"Nuevamente el ELN (Ejército de Liberación Nacional) hace un acto de total incoherencia, cuando dice permanentemente que quiere que busquemos la paz, pero esas palabras se contradicen con los hechos. Reanudar los diálogos va a ser muy difícil", dijo Santos.
El mandatario hizo la declaración al finalizar un consejo de seguridad en la oriental ciudad de Arauca, poco después de que el Ejército atribuyera al ELN dos ataques con explosivos cometidos hoy en una carretera del norte del país.
El primer ataque fue cometido contra un puente ubicado en el municipio de Pelaya, en el departamento caribeño de Cesar, que causó grandes daños materiales en una carretera que comunica a Bogotá con el litoral caribeño.
Otro atentado tuvo lugar cerca del municipio de Curumaní, también en Cesar, donde hombres armados ordenaron detener la marcha al chofer de un tracto camión, quien fue obligado a descender. El vehículo de carga fue atacado después con una carga explosiva.
Según la Primera División del Ejército, los ataques fueron cometidos por integrantes del "Frente Camilo Torres" del ELN (Ejército de Liberación Nacional).
En un comunicado divulgado la semana pasada, el ELN anunció una ofensiva a partir de hoy y hasta el próximo martes en medio de la crisis que vive el proceso de paz con el Gobierno colombiano.
El ELN señaló que la ofensiva consiste en un "paro armado", como la guerrilla denomina a las operaciones para atacar a quienes acudan a sus puestos de trabajo o se movilicen por carretera en sus zonas de influencia.
"Todas las estructuras del ELN han sido orientadas para cumplir dicha orden", afirmó el grupo armado.
Según el ELN, la orden de "paro armado" fue dada por la decisión del presidente Santos de suspender por tiempo indefinido el quinto ciclo de negociaciones entre las partes, cuyo inicio estaba previsto para el 10 de enero en Quito, sede del proceso de paz.
La negociación entre el Gobierno y el ELN empezó hace un año en la capital ecuatoriana y su primer avance fue un pacto de alto el fuego y de hostilidades que se cumplió entre el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero.
Ambas partes habían expresado su deseo de prorrogar el pacto cuando empezara la quinta ronda de negociaciones, lo cual estaba previsto para el 8 de enero.
No obstante, las dificultades empezaron cuando se postergó para el 10 de enero el inicio de esa ronda de diálogo, tras lo cual el ELN reanudó sus ataques, que dejaron ocho policías muertos y casi 50 heridos.
El mandatario hizo la declaración al finalizar un consejo de seguridad en la oriental ciudad de Arauca, poco después de que el Ejército atribuyera al ELN dos ataques con explosivos cometidos hoy en una carretera del norte del país.
El primer ataque fue cometido contra un puente ubicado en el municipio de Pelaya, en el departamento caribeño de Cesar, que causó grandes daños materiales en una carretera que comunica a Bogotá con el litoral caribeño.
Otro atentado tuvo lugar cerca del municipio de Curumaní, también en Cesar, donde hombres armados ordenaron detener la marcha al chofer de un tracto camión, quien fue obligado a descender. El vehículo de carga fue atacado después con una carga explosiva.
Según la Primera División del Ejército, los ataques fueron cometidos por integrantes del "Frente Camilo Torres" del ELN (Ejército de Liberación Nacional).
En un comunicado divulgado la semana pasada, el ELN anunció una ofensiva a partir de hoy y hasta el próximo martes en medio de la crisis que vive el proceso de paz con el Gobierno colombiano.
El ELN señaló que la ofensiva consiste en un "paro armado", como la guerrilla denomina a las operaciones para atacar a quienes acudan a sus puestos de trabajo o se movilicen por carretera en sus zonas de influencia.
"Todas las estructuras del ELN han sido orientadas para cumplir dicha orden", afirmó el grupo armado.
Según el ELN, la orden de "paro armado" fue dada por la decisión del presidente Santos de suspender por tiempo indefinido el quinto ciclo de negociaciones entre las partes, cuyo inicio estaba previsto para el 10 de enero en Quito, sede del proceso de paz.
La negociación entre el Gobierno y el ELN empezó hace un año en la capital ecuatoriana y su primer avance fue un pacto de alto el fuego y de hostilidades que se cumplió entre el 1 de octubre de 2017 y el pasado 9 de enero.
Ambas partes habían expresado su deseo de prorrogar el pacto cuando empezara la quinta ronda de negociaciones, lo cual estaba previsto para el 8 de enero.
No obstante, las dificultades empezaron cuando se postergó para el 10 de enero el inicio de esa ronda de diálogo, tras lo cual el ELN reanudó sus ataques, que dejaron ocho policías muertos y casi 50 heridos.