Antonio Banderas-izquierda- y Pedro Almodóvar.
El realizador de "Todo sobre mi madre" y "Volver" explora en su decimoctava película un nuevo género -mezcla de suspenso, horror, cine de ficción y melodrama-, para hablar de venganza, pero también de "la supervivencia en condiciones extremas".
En una rueda de prensa en Cannes, en la que estuvo rodeado del elenco del filme -Antonio Banderas, Elena Anaya, Blanca Suárez, Marisa Paredes y Jan Cornet- Almodóvar explicó porqué ha optado ahora por el thriller, un género que piensa seguir explorando.
"Arranqué en la comedia, pasé por el melodrama. Y ahora he llegado al thriller, que hoy por hoy es el género que reúne las mejores posibilidades para transitar a otros géneros", dijo el cineasta manchego, subrayando que "no se puede rodar hoy un thriller con la inocencia de los años cincuenta".
Inspirada de la novela "Tarántula", del escritor francés Thierry Jonquet, "La Piel que habito", protagonizada por el actor Antonio Banderas, demuestra la maestría técnica y visión estética del cineasta manchego, sin alcanzar la emoción y poderío de otras de sus películas.
La historia -sobre la que se debe contar lo menos posible, para no arruinársela al espectador- pone en escena a un cirujano plástico, el doctor Robert Ledgard, encarnado por Banderas, una especie de Frankestein, que experimenta para crear una nueva piel, coraza contra cualquier agresión.
"Lo que me llamó la atención en esa novela, que leí rápidamente hace unos diez años, fue la magnitud de la venganza de ese médico contra quien supone ha violado a su hija", declaró Almodóvar, quien dijo que para filmarla buscó más en las cintas de terror, principalmente en los primeros filmes de Fritz Lang.
"Durante meses estuve tentado de hacer el filme a la manera de Lang, e incluso, de rodarla en blanco y negro y muda", afirmó.
Almodóvar reconoció que el personaje interpretado por Banderas tiene algo de Frankestein. Pero también, algo de Prometeo, el héroe mítico griego que roba la luz para dársela a los hombres.
Ese cirujano "está a punto de crear vida. Crea una nueva piel, que es el principal órgano del hombre", dijo Almodóvar, que hace en su película una reflexión sobre los avances en la genética, la transgénesis y el proceso de creación.
"El director de cine es lo más parecido a Dios" que existe, declaró Almodóvar, que retrata en "La Piel que habito" una familia feroz.
El personaje de Marisa Paredes, que interpreta a una madre, "ha criado dos hijos feroces. Ella reconoce que lleva la locura dentro", dijo, antes de explicar porqué dio a la familia un origen brasileño.
"Su cultura no se basa en el castigo y el pecado, no conocen la culpa como en la cultura judeo-cristiana en la que yo he crecido. Además, de Brasil son los primeros cirujanos plásticos que conocí", dijo Almodóvar, citando a Ivo Pitanguy, referencia mundial en cirugía plástica.
Banderas resaltó por su parte que trabajar con el cineasta manchego fue para él "volver a casa", "volver a España".
Almodóvar, muy querido en Cannes, había concursado antes en la selección oficial del Festival con "Todo sobre mi madre" (1999), "Volver" (2006) y "Los abrazos rotos" (2009), pero jamás ha ganado la Palma de Oro.
El realizador manchego es uno uno de los 20 directores seleccionados para el concurso oficial del 64º Festival de Cannes, en el cual hay 14 europeos, cuatro de Asia, uno de Estados Unidos y uno de Turquía.
En una rueda de prensa en Cannes, en la que estuvo rodeado del elenco del filme -Antonio Banderas, Elena Anaya, Blanca Suárez, Marisa Paredes y Jan Cornet- Almodóvar explicó porqué ha optado ahora por el thriller, un género que piensa seguir explorando.
"Arranqué en la comedia, pasé por el melodrama. Y ahora he llegado al thriller, que hoy por hoy es el género que reúne las mejores posibilidades para transitar a otros géneros", dijo el cineasta manchego, subrayando que "no se puede rodar hoy un thriller con la inocencia de los años cincuenta".
Inspirada de la novela "Tarántula", del escritor francés Thierry Jonquet, "La Piel que habito", protagonizada por el actor Antonio Banderas, demuestra la maestría técnica y visión estética del cineasta manchego, sin alcanzar la emoción y poderío de otras de sus películas.
La historia -sobre la que se debe contar lo menos posible, para no arruinársela al espectador- pone en escena a un cirujano plástico, el doctor Robert Ledgard, encarnado por Banderas, una especie de Frankestein, que experimenta para crear una nueva piel, coraza contra cualquier agresión.
"Lo que me llamó la atención en esa novela, que leí rápidamente hace unos diez años, fue la magnitud de la venganza de ese médico contra quien supone ha violado a su hija", declaró Almodóvar, quien dijo que para filmarla buscó más en las cintas de terror, principalmente en los primeros filmes de Fritz Lang.
"Durante meses estuve tentado de hacer el filme a la manera de Lang, e incluso, de rodarla en blanco y negro y muda", afirmó.
Almodóvar reconoció que el personaje interpretado por Banderas tiene algo de Frankestein. Pero también, algo de Prometeo, el héroe mítico griego que roba la luz para dársela a los hombres.
Ese cirujano "está a punto de crear vida. Crea una nueva piel, que es el principal órgano del hombre", dijo Almodóvar, que hace en su película una reflexión sobre los avances en la genética, la transgénesis y el proceso de creación.
"El director de cine es lo más parecido a Dios" que existe, declaró Almodóvar, que retrata en "La Piel que habito" una familia feroz.
El personaje de Marisa Paredes, que interpreta a una madre, "ha criado dos hijos feroces. Ella reconoce que lleva la locura dentro", dijo, antes de explicar porqué dio a la familia un origen brasileño.
"Su cultura no se basa en el castigo y el pecado, no conocen la culpa como en la cultura judeo-cristiana en la que yo he crecido. Además, de Brasil son los primeros cirujanos plásticos que conocí", dijo Almodóvar, citando a Ivo Pitanguy, referencia mundial en cirugía plástica.
Banderas resaltó por su parte que trabajar con el cineasta manchego fue para él "volver a casa", "volver a España".
Almodóvar, muy querido en Cannes, había concursado antes en la selección oficial del Festival con "Todo sobre mi madre" (1999), "Volver" (2006) y "Los abrazos rotos" (2009), pero jamás ha ganado la Palma de Oro.
El realizador manchego es uno uno de los 20 directores seleccionados para el concurso oficial del 64º Festival de Cannes, en el cual hay 14 europeos, cuatro de Asia, uno de Estados Unidos y uno de Turquía.