"No le he dado una niña a nadie", dijo el ex ginecólogo, de 85 años, ante el tribunal de Madrid que lo juzga.
El acusado, el primero juzgado por el escándalo de los bebés robados, dijo que no le sonaba "de nada" el caso de Inés Madrigal, la mujer que supuestamente fue arrebatada a sus padres nada más nacer y que denunció su caso en 2010 tras sospechar sobre sus orígenes y lograr que su madre adoptiva reconociera la mentira.
El doctor Eduardo Vela ejerció como ginecólogo en el sanatorio San Ramón de Madrid entre 1961 y 1981. En 1969, un sacerdote con el que tenía buena relación le comunicó que un matrimonio deseaba un bebé.
El acusado prometió a la pareja que le entregaría un recién nacido "al margen de la legalidad", según el escrito de la Fiscalía. Así, acordaron ocultar la identidad real del bebé robado mediante la inscripción en el Registro Civil como hijo biológico de matrimonio.
Fue el propio Vela, con su firma, quien certificó presuntamente en el parte facultativo su "asistencia personal" al parto pese a que no contaba con el consentimiento de la madre biológica de la niña.
Hoy, dijo no reconocer su firma en el documento y aseguró que él solo se encargaba del tema médico en la clínica, mientras que eran las matronas y las asistentes quienes registraban a los bebés.
Eduardo Vela se enfrenta a una petición de 11 años de prisión por sustracción de menores, suposición de parto y falsedad documental.
El ex ginecólogo, que acudió hoy al juzgado en silla de ruedas, presentó dificultades para escuchar y entender lo que la fiscal y los abogados le preguntaban. Su defensa había intentado sin éxito suspender la declaración por su supuesta incapacidad.
A las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid, la denunciante Inés Madrigal aseguró que no tiene necesidad de "venganza", aunque reclamó que el doctor Vela pida "perdón" y diga la verdad.
"Me encantaría que pidiera perdón porque ha hecho mucho daño. No lo va a hacer. Sabe muchos secretos", dijo a los medios congregados.
"Todo el mundo sabe que en este país se robaron niños. Es muy importante que se dé un paso porque tenemos fecha de caducidad. Las personas que perdieron a sus hijos ya son muy mayores, algunas han muerto. Esperemos que haya una ley específica, que se tipifique el delito como desaparición forzosa de recién nacidos", añadió.
En España no hay datos oficiales de los bebés robados durante la dictadura de Francisco Franco, pero son más de 2.000 las denuncias archivadas. Hoy, a las puertas de la Audiencia de Madrid, varias decenas de personas se concentraron para pedir justicia. "Tumbas vacías, los niños están vivos", gritaban los manifestantes.
Las asociaciones de familiares que buscan a sus bebés desaparecidos calculan que entre 100 000 y 300 000 bebés fueron robados en España.
El acusado, el primero juzgado por el escándalo de los bebés robados, dijo que no le sonaba "de nada" el caso de Inés Madrigal, la mujer que supuestamente fue arrebatada a sus padres nada más nacer y que denunció su caso en 2010 tras sospechar sobre sus orígenes y lograr que su madre adoptiva reconociera la mentira.
El doctor Eduardo Vela ejerció como ginecólogo en el sanatorio San Ramón de Madrid entre 1961 y 1981. En 1969, un sacerdote con el que tenía buena relación le comunicó que un matrimonio deseaba un bebé.
El acusado prometió a la pareja que le entregaría un recién nacido "al margen de la legalidad", según el escrito de la Fiscalía. Así, acordaron ocultar la identidad real del bebé robado mediante la inscripción en el Registro Civil como hijo biológico de matrimonio.
Fue el propio Vela, con su firma, quien certificó presuntamente en el parte facultativo su "asistencia personal" al parto pese a que no contaba con el consentimiento de la madre biológica de la niña.
Hoy, dijo no reconocer su firma en el documento y aseguró que él solo se encargaba del tema médico en la clínica, mientras que eran las matronas y las asistentes quienes registraban a los bebés.
Eduardo Vela se enfrenta a una petición de 11 años de prisión por sustracción de menores, suposición de parto y falsedad documental.
El ex ginecólogo, que acudió hoy al juzgado en silla de ruedas, presentó dificultades para escuchar y entender lo que la fiscal y los abogados le preguntaban. Su defensa había intentado sin éxito suspender la declaración por su supuesta incapacidad.
A las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid, la denunciante Inés Madrigal aseguró que no tiene necesidad de "venganza", aunque reclamó que el doctor Vela pida "perdón" y diga la verdad.
"Me encantaría que pidiera perdón porque ha hecho mucho daño. No lo va a hacer. Sabe muchos secretos", dijo a los medios congregados.
"Todo el mundo sabe que en este país se robaron niños. Es muy importante que se dé un paso porque tenemos fecha de caducidad. Las personas que perdieron a sus hijos ya son muy mayores, algunas han muerto. Esperemos que haya una ley específica, que se tipifique el delito como desaparición forzosa de recién nacidos", añadió.
En España no hay datos oficiales de los bebés robados durante la dictadura de Francisco Franco, pero son más de 2.000 las denuncias archivadas. Hoy, a las puertas de la Audiencia de Madrid, varias decenas de personas se concentraron para pedir justicia. "Tumbas vacías, los niños están vivos", gritaban los manifestantes.
Las asociaciones de familiares que buscan a sus bebés desaparecidos calculan que entre 100 000 y 300 000 bebés fueron robados en España.