El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que Moscú apoya los esfuerzos de Riad de unir a la oposición siria y que tanto Salman como el presidente Vladimir Putin están a favor de un mayor diálogo entre las partes en conflicto. Rusia apoya al Gobierno sirio de Bashar al Assad con ataques aéreos.
Los analistas consideraron que el acercamiento a Rusia de Arabia Saudí, un tradicional aliado de Estados Unidos, representa un fuerte respaldo a Moscú en su pretensión de erigirse como potencia de gran influencia en el mundo árabe.
El rey Salman es el primer monarca saudí en visitar Rusia. "Esto solo (la visita) es un acontecimiento muy importante", dijo Putin, que estuvo en Riad en 2007, en la única visita de un mandatario ruso al país del Golfo.
El acercamiento tuvo además un componente militar y ambas delegaciones firmaron un memorándum sobre la posible venta de armas rusas a Arabia Saudí, según medios locales. Un acuerdo reciente similar entre Rusia y Turquía generó fuertes cuestionamientos en los países occidentales.
El rey Salman subrayó que las visiones de Moscú y Riad coinciden en muchos temas regionales. De todas formas, las diferencias que subsisten quedaron patentes a partir de la advertencia del monarca saudí a Irán, que dijo que Teherán no debe entrometerse en los conflicto regionales de Oriente Medio.
Rusia tiene una fuerte alianza con Irán en Siria, donde ambos apoyan al presidente Al Assad. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dejó sin embargo claro que la visita del monarca saudí no tendrá influencia en las relaciones entre Moscú y Teherán.
Irán es la principal potencia chiita de la región, que se disputa la soberanía regional con Arabia Saudí, principal exponente del sunismo.
El experto ruso Juri Barmin vinculó la visita de Salman con la creciente influencia de Rusia e Irán en Oriente Medio y un compromiso menor por parte de Estados Unidos en la región. "Los estadounidenses comenzaron a retirarse de Oriente Medio y eso se nota", dijo al diario "Nesavissimaia Gaseta".
"Las autoridades saudíes tienen claro que nadie fuera de Rusia los podrá ayudar a contrarrestar la influencia de Irán", apuntó.
En tanto, la politóloga Marianna Belenkaia consideró que la cooperación con Arabia Saudí es pragmática y también frágil. "El acercamiento entre Moscú y Riad es resultado sobre todo de la coincidencia de intereses políticos. Si estos intereses desaparecen, concluirá rápidamente", escribió.
Los analistas consideraron que también es pragmática la cooperación en el tema petrolero. Arabia Saudí, el mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y Rusia, importante país no miembro de la OPEP, consensuaron a comienzos de año recortar la extracción para frenar la caída de los precios.
El rey Salman elogió el acuerdo con Rusia y consideró que también ayuda a la economía mundial. En conjunto, ambos países representan el 25 por ciento de la producción petrolera mundial.
La antigua Unión Soviética fue el primer país en reconocer a Arabia Saudí en 1926, incluso antes del establecimiento oficial del reino en 1932.
Los analistas consideraron que el acercamiento a Rusia de Arabia Saudí, un tradicional aliado de Estados Unidos, representa un fuerte respaldo a Moscú en su pretensión de erigirse como potencia de gran influencia en el mundo árabe.
El rey Salman es el primer monarca saudí en visitar Rusia. "Esto solo (la visita) es un acontecimiento muy importante", dijo Putin, que estuvo en Riad en 2007, en la única visita de un mandatario ruso al país del Golfo.
El acercamiento tuvo además un componente militar y ambas delegaciones firmaron un memorándum sobre la posible venta de armas rusas a Arabia Saudí, según medios locales. Un acuerdo reciente similar entre Rusia y Turquía generó fuertes cuestionamientos en los países occidentales.
El rey Salman subrayó que las visiones de Moscú y Riad coinciden en muchos temas regionales. De todas formas, las diferencias que subsisten quedaron patentes a partir de la advertencia del monarca saudí a Irán, que dijo que Teherán no debe entrometerse en los conflicto regionales de Oriente Medio.
Rusia tiene una fuerte alianza con Irán en Siria, donde ambos apoyan al presidente Al Assad. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dejó sin embargo claro que la visita del monarca saudí no tendrá influencia en las relaciones entre Moscú y Teherán.
Irán es la principal potencia chiita de la región, que se disputa la soberanía regional con Arabia Saudí, principal exponente del sunismo.
El experto ruso Juri Barmin vinculó la visita de Salman con la creciente influencia de Rusia e Irán en Oriente Medio y un compromiso menor por parte de Estados Unidos en la región. "Los estadounidenses comenzaron a retirarse de Oriente Medio y eso se nota", dijo al diario "Nesavissimaia Gaseta".
"Las autoridades saudíes tienen claro que nadie fuera de Rusia los podrá ayudar a contrarrestar la influencia de Irán", apuntó.
En tanto, la politóloga Marianna Belenkaia consideró que la cooperación con Arabia Saudí es pragmática y también frágil. "El acercamiento entre Moscú y Riad es resultado sobre todo de la coincidencia de intereses políticos. Si estos intereses desaparecen, concluirá rápidamente", escribió.
Los analistas consideraron que también es pragmática la cooperación en el tema petrolero. Arabia Saudí, el mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y Rusia, importante país no miembro de la OPEP, consensuaron a comienzos de año recortar la extracción para frenar la caída de los precios.
El rey Salman elogió el acuerdo con Rusia y consideró que también ayuda a la economía mundial. En conjunto, ambos países representan el 25 por ciento de la producción petrolera mundial.
La antigua Unión Soviética fue el primer país en reconocer a Arabia Saudí en 1926, incluso antes del establecimiento oficial del reino en 1932.