Pobres palestinos. Debería haber adivinado que algo estaba pasando el año pasado en Jerusalén cuando un periodista israelí me preguntó por la agencia de las naciones unidas para los refugiados palestinos (United Nations Relief and Works Agency, UNRWA), la agencia que ha estado cuidando a los palestinos durante 60 años. "Estoy seguro," me dijo, "de que tienen alguna conexión con el terrorismo, de que juegan un papel en mantener el terrorismo en marcha. ¿Que están haciendo realmente en Líbano?" En ese momento, todo esto me pareció un poco raro. Si hay una institución de la ONU que hace bien su trabajo, es la UNRWA, suministrando comida, educación, sanidad y otras cosas a millones de palestinos que perdieron-o que sus padres o abuelos perdieron-sus casas en 1948 y 1949 en lo que ahora es Israel.
Una visita a la mugre de los campos de Sabra y Shatila en Beirut, o al de Ain el-Helueh en Sidón, es suficiente para enseñarle a cualquiera que en medio de este océano de miseria y desesperación, la UNRWA representa la única simpatía colectiva del mundo, con insuficiente financiación, insuficiente cantidad de trabajadores, pobre como es. Aún así, ahora, la organización está siendo definida por un Israel de derechas y por sus partidarios(así se definen ellos mismos) como seres de la oscuridad, "deslegitimizadores", una red de apoyo a los palestinos que debe ser destruida no sea que los pobres de entre los pobres-incluyendo a los que están en la miseria de Gaza – se vuelvan adictos a sus servicios sociales. La UNRWA – me cuesta creer que esto es una cita real de un colega en una gran universidad de Estados Unidos, pero lo es – ha "creado el caldo de cultivo para el terrorismo internacional".
Supongo que podemos reír o llorar, pero esto viene de un artículo cruel- atroz - publicado en la revista American Commentary hace algunas semanas, escrito por un tal Michael Bernstam, un compañero en la Hoover Institution en Stanford. Lo destaco no porque sea extraño, sino porque representa una tendencia creciente y implacable en el pensamiento israelí derechista, el tipo de brutalidad que se engaña a si misma que en teoría va a convencernos de que el destino de los más pobres entre los pobres palestinos es la destrucción de sus campos. En su artículo, Bernstam llega a decir que "durante 60 años, la UNRWA ha estado pagando a cuatro generaciones de palestinos para que sigan siendo refugiados, reproduzcan refugiados y vivan en campos de refugiados", donde está, "de hecho, subvencionando un ciclo autodestructivo de violencia palestina, un baño de sangre interno y una guerra perpetua contra Israel". ¿Lo han entendido? Ahora la ONU es la fuente de todo el terror.
Hubo un tiempo en que todas estas tonterías habrían sido ignoradas pero ahora forman parte de un punto de vista cada vez más peligroso según el cual la caridad se transforma en el mal, en el cual la única institución que ayuda al 95 por ciento de los casi cinco millones de refugiados palestinos se convierte en un objetivo a abatir. Y desde que la UNRWA en Gaza fue, efectivamente un objetivo en la carnicería de 2008-9, esto es un rollo que asusta bastante.
Pero esperen. Sigue. "La fundación de la UNRWA creó un estado del bienestar permanente a nivel internacional en el que, simplemente dando subsidios a la mayoría de los palestinos ha eliminado los incentivos para el trabajo y la inversión...y ha creado el caldo de cultivo para el terrorismo internacional. Es este status ilimitado de refugiado, que pone pan en la mesa, en la casa sin alquiler, con toda una gama de servicios gratis." Esto permite a los palestinos – atención a estas palabras – una guerra permanente de refugiados que está alimentada por una peculiar reivindicación de derecho al retorno- la idea de que a los palestinos se les debería dar derecho a la tierra que ocupaban antes de la independencia de Israel".
Fíjense en esa palabra, "ocupaban". Lejos de poseer la tierra, la "ocupaban"! Tenían una "peculiar" reivindicación del derecho al retorno. Y- esperen al siguiente pedazo: "La reivindicación del derecho al retorno palestino está pensada para que una diáspora étnica, histórica, de los descendientes de unos refugiados permanentes repueblen el estado-nación de otro pueblo, Israel. Esto no es el derecho al retorno a un país, esto es el derecho al retorno de un país, una reconquista tras una guerra perdida, una reivindicación del derecho de revancha."
Y sigue y sigue y sigue ... la UNRWA debería ser disuelta, lo que "significaría el fin del apoyo de la organización mundial a la continuación de la agonía de los palestinos...Israel es obviamente inadecuado com país de reasentamiento porque la integración allí no es factible...en vez de perpetuar el callejón sin salida que el estado del bienestar a nivel internacional representa para los palestinos, acabar con el horrendo reinado de seis décadas de la UNRWA crearía en el acto las condiciones para un proceso de paz honesto, viable y con un significado a desarrollar en Oriente Medio".
Ahí lo tienen. El señor Bernstam debería encontrarse con el señor Gaddafi. Tienen mucho en común. Desprecio absoluto hacia los palestinos. Abuso total para una gente que han perdido su futuro y sus vidas.Abuso total para cualquiera que no sea de la tribu.¿No fue Gaddafi quien se inventó la palabra "Isratina"?