El acuerdo se cerró tras más de trece horas de negociaciones con la mediación de los obispos y autoriza a Kabila a seguir al frente del país hasta el "fin de 2017", a cambio de la creación de un Consejo Nacional de Transición (CNT), presidido por el histórico opositor Étienne Tshisekedi y el nombramiento de un primer ministro salido de su coalición "Rassemblement" ("Unión").
Los obispos declararon estar "felices" por haber conseguido "llegar a un compromiso político inclusivo", según el presidente de la Conferencia Episcopal de Congo (CENCO), monseñor Marcel Utembi, quien consideró que con este acuerdo se evitaba "el caos al país".
El jefe de la misión de la ONU en el Congo (MONUSCO) saludó el carácter "inclusivo" del documento, que "permitió este consenso, más amplio". "Pero el trabajo debe continuar, hay que salvaguardar la estabilidad política poniendo en práctica cada punto de esta nueva hoja de ruta política", declaró Maman Sidikou.
Prevista a las 20H30 (19H30 GMT), la firma del acuerdo, por 22 de los 32 delegados, comenzó a las 23H00 (22H00 GMT). Los delegados seguían discutiendo sobre si organizar o no un referéndum durante este periodo de transición, que se fijó en un año.
El presidente Joseph Kabila, cuya decisión de mantenerse en el cargo después de que terminara su mandato, el 20 de diciembre, causó esta crisis, y el viejo opositor Tshisekedi no se desplazaron a a la sede de la CENCO.
El documento es concreto sobre el futuro político del presidente Kabila, que seguirá en el poder durante el periodo preelectoral y electoral. Las partes acordaron que después de su segundo y último mandato, Kabila no volverá a presentarse al cargo.
Los firmantes también convinieron que "no se lleve a cabo ningún intento de revisión de la Constitución" durante la transición, mientras que, durante el día, el "Rassemblement" de la oposición acusó a la mayoría de querer eliminar, a través de un referéndum, la cláusula constitucional que prohíbe que Kabila se presente a las presidenciales de "finales de 2017".
El mandato de Kabila había expirado oficialmente el 20 de diciembre, pero éste decidió mantenerse en el poder, lo que provocó una serie de enfrentamientos que que dejaron al menos 40 muertos en todo el país, según la ONU.
Con 45 años, Kabila está al frente del país, de 70 millones de habitantes, desde 2001. La Constitución le prohíbe volverse a presentar. Las presidenciales, que tendrían que haberse celebrado este año, fueron postergadas sine die.
Las negociaciones entre la mayoría y la oposición, auspiciadas por la Iglesia católica, comenzaron el 8 de diciembre pero fueron interrumpidas antes de Navidad, a falta de ningún entendimiento. Fueron retomadas el viernes en Kinshasa.
La RDC no ha conocido ninguna transición pacífica del poder desde su independencia de Bélgica en 1960. Entre 1996 y 2003 el país se vio arrasado por dos guerras que dejaron, al menos, tres millones de muertos, y su parte oriental sigue estando devastada por múltiples conflictos armados desde hace más de veinte años.
Los obispos declararon estar "felices" por haber conseguido "llegar a un compromiso político inclusivo", según el presidente de la Conferencia Episcopal de Congo (CENCO), monseñor Marcel Utembi, quien consideró que con este acuerdo se evitaba "el caos al país".
El jefe de la misión de la ONU en el Congo (MONUSCO) saludó el carácter "inclusivo" del documento, que "permitió este consenso, más amplio". "Pero el trabajo debe continuar, hay que salvaguardar la estabilidad política poniendo en práctica cada punto de esta nueva hoja de ruta política", declaró Maman Sidikou.
Prevista a las 20H30 (19H30 GMT), la firma del acuerdo, por 22 de los 32 delegados, comenzó a las 23H00 (22H00 GMT). Los delegados seguían discutiendo sobre si organizar o no un referéndum durante este periodo de transición, que se fijó en un año.
El presidente Joseph Kabila, cuya decisión de mantenerse en el cargo después de que terminara su mandato, el 20 de diciembre, causó esta crisis, y el viejo opositor Tshisekedi no se desplazaron a a la sede de la CENCO.
El documento es concreto sobre el futuro político del presidente Kabila, que seguirá en el poder durante el periodo preelectoral y electoral. Las partes acordaron que después de su segundo y último mandato, Kabila no volverá a presentarse al cargo.
Los firmantes también convinieron que "no se lleve a cabo ningún intento de revisión de la Constitución" durante la transición, mientras que, durante el día, el "Rassemblement" de la oposición acusó a la mayoría de querer eliminar, a través de un referéndum, la cláusula constitucional que prohíbe que Kabila se presente a las presidenciales de "finales de 2017".
El mandato de Kabila había expirado oficialmente el 20 de diciembre, pero éste decidió mantenerse en el poder, lo que provocó una serie de enfrentamientos que que dejaron al menos 40 muertos en todo el país, según la ONU.
Con 45 años, Kabila está al frente del país, de 70 millones de habitantes, desde 2001. La Constitución le prohíbe volverse a presentar. Las presidenciales, que tendrían que haberse celebrado este año, fueron postergadas sine die.
Las negociaciones entre la mayoría y la oposición, auspiciadas por la Iglesia católica, comenzaron el 8 de diciembre pero fueron interrumpidas antes de Navidad, a falta de ningún entendimiento. Fueron retomadas el viernes en Kinshasa.
La RDC no ha conocido ninguna transición pacífica del poder desde su independencia de Bélgica en 1960. Entre 1996 y 2003 el país se vio arrasado por dos guerras que dejaron, al menos, tres millones de muertos, y su parte oriental sigue estando devastada por múltiples conflictos armados desde hace más de veinte años.