A más de 1.000 m de altura en la región agrícola de El Oro, unos 350 productores orgánicos de la cooperativa de El Guabo, creada en 1998, están orgullosos de los resultados obtenidos.
"Es un poco difícil por el motivo de que aquí no podemos tecnificar como en la parte baja, la cajita la sacamos solamente a bestia toda la semana porque no entra carro (vehículo)", dice uno de ellos, Wilson Sánchez, quien asegura producir 100 cajas por semana mientras los productores que usan pesticidas producen entre 350 y 500.
Estos productores obtuvieron el prestigioso sello internacional "Fair trade" (comercio justo), que certifica el carácter "sostenible" de la empresa que produce 33.000 toneladas, una cantidad aún marginal ante los 2,5 millones de toneladas que se exportaron en 2010.
Sus bananas son más caras (7,5 dólares la caja, contra 5,50 a 5,70 que cuesta la de los productores tradicionales) y deberían ser más rentables si las multinacionales respetaran el precio fijado por el Estado para la exportación.
"Producir orgánicamente es el futuro, porque además de ofrecer un producto sano, estamos asegurando y apalancando una seguridad y soberanía alimentaria", dice Rómulo Archibala, productor orgánico de la región de Machala, para quien la solución está en crear un circuito de distrubición propio para no depender de los intermediarios.
El 85% de la exportación de banano -que representa en Ecuador ventas por unos USD 2.000 millones anuales- está controlada por cinco multinacionales, cuatro de origen estadounidense y una ecuatoriana (Noboa): Chiquita Brands International y Dole Food Company ocupan 25% del mercado cada una, Del Monte Fresh Products 15%, Noboa 11% y Fyffes 8%.
Desde los años 70 estas multinacionales dictan "el precio de la caja del banano", asegura Eduardo Lesdesma, de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Con la llegada al poder del presidente Rafael Correa en enero de 2007, las cosas comenzaron a cambiar gracias a una ley del banano que fija un precio oficial. Pero 15 de los 140 exportadores están siendo investigados por posible evasión a esta norma para pagarle menos a los productores.
Algunos productores deben "devolver en efectivo parte del pago" que reciben. "Se les hace firmar un contrato en el que aparece el precio oficial de 5,5 dólares o 7,5 dólares, y enseguida se les pide que devuelvan 3 dólares, a cambio de la compra de todos sus productos", dijo recientemente Rafael Correa.
"Estamos de parte de los productores y los pequeños productores. Si tenemos que nacionalizar las exportaciones, lo haremos, pero ya basta de esta sinvergüencería", afirmó Correa, recordando que su gobierno se plantea crear una exportadora estatal para "evitar abusos".
La AEBE se opone a una nacionalización. Todo lo que hay que hacer "es respetar las normas vigentes", indicó la asociación, que sugiere "que el precio oficial sea pagado a través del banco central".
El sector del banano emplea a 1,4 millones de personas, es decir uno de cada 10 ecuatorianos. Los principales mercados son Rusia (23%), los países del mar Báltico (22%), los de la Unión Europea (19%) y Estados Unidos (18%).
"Es un poco difícil por el motivo de que aquí no podemos tecnificar como en la parte baja, la cajita la sacamos solamente a bestia toda la semana porque no entra carro (vehículo)", dice uno de ellos, Wilson Sánchez, quien asegura producir 100 cajas por semana mientras los productores que usan pesticidas producen entre 350 y 500.
Estos productores obtuvieron el prestigioso sello internacional "Fair trade" (comercio justo), que certifica el carácter "sostenible" de la empresa que produce 33.000 toneladas, una cantidad aún marginal ante los 2,5 millones de toneladas que se exportaron en 2010.
Sus bananas son más caras (7,5 dólares la caja, contra 5,50 a 5,70 que cuesta la de los productores tradicionales) y deberían ser más rentables si las multinacionales respetaran el precio fijado por el Estado para la exportación.
"Producir orgánicamente es el futuro, porque además de ofrecer un producto sano, estamos asegurando y apalancando una seguridad y soberanía alimentaria", dice Rómulo Archibala, productor orgánico de la región de Machala, para quien la solución está en crear un circuito de distrubición propio para no depender de los intermediarios.
El 85% de la exportación de banano -que representa en Ecuador ventas por unos USD 2.000 millones anuales- está controlada por cinco multinacionales, cuatro de origen estadounidense y una ecuatoriana (Noboa): Chiquita Brands International y Dole Food Company ocupan 25% del mercado cada una, Del Monte Fresh Products 15%, Noboa 11% y Fyffes 8%.
Desde los años 70 estas multinacionales dictan "el precio de la caja del banano", asegura Eduardo Lesdesma, de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Con la llegada al poder del presidente Rafael Correa en enero de 2007, las cosas comenzaron a cambiar gracias a una ley del banano que fija un precio oficial. Pero 15 de los 140 exportadores están siendo investigados por posible evasión a esta norma para pagarle menos a los productores.
Algunos productores deben "devolver en efectivo parte del pago" que reciben. "Se les hace firmar un contrato en el que aparece el precio oficial de 5,5 dólares o 7,5 dólares, y enseguida se les pide que devuelvan 3 dólares, a cambio de la compra de todos sus productos", dijo recientemente Rafael Correa.
"Estamos de parte de los productores y los pequeños productores. Si tenemos que nacionalizar las exportaciones, lo haremos, pero ya basta de esta sinvergüencería", afirmó Correa, recordando que su gobierno se plantea crear una exportadora estatal para "evitar abusos".
La AEBE se opone a una nacionalización. Todo lo que hay que hacer "es respetar las normas vigentes", indicó la asociación, que sugiere "que el precio oficial sea pagado a través del banco central".
El sector del banano emplea a 1,4 millones de personas, es decir uno de cada 10 ecuatorianos. Los principales mercados son Rusia (23%), los países del mar Báltico (22%), los de la Unión Europea (19%) y Estados Unidos (18%).