Sidney Lumet, un enamorado de Nueva York que escrutó sus luces y sombras


NUEVA YORK, Luis Torres de la Llosa, (AFP) - El cineasta estadounidense Sidney Lumet, que falleció este sábado en Nueva York a los 86 años, dedicó buena parte de su prolífica carrera --incluyendo sus filmes más famosos como "Sérpico o "Tarde de Perros"-- a escrutar las contrastadas realidades de la Gran Manzana.



Sidney Lumet
Sidney Lumet
Lumet murió a los 86 años en su domicilio de Manhattan a causa de un linfoma, anunció su hijastra Leslie Gimbel al New York Times.
Casi todas sus películas fueron rodadas en Nueva York, telón de fondo de casi toda su carrera artística. Confesaba su fascinación por la urbe de hierro, "su diversidad, sus numerosos barrios étnicos, sus artes y sus crímenes, su sofisticación y su corrupción, su belleza y su fealdad".
Sus películas se caracterizaron por el carácter intenso de los protagonistas, los diálogos inteligentes y la narrativa cautivante de sus guiones.
El cineasta nunca recibió un Oscar como director, pero fue nominado cuatro veces con "Doce Hombres Sin Piedad" (1957), "Tarde de Perros" (1975), "Network, un mundo implacable" (1976) y "Veredicto Final" (1982).
Sus filmes obtuvieron sin embargo seis Oscar en otros rubros y en 2005 recibió una estatuilla honorífica por el conjunto de su carrera.
Nacido en Filadelfia en 1924, hijo del actor Baruch Lumet y la bailarina Eugenia Wermus, Sidney se crió en un ambiente artístico y a los 4 años ya acompañaba a su padre en las tablas del Teatro Yiddish de Nueva York.
Antes de ser director fue durante quince años actor en el teatro y la radio, pero fue gracias a la televisión que alcanzó la fama por primera vez.
Debutó como director en las series "Danger" y "You are Here", antes de lanzarse a la pantalla grande con "Doce Hombres Sin Piedad", que ya abordaba algunos de los temas principales de su carrera: los sistemas de presión en la sociedad, la lucha por la tolerancia y la justicia.
Ese y otros filmes como "Network" llevan la marca indeleble del mundo de la televisión, regido por los implacables índices de audiencia.
También adaptó clásicos del teatro a la pantalla grande, como "La Gaviota" (1968) de Antón Chéjov y "Piel de Serpiente" (1959) de Tennessee Williams, con Marlon Brando --considerada un fracaso-- y "Una Mirada desde el Puente" de Arthur Miller (1961).
Abundó sobre todo en el género policial, con el éxito de taquilla "Supergolpe en Manhattan" (1971), y luego con Al Pacino en "Sérpico" o "Tarde de Perros", que lo convirtieron definitivamente en un clásico y donde mejor diseccionó el universo de Nueva York y las relaciones ocultas entre el hampa y la policía.
Después de esos éxitos, su carrera comenzó a declinar, a pesar de "Eqqus" (1977) --otra adaptación del teatro-- y a partir de la década de los ochenta su producción se hizo más escasa.
En "Negocios de Familia" (1989), con Sean Connery y Dustin Hoffman, volvió a pintar la realidad de Manhattan, esta vez desde el "Meat Packing District", el barrio de los frigoríficos, y su último gran éxito lo obtuvo con "Abogado del Diablo" (1993). "Before the Devil Knows you are Dead", rodada en 2007, fue su última película.
Sábado, 9 de Abril 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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