Hungría y Eslovaquia, con el apoyo de Polonia, cuestionaron ante el TJUE este esquema adoptado en septiembre de 2015 por la mayoría de los países de la UE para distribuir a 120.000 personas llegadas a Italia y Grecia entre el resto de países del bloque.
De esta manera se buscaba reducir entonces la presión sobre los países mediterráneos a los que los refugiados habían llegado ese año en grandes cantidades, muchos de ellos huyendo de la guerra de Siria.
"Este veredicto es indignante e irresponsable", dijo el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, en Budapest. "Es una resolución política que viola la ley europea y los valores europeos".
"Este fallo coloca a la Comisión Europea por encima de las naciones y eso es inaceptable", añadió en conferencia de prensa, donde prometió que "la verdadera batalla acaba de comenzar".
Según el ministro húngaro, la decisión socava la seguridad y el futuro de toda Europa. Szijjarto prometió que Hungría seguirá sin recibir a refugiados bajo el sistema de cuotas.
"Esto no modifica en absoluto la opinión del Gobierno polaco en lo que se refiere a política migratoria", dijo por su parte la primera ministra polaca, Beata Szydlo, que aseguró que esperaba esa decisión.
Hasta ahora las autoridades polacas se han negado a cumplir su aporte y recibir refugiados alegando "razones de seguridad". El anterior Gobierno polaco había aceptado el sistema de cuotas.
Eslovaquia, en tanto, aceptó este miércoles el veredicto del TJUE, aunque criticó la decisión y la calificó de "injusta".
"Los refugiados no quieren venir a Eslovaquia. ¿Debemos construir un muro para que se queden con nosotros?", se preguntó el primer ministro eslovaco, el socialdemócrata Robert Fico. El mandatario considera que tiene más sentido la oferta de su Gobierno de mostrar solidaridad contribuyendo a la protección de las fronteras de la UE.
El TJUE desestimó este miércoles la demanda de Hungría y Eslovaquia, asegurando que no pudo encontrar evidencias de que la medida fuese "manifiestamente inapropiada". Además, considera que se trató de una medida adecuada para reducir la carga de Grecia e Italia.
La Comisión Europea, en tanto, saludó la decisión judicial.
"La solidaridad no puede ser a la carta", aclaró el comisario responsable de Migración de la UE Dimitris Avramopoulos, indicando que los estados miembro se encuentran legal, política y moralmente obligados a cumplir con su parte.
"No debemos olvidar que la solidaridad es un camino bidireccional", añadió el comisario.
Según el sistema de reubicación, Hungría está obligada a aceptar a 1.294 refugiados, pero no ha abierto sus puertas a ninguno, mientras que Eslovaquia debería recibir a 902 y acogió a 16.
La decisión se tomó el 22 de septiembre de 2015 con la postura en contra de Hungría, Eslovaquia, Rumanía y la República Checa.
Durante los procesos en la corte, Polonia intervino en respaldo de Eslovaquia y Hungría, mientras que Bélgica, Alemania, Grecia, Francia, Italia, Luxemburgo, Suecia y la Comisión accionaron en favor del sistema de reubicación.
Gracias a la decisión judicial de hoy, si Hungría, Eslovaquia o cualquier otro miembro de la UE se niega a recibir refugiados, la Comisión Europea podrá impulsar con una base legal un procedimiento por incumplimiento, que puede desembocar en multas económicas. En junio la Comisión ya dio los primeros pasos en ese sentido contra Hungría, Polonia y la República Checa.
Según las cifras más recientes publicadas por la Comisión, un total de 27.695 personas fueron relocalizadas desde Grecia e Italia de acuerdo con este esquema. Sin embargo, algunos países del bloque se siguieron negando a recibir refugiados, entre ellos Hungría.
De esta manera se buscaba reducir entonces la presión sobre los países mediterráneos a los que los refugiados habían llegado ese año en grandes cantidades, muchos de ellos huyendo de la guerra de Siria.
"Este veredicto es indignante e irresponsable", dijo el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, en Budapest. "Es una resolución política que viola la ley europea y los valores europeos".
"Este fallo coloca a la Comisión Europea por encima de las naciones y eso es inaceptable", añadió en conferencia de prensa, donde prometió que "la verdadera batalla acaba de comenzar".
Según el ministro húngaro, la decisión socava la seguridad y el futuro de toda Europa. Szijjarto prometió que Hungría seguirá sin recibir a refugiados bajo el sistema de cuotas.
"Esto no modifica en absoluto la opinión del Gobierno polaco en lo que se refiere a política migratoria", dijo por su parte la primera ministra polaca, Beata Szydlo, que aseguró que esperaba esa decisión.
Hasta ahora las autoridades polacas se han negado a cumplir su aporte y recibir refugiados alegando "razones de seguridad". El anterior Gobierno polaco había aceptado el sistema de cuotas.
Eslovaquia, en tanto, aceptó este miércoles el veredicto del TJUE, aunque criticó la decisión y la calificó de "injusta".
"Los refugiados no quieren venir a Eslovaquia. ¿Debemos construir un muro para que se queden con nosotros?", se preguntó el primer ministro eslovaco, el socialdemócrata Robert Fico. El mandatario considera que tiene más sentido la oferta de su Gobierno de mostrar solidaridad contribuyendo a la protección de las fronteras de la UE.
El TJUE desestimó este miércoles la demanda de Hungría y Eslovaquia, asegurando que no pudo encontrar evidencias de que la medida fuese "manifiestamente inapropiada". Además, considera que se trató de una medida adecuada para reducir la carga de Grecia e Italia.
La Comisión Europea, en tanto, saludó la decisión judicial.
"La solidaridad no puede ser a la carta", aclaró el comisario responsable de Migración de la UE Dimitris Avramopoulos, indicando que los estados miembro se encuentran legal, política y moralmente obligados a cumplir con su parte.
"No debemos olvidar que la solidaridad es un camino bidireccional", añadió el comisario.
Según el sistema de reubicación, Hungría está obligada a aceptar a 1.294 refugiados, pero no ha abierto sus puertas a ninguno, mientras que Eslovaquia debería recibir a 902 y acogió a 16.
La decisión se tomó el 22 de septiembre de 2015 con la postura en contra de Hungría, Eslovaquia, Rumanía y la República Checa.
Durante los procesos en la corte, Polonia intervino en respaldo de Eslovaquia y Hungría, mientras que Bélgica, Alemania, Grecia, Francia, Italia, Luxemburgo, Suecia y la Comisión accionaron en favor del sistema de reubicación.
Gracias a la decisión judicial de hoy, si Hungría, Eslovaquia o cualquier otro miembro de la UE se niega a recibir refugiados, la Comisión Europea podrá impulsar con una base legal un procedimiento por incumplimiento, que puede desembocar en multas económicas. En junio la Comisión ya dio los primeros pasos en ese sentido contra Hungría, Polonia y la República Checa.
Según las cifras más recientes publicadas por la Comisión, un total de 27.695 personas fueron relocalizadas desde Grecia e Italia de acuerdo con este esquema. Sin embargo, algunos países del bloque se siguieron negando a recibir refugiados, entre ellos Hungría.