Ante un público tranquilo, Boney M sirvió su cocktail de éxitos planetarios --"Daddy Cool" (que fue repetido), "Belfast", "Rasputin", "Ma Baker"-- en el marco del 12do Festival Internacional de Música y Danza de Palestina.
En la multitud había palestinos de todas las generaciones, pero también muchos extranjeros e incluso israelíes que habían decidido infringir la prohibición oficial de entrar en los Territorios palestinos.
¿El precio a pagar por la nostalgia? 30 shekels (7,7 dólares, 6 euros), o sea diez veces menos que por un concierto rock del otro lado del Muro de seguridad que separa a Israel de la Cisjordania ocupada.
Boney M, un grupo caribeño fundado en Alemania y que acumuló discos de oro y de platino en los años 70 y 80, se separó en 1986, pero el nombre quedó como una especie de franquicia, por lo que los miembros originales del grupo presentan su respectivo "Boney M" a sus fanáticos del mundo entero.
El que se presentó en Ramala lo dirigía la cantante Maizie Williams.
Pese al ambiente ultra "seventies" del concierto --la interminable presentación del grupo, por ejemplo, con cada músico haciendo su solo--, la política del 2010 no estuvo completamente ausente del mismo.
"¡Amamos Palestina, los amamos a todos ustedes, pueblo de Palestina!", exclamó Maizie Williams, arrancando una ola de aplausos.
Y cuando el grupo entonó el himno reggae "No Woman No Cry", un espectador susurró: "Con esta canción no puede haber sino una reconciliación entre el Fatah (del presidente palestino Mahmud Abbas) y el Hamas (el movimiento islamista rival que dirige la franja de Gaza)".
Boney M, por prudencia o por consejos, se abstuvo de cantar uno de sus más grandes éxitos, "Rivers of Babylon" en la que se puede oír: "Yeah, we wept, when we rembered Zion" (Sí, lloramos cuando recordamos Sion), frase delicada, políticamente hablando, en la capital de Cisjordania.
Un apagón de electricidad en medio del concierto, que se realizó en un espacio abierto, le dio el toque típico y local a la velada.
El Festival Internacional de Música y Danza de Palestina tiene por objetivo llamar la atención sobre el problema de las restricciones para acceder al agua que tienen los palestinos.
El Festival se desarrolla en cinco ciudades de la Cisjordania ocupada y en el puerto de Haifa, en Israel, hasta el 24 de julio.
Entre los artistas invitados figuran Shadia Mansur, palestina nacida en Gran Bretaña, conocida como la "primera dama del hip hop árabe", quien abrió el lunes el Festival, el cantante de rai franco-argelino Faudel, el ballet español de Murcia, el compositor jordano Tariq Al Nasser, así como orquestas y grupos de danza palestinos.
Los organizadores esperan 13.000 visitantes.
En la multitud había palestinos de todas las generaciones, pero también muchos extranjeros e incluso israelíes que habían decidido infringir la prohibición oficial de entrar en los Territorios palestinos.
¿El precio a pagar por la nostalgia? 30 shekels (7,7 dólares, 6 euros), o sea diez veces menos que por un concierto rock del otro lado del Muro de seguridad que separa a Israel de la Cisjordania ocupada.
Boney M, un grupo caribeño fundado en Alemania y que acumuló discos de oro y de platino en los años 70 y 80, se separó en 1986, pero el nombre quedó como una especie de franquicia, por lo que los miembros originales del grupo presentan su respectivo "Boney M" a sus fanáticos del mundo entero.
El que se presentó en Ramala lo dirigía la cantante Maizie Williams.
Pese al ambiente ultra "seventies" del concierto --la interminable presentación del grupo, por ejemplo, con cada músico haciendo su solo--, la política del 2010 no estuvo completamente ausente del mismo.
"¡Amamos Palestina, los amamos a todos ustedes, pueblo de Palestina!", exclamó Maizie Williams, arrancando una ola de aplausos.
Y cuando el grupo entonó el himno reggae "No Woman No Cry", un espectador susurró: "Con esta canción no puede haber sino una reconciliación entre el Fatah (del presidente palestino Mahmud Abbas) y el Hamas (el movimiento islamista rival que dirige la franja de Gaza)".
Boney M, por prudencia o por consejos, se abstuvo de cantar uno de sus más grandes éxitos, "Rivers of Babylon" en la que se puede oír: "Yeah, we wept, when we rembered Zion" (Sí, lloramos cuando recordamos Sion), frase delicada, políticamente hablando, en la capital de Cisjordania.
Un apagón de electricidad en medio del concierto, que se realizó en un espacio abierto, le dio el toque típico y local a la velada.
El Festival Internacional de Música y Danza de Palestina tiene por objetivo llamar la atención sobre el problema de las restricciones para acceder al agua que tienen los palestinos.
El Festival se desarrolla en cinco ciudades de la Cisjordania ocupada y en el puerto de Haifa, en Israel, hasta el 24 de julio.
Entre los artistas invitados figuran Shadia Mansur, palestina nacida en Gran Bretaña, conocida como la "primera dama del hip hop árabe", quien abrió el lunes el Festival, el cantante de rai franco-argelino Faudel, el ballet español de Murcia, el compositor jordano Tariq Al Nasser, así como orquestas y grupos de danza palestinos.
Los organizadores esperan 13.000 visitantes.