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Carmen Moral en 1978
Con una larga trayectoria musical, Moral, de 70 años, ha guiado con su batuta a las sinfónicas de Viena, Moscú y París, entre otras, así como a la primera agrupación orquestal de Estambul durante seis años y a la Sinfónica de Bogotá.
"Para mí, dirigir es como jugar con legos. Los músicos tienen las piezas y yo la figura entera plasmada en la partitura", dice a la AFP Moral, una mujer sencilla y de buen humor, quien debutó en 1966 en Lima y ha retornado para dirigir a la Orquesta Sinfónica de Perú.
Pronto volverá a Boston (Massachusetts, noreste de EEUU), donde durante siete meses enseña en la Escuela de Música de Berklee. Los otros cinco meses los pasa en París.
Considerada en Perú como una embajadora de la música clásica, Carmen Moral fue la primera mujer que se ubicó frente a un podio ante una orquesta sinfónica en Latinoamérica.
"Los tiempos han cambiado positivamente. Hoy, ya existen mujeres en la dirección de orquesta, pero en la década de los setenta, todo era diferente. Cuando empecé, todos eran hombres y estudiar música en Perú era difícil", cuenta Moral.
El día de su primer concierto en 1966 "había muchísimo público, la gente estaba ubicada hasta en los árboles. La curiosidad era mucha por ver a una mujer dirigir una orquesta", recuerda.
Moral también demuestra su entusiasmo frente al progreso en el mundo cultural de su país.
"El Perú está pasando por un buen momento económico. Hay un mayor apoyo por parte del Ministerio de Cultura que ha ayudado a mejorar las condiciones salariales de los músicos que rinden mejor en los ensayos, ya no tienen que buscar trabajos extras", afirma Moral.
En épocas pasadas, los músicos tenían que cubrir eventos musicales, después de los ensayos para obtener dinero y solían tocar en salsódromos o diversas fiestas.
"La música es una carrera que te absorbe por completo. No es un café instantáneo. Hay mucho análisis de por medio, siempre hay que investigar y ser tenaz para aprovechar al máximo las oportunidades", sostiene Moral.
En sus años iniciales, rememora, Perú vivía una crisis económica. "A eso se sumó la ausencia de una institución que reuniera todas las materias para perfeccionarse como músico. Muchos talentos se fugaron del país", declara.
Moral, que aprendió música de su padre, quien dominaba la guitarra, clarinete, piano y mandolina, se marchó rumbo a Nueva York, donde estudió en la Escuela de Música de Manhattan.
En el marco de su temporada en Lima, Carmen Moral al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional interpretará el viernes un programa con la primera sinfonía de Jan Sibelius y el concierto para piano de Piotr Tchaikovsky.
"Para mí, dirigir es como jugar con legos. Los músicos tienen las piezas y yo la figura entera plasmada en la partitura", dice a la AFP Moral, una mujer sencilla y de buen humor, quien debutó en 1966 en Lima y ha retornado para dirigir a la Orquesta Sinfónica de Perú.
Pronto volverá a Boston (Massachusetts, noreste de EEUU), donde durante siete meses enseña en la Escuela de Música de Berklee. Los otros cinco meses los pasa en París.
Considerada en Perú como una embajadora de la música clásica, Carmen Moral fue la primera mujer que se ubicó frente a un podio ante una orquesta sinfónica en Latinoamérica.
"Los tiempos han cambiado positivamente. Hoy, ya existen mujeres en la dirección de orquesta, pero en la década de los setenta, todo era diferente. Cuando empecé, todos eran hombres y estudiar música en Perú era difícil", cuenta Moral.
El día de su primer concierto en 1966 "había muchísimo público, la gente estaba ubicada hasta en los árboles. La curiosidad era mucha por ver a una mujer dirigir una orquesta", recuerda.
Moral también demuestra su entusiasmo frente al progreso en el mundo cultural de su país.
"El Perú está pasando por un buen momento económico. Hay un mayor apoyo por parte del Ministerio de Cultura que ha ayudado a mejorar las condiciones salariales de los músicos que rinden mejor en los ensayos, ya no tienen que buscar trabajos extras", afirma Moral.
En épocas pasadas, los músicos tenían que cubrir eventos musicales, después de los ensayos para obtener dinero y solían tocar en salsódromos o diversas fiestas.
"La música es una carrera que te absorbe por completo. No es un café instantáneo. Hay mucho análisis de por medio, siempre hay que investigar y ser tenaz para aprovechar al máximo las oportunidades", sostiene Moral.
En sus años iniciales, rememora, Perú vivía una crisis económica. "A eso se sumó la ausencia de una institución que reuniera todas las materias para perfeccionarse como músico. Muchos talentos se fugaron del país", declara.
Moral, que aprendió música de su padre, quien dominaba la guitarra, clarinete, piano y mandolina, se marchó rumbo a Nueva York, donde estudió en la Escuela de Música de Manhattan.
En el marco de su temporada en Lima, Carmen Moral al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional interpretará el viernes un programa con la primera sinfonía de Jan Sibelius y el concierto para piano de Piotr Tchaikovsky.
