La presión internacional sobre Venezuela creció en los últimos días en foros como la Organización de Estados Americanos (OEA) que declarara una "grave alteración" a la Constitución luego de que el máximo tribunal se adjudicara temporalmente las funciones del parlamento.
"Saquen sus narices de Venezuela. Los rechazamos, porque en concierto promueven la intervención de Venezuela para simplemente satisfacer los intereses de Washington y los mandatos que les dan desde los Estados Unidos", dijo la canciller a medios estatales.
El presidente argentino Mauricio Macri dijo en una entrevista televisada que Venezuela "no califica como democracia" y en un comunicado, pidió a Caracas que permita que Henrique Capriles, inhabilitado por 15 años, opte a cargos de elección popular.
Colombia igualmente consideró que la sanción a este líder opositor "aumenta la polarización" en el país.
"Rechazamos y protestamos enérgicamente la posición transmitida por la Cancillería de Colombia y le decimos: vean su propia realidad, donde hay violación masiva de los derechos humanos, donde asesinan a dirigentes campesinos", dijo la ministra después de reunirse con líderes sindicales uruguayos.
La ministra Rodríguez también criticó a los gobierno de México y Brasil, considerados los principales promotores del debate sobre Venezuela en foros internacionales como la OEA y el Mercosur.
"A México le decimos: vean su propia realidad en lugar de estar de forma inmoral inmiscuyéndose en los asuntos internos de Venezuela", señaló. "¿Cómo Brasil, un gobierno de facto que dio un golpe de Estado contra una presidenta electa por más de 54 millones de brasileros, pretende de dar lecciones de democracia?", cuestionó después.