"Reiteramos nuestra condena y rechazo a la decisión del Gobierno estadounidense sobre Jerusalén", dijo el monarca durante la reunión de jefes de Estado de la Liga Árabe celebrada en Dhahran, en el este de Arabia Saudí. "Confirmamos que Jerusalén Este es una parte inseparable del territorio palestino", añadió.
Además, Salman prometió destinar 150 milones de dólares (unos 120 millones de euros) para apoyar los bienes islámicos en Jerusalén.
El presidente estadounidense, Donald Trump, generó indignación en el mundo árabe hace meses cuando reconoció a Jerusalén como capital de Israel. Jerusalén es uno de los principales puntos de disputa entre israelíes y palestinos. Estos últimos reivindican Jerusalén Este como capital de un futuro Estado palestino independiente, mientras que los israelíes reclaman toda la ciudad para ellos.
La reunión anual de la Liga Árabe, compuesta por 22 países, se está viendo ensombrecida por el ataque de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra objetivos del Gobierno sirio. El ataque, llevado a cabo la madrugada del sábado, generó diferentes reacciones en el mundo árabe.
Los países del Golfo, sobre todo Arabia Saudí, apoyaron la intervención de Estados Unidos, pero otros como Líbano o Marruecos la condenaron. El presidente sirio, Bashar al Assad, no está invitado a la cumbre, que concluye mañana, pues su país fue suspendido de la organización en 2011.
Además, Salman prometió destinar 150 milones de dólares (unos 120 millones de euros) para apoyar los bienes islámicos en Jerusalén.
El presidente estadounidense, Donald Trump, generó indignación en el mundo árabe hace meses cuando reconoció a Jerusalén como capital de Israel. Jerusalén es uno de los principales puntos de disputa entre israelíes y palestinos. Estos últimos reivindican Jerusalén Este como capital de un futuro Estado palestino independiente, mientras que los israelíes reclaman toda la ciudad para ellos.
La reunión anual de la Liga Árabe, compuesta por 22 países, se está viendo ensombrecida por el ataque de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra objetivos del Gobierno sirio. El ataque, llevado a cabo la madrugada del sábado, generó diferentes reacciones en el mundo árabe.
Los países del Golfo, sobre todo Arabia Saudí, apoyaron la intervención de Estados Unidos, pero otros como Líbano o Marruecos la condenaron. El presidente sirio, Bashar al Assad, no está invitado a la cumbre, que concluye mañana, pues su país fue suspendido de la organización en 2011.