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Pompeo
"Ambas cosas juntas ya no serán posibles", subrayó. "Teherán no debería dudar de nuestra determinación".
Las sanciones económicas que Estados Unidos ha vuelto a activar tras abandonar unilateralmente el acuerdo nuclear "son solo el principio", anunció Pompeo durante un discurso en una fundación conservadora en la capital estadounidense.
"La espina de las sanciones será muy dolorosa", insistió el funcionario estadounidense, quien señaló que Irán puede contar con verse aliviado si cumple las exigencias de Estados Unidos y accede a un tratado confiable.
Para ello se precisan "cambios drásticos". El objetivo de Estados Unidos, djo, no es necesariamente firmar un acuerdo. "Nuestro objetivo es la seguridad del pueblo estadounidense", y para ello hay que cerrar el camino a la bomba atómica "para siempre", dijo el secretario de Estado.
Pompeo enumeró más de una decena de exigencias en una lista de puntos que para Irán es prácticamente inaceptable.
La retirada de Siria, el retiro del presunto apoyo a los hutíes en Yemen, así como el fin del respaldo a grupos como Hizbolá en Líbano y Hamas en la Franja de Gaza, organizaciones que Estados Unidos califica de terroristas (por ser antiisraelíes), figuran entre las exigencias.
Asimismo reclamó que Irán deje por completo de enriquecer uranio. Sin embargo, la nación persa es miembro del Tratado de No Proliferación y está comprometida con el uso pacífico del mismo. También el tratado nuclear de 2015 contemplaba un enriquecimiento limitado de uranio por parte de Irán.
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió el pasado 8 de mayo de forma unilateral abandonar el acuerdo. El resto de los firmantes (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) quieren mantenerse en el acuerdo.
La Unión Europea reaccionó a las sanciones estadounidenses con contramedidas, que permitan a los socios europeos continuar con sus negocios en Irán a pesar de las sanciones.
"Yo sé que nuestros aliados en Europa quieren mantener el acuerdo nuclear", dijo Pompeo. "Pero ellos saben dónde estamos", agregó. El secretario de Estado se mostró comprensivo con la postura europea al comentar que la política estadounidense causa dificultades políticas y económicas "a los amigos", aunque recalcó: "Les haremos responsables a aquellos que hagan negocios prohibidos con Irán".
En el acuerdo de 2015, la comunidad internacional se comprometió a levantar las sanciones económicas contra la república islámica a cambio de que descartara desarrollar armas nucleares. Al imponer de nuevo las sanciones, que también afectan a empresas europeas, Irán deja de tener prácticamente razones para mantener el acuerdo.
Pompeo acusó nuevamente a Irán de seguir una política de desestabilización en Oriente Medio. Aseguró que Teherán, amparándose en el acuerdo nuclear, ha librado guerras subrogadas (se refiere a la defensa frente al estado islámico y Al Qaida) y sigue mintiendo sobre sus verdaderas intenciones. El país, dijo, es el mayor patrocinador del terrorismo (se refiere a la resistencia a la ocupación israelí) y pidió asimismo que exponga sus intenciones militares en relación con el uranio.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, presentó recientemente el material secreto que presuntamente demuestra que Irán tiene la intención de construir armas nucleares.
"Irán no debería tener jamás carta blanca para dominar Oriente Medio", agregó Pompeo. Estados Unidos seguirá trabajando con los aliados en la región para contener a la República persa, insistió.
Pompeo anunció que quiere debilitar al Gobierno en Teherán también desde dentro y señaló que su país apoyará las manifestaciones contra el Gobierno. Trump ya se había manifestado de forma similar.
"Tenemos que asegurarnos de que Irán jamás consiga una vía para desarrollar un arma nuclear", insistió el secretario de Estado. Teherán tiene que permitir el acceso ilimitado a los inspectores en las instalaciones nucleares de todo el país, también en el reactor de agua pesada que tiene previsto entrar en funcionamiento en 2022. en esas instalaciones se puede llegar a fabricar plutonio.
Las sanciones económicas que Estados Unidos ha vuelto a activar tras abandonar unilateralmente el acuerdo nuclear "son solo el principio", anunció Pompeo durante un discurso en una fundación conservadora en la capital estadounidense.
"La espina de las sanciones será muy dolorosa", insistió el funcionario estadounidense, quien señaló que Irán puede contar con verse aliviado si cumple las exigencias de Estados Unidos y accede a un tratado confiable.
Para ello se precisan "cambios drásticos". El objetivo de Estados Unidos, djo, no es necesariamente firmar un acuerdo. "Nuestro objetivo es la seguridad del pueblo estadounidense", y para ello hay que cerrar el camino a la bomba atómica "para siempre", dijo el secretario de Estado.
Pompeo enumeró más de una decena de exigencias en una lista de puntos que para Irán es prácticamente inaceptable.
La retirada de Siria, el retiro del presunto apoyo a los hutíes en Yemen, así como el fin del respaldo a grupos como Hizbolá en Líbano y Hamas en la Franja de Gaza, organizaciones que Estados Unidos califica de terroristas (por ser antiisraelíes), figuran entre las exigencias.
Asimismo reclamó que Irán deje por completo de enriquecer uranio. Sin embargo, la nación persa es miembro del Tratado de No Proliferación y está comprometida con el uso pacífico del mismo. También el tratado nuclear de 2015 contemplaba un enriquecimiento limitado de uranio por parte de Irán.
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió el pasado 8 de mayo de forma unilateral abandonar el acuerdo. El resto de los firmantes (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) quieren mantenerse en el acuerdo.
La Unión Europea reaccionó a las sanciones estadounidenses con contramedidas, que permitan a los socios europeos continuar con sus negocios en Irán a pesar de las sanciones.
"Yo sé que nuestros aliados en Europa quieren mantener el acuerdo nuclear", dijo Pompeo. "Pero ellos saben dónde estamos", agregó. El secretario de Estado se mostró comprensivo con la postura europea al comentar que la política estadounidense causa dificultades políticas y económicas "a los amigos", aunque recalcó: "Les haremos responsables a aquellos que hagan negocios prohibidos con Irán".
En el acuerdo de 2015, la comunidad internacional se comprometió a levantar las sanciones económicas contra la república islámica a cambio de que descartara desarrollar armas nucleares. Al imponer de nuevo las sanciones, que también afectan a empresas europeas, Irán deja de tener prácticamente razones para mantener el acuerdo.
Pompeo acusó nuevamente a Irán de seguir una política de desestabilización en Oriente Medio. Aseguró que Teherán, amparándose en el acuerdo nuclear, ha librado guerras subrogadas (se refiere a la defensa frente al estado islámico y Al Qaida) y sigue mintiendo sobre sus verdaderas intenciones. El país, dijo, es el mayor patrocinador del terrorismo (se refiere a la resistencia a la ocupación israelí) y pidió asimismo que exponga sus intenciones militares en relación con el uranio.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, presentó recientemente el material secreto que presuntamente demuestra que Irán tiene la intención de construir armas nucleares.
"Irán no debería tener jamás carta blanca para dominar Oriente Medio", agregó Pompeo. Estados Unidos seguirá trabajando con los aliados en la región para contener a la República persa, insistió.
Pompeo anunció que quiere debilitar al Gobierno en Teherán también desde dentro y señaló que su país apoyará las manifestaciones contra el Gobierno. Trump ya se había manifestado de forma similar.
"Tenemos que asegurarnos de que Irán jamás consiga una vía para desarrollar un arma nuclear", insistió el secretario de Estado. Teherán tiene que permitir el acceso ilimitado a los inspectores en las instalaciones nucleares de todo el país, también en el reactor de agua pesada que tiene previsto entrar en funcionamiento en 2022. en esas instalaciones se puede llegar a fabricar plutonio.
