La reunión entre Putin y Rohani, cercanos por su apoyo mutuo al presidente siro Bashar al Asad, estuvo principalmente centrada en las florecientes relaciones económicas en los campos de la energía y de la industría.
Al término del encuentro, Putin aseguró en declaraciones a la televisión que el comercio entre los dos países ha "crecido más de un 70%" el año pasado.
"Esto es realmente un buen resultado considerando que se logró en unas condiciones globales inestables y en medio de la persistente volatilidad en los mercados de materias primas y divisas", añadió.
Una declaración conjunta publicada por el Kremlin dijo que se prestó "especial atención" a la cooperación en energía, con ambos países prometiendo continuar los esfuerzos para estabilizar el mercado internacional.
Rohani, que llegó el lunes por la noche a la capital rusa, se entrevistó con el primer ministro Dmitri Medvedev y afirmó que esperaba que su visita marcase "un nuevo giro" en las relaciones bilaterales, según las agencias de prensa públicas rusas.
Los presidentes ruso e iraní, cuyos países son aliados del régimen de Damasco, conversarán sobre "cuestiones regionales, principalmente la crisis siria, y de las soluciones para ponerle fin rápidamente", declaró el portavoz de la diplomacia iraní Bahram Ghasemi la víspera de la visita.
Putin también elogió el papel de ambos países para asegurar la paz en Siria, donde tanto Rusia como Irán han apoyado a Asad.
El comunicado conjunto brindado por el Kremlin dijo que la cooperación entre Teherán, Moscú y Ankara para llevar al régimen sirio y a los rebeldes armados a la mesa de negociaciones fue "un paso importante en el camino para el éxito de las negociaciones de Ginebra, bajo el auspicio de Naciones Unidas".
Putin y Rohani también trataron la lucha contra el "terrorismo y el extremismo", según el portavoz de la diplomacia iraní.
Las negociaciones también versaron sobre la cooperación en el sector militar.
La fuerza aérea rusa y las milicias iraníes intervienen militarmente en Siria y ayudaron a las fuerzas del régimen de Damasco a recuperar en diciembre Alepo (norte), segunda ciudad de Siria.
Rusia e Irán fueron, junto con Turquía, que apoya a los rebeldes, padrinos de las negociaciones entre el régimen y los rebeldes, en Kazajistán en enero.
El conflicto en Siria ha dejado más de 320.000 muertos desde marzo de 2011.
Al término del encuentro, Putin aseguró en declaraciones a la televisión que el comercio entre los dos países ha "crecido más de un 70%" el año pasado.
"Esto es realmente un buen resultado considerando que se logró en unas condiciones globales inestables y en medio de la persistente volatilidad en los mercados de materias primas y divisas", añadió.
Una declaración conjunta publicada por el Kremlin dijo que se prestó "especial atención" a la cooperación en energía, con ambos países prometiendo continuar los esfuerzos para estabilizar el mercado internacional.
Rohani, que llegó el lunes por la noche a la capital rusa, se entrevistó con el primer ministro Dmitri Medvedev y afirmó que esperaba que su visita marcase "un nuevo giro" en las relaciones bilaterales, según las agencias de prensa públicas rusas.
Los presidentes ruso e iraní, cuyos países son aliados del régimen de Damasco, conversarán sobre "cuestiones regionales, principalmente la crisis siria, y de las soluciones para ponerle fin rápidamente", declaró el portavoz de la diplomacia iraní Bahram Ghasemi la víspera de la visita.
Putin también elogió el papel de ambos países para asegurar la paz en Siria, donde tanto Rusia como Irán han apoyado a Asad.
El comunicado conjunto brindado por el Kremlin dijo que la cooperación entre Teherán, Moscú y Ankara para llevar al régimen sirio y a los rebeldes armados a la mesa de negociaciones fue "un paso importante en el camino para el éxito de las negociaciones de Ginebra, bajo el auspicio de Naciones Unidas".
Putin y Rohani también trataron la lucha contra el "terrorismo y el extremismo", según el portavoz de la diplomacia iraní.
Las negociaciones también versaron sobre la cooperación en el sector militar.
La fuerza aérea rusa y las milicias iraníes intervienen militarmente en Siria y ayudaron a las fuerzas del régimen de Damasco a recuperar en diciembre Alepo (norte), segunda ciudad de Siria.
Rusia e Irán fueron, junto con Turquía, que apoya a los rebeldes, padrinos de las negociaciones entre el régimen y los rebeldes, en Kazajistán en enero.
El conflicto en Siria ha dejado más de 320.000 muertos desde marzo de 2011.