentro celebrado cerca de Tel Aviv.
Unos 600.000 israelíes viven en los más de 200 asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, que los palestinos esperan convertir en la capital de su futuro Estado.
Los asentamientos en territorio palestino ocupado son uno de los temas más controvertidos del largo conflicto entre israelíes y palestinos.
Hace un año, durante la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos permitió la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que demandaba a Israel la suspensión de toda actividad de asentamientos en Cisjordania y consideraba a estas construcciones una violación al derecho internacional.
El presidente Donald Trump cuestionó duramente esa resolución y sigue una línea más pro-israelí, en el marco de la cual reconoció recientemente a Jerusalén como la capital de Israel, lo que le valió fuertes críticas internacionales.
La resolución adoptada por el comité central del Likud no es vinculante para el Gobierno, pero ejerce mayor presión a Netanyahu, que no se encontraba presente en el encuentro celebrado cerca de Tel Aviv.
Unos 600.000 israelíes viven en los más de 200 asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, que los palestinos esperan convertir en la capital de su futuro Estado.