El español tuvo que emplearse a fondo para llevarse su quinto Masters 1000 madrileño, tras los que había ganado en 2005, 2012, 2013 y 2014.
Nadal volvió a imponerse a Thiem, al que ya había ganado en la final del torneo de Barcelona hace dos semanas (6-4, 6-1).
Le costó a Nadal entrar en el partido en los primeros minutos, varios errores e imprecisiones permitieron a Thiem romperle el servicio en el tercer juego para ponerse 2-1.
El español devolvería la rotura en el sexto juego para poner las cosas en su sitio, pero con 5-4 en el marcador a su favor el manacorí desperdició tres bolas de break, que le hubieran permitido llevarse el set.
La igualada se mantuvo entonces en el marcador llevando la manga al tie break, donde Nadal sufrió ante la potencia del austriaco para ganar 10-8 en la muerte súbita y llevarse el set.
En la segunda manga, Nadal dio un acelerón a su juego, comenzó rompiendo el servicio de su contrincante y consolidó su saque 2-0.
Después de eso, le bastó al manacorí con mantener su saque para plantarse con un 5-3 a favor.
En el noveno juego, Nadal desperdició dos bolas de break, que hubieran supuesto el partido, teniendo que esperar al siguiente para llevarse el partido con su servicio.
Nadal volvió a imponerse a Thiem, al que ya había ganado en la final del torneo de Barcelona hace dos semanas (6-4, 6-1).
Le costó a Nadal entrar en el partido en los primeros minutos, varios errores e imprecisiones permitieron a Thiem romperle el servicio en el tercer juego para ponerse 2-1.
El español devolvería la rotura en el sexto juego para poner las cosas en su sitio, pero con 5-4 en el marcador a su favor el manacorí desperdició tres bolas de break, que le hubieran permitido llevarse el set.
La igualada se mantuvo entonces en el marcador llevando la manga al tie break, donde Nadal sufrió ante la potencia del austriaco para ganar 10-8 en la muerte súbita y llevarse el set.
En la segunda manga, Nadal dio un acelerón a su juego, comenzó rompiendo el servicio de su contrincante y consolidó su saque 2-0.
Después de eso, le bastó al manacorí con mantener su saque para plantarse con un 5-3 a favor.
En el noveno juego, Nadal desperdició dos bolas de break, que hubieran supuesto el partido, teniendo que esperar al siguiente para llevarse el partido con su servicio.