Este texto de compromiso aprobado tras efectuarse consultas a puerta cerrada, indica que el Consejo "acoge con satisfacción y apoya los esfuerzos de Rusia y Turquía para poner fin a la violencia en Siria e iniciar un proceso político" para solucionar el conflicto.
Además, el texto indica que se "toma nota" del acuerdo alcanzado por los dos países y presentado el 29 de diciembre.
El Consejo destacó la necesidad de aplicar "todas las resoluciones pertinentes de la ONU" sobre Siria.
La resolución subraya que las negociaciones previstas para enero en Astana "son una etapa importante en previsión de la reanudación de negociaciones (entre el gobierno y la oposición siria) bajo los auspicios de la ONU el 8 de febrero de 2017".
El Consejo reclama asimismo un "acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos" para asistir a la población civil.
En sus argumentos de voto, los representantes estadounidense, francés y británico lamentaron que ciertos detalles del acuerdo ruso-turco no les hubieran sido comunicados, entre ellos la lista precisa de los grupos armados involucrados en el alto el fuego.
"El texto del acuerdo ruso-turco presentado al Consejo (...) aún contiene zonas de sombra", advirtió el embajador adjunto francés Alexis Lamek.
Ante las reticencias de varios de los integrantes del Consejo, Rusia había modificado profundamente su proyecto de resolución inicial.
El conflicto en Siria, desencadenado en 2011 por los disparos contra soldados durante las manifestaciones en el país, se transformó en una compleja guerra que implica a numerosas potencias regionales e internacionales.
El alto el fuego que entró en vigor el jueves a medianoche (22H00 GMT) en todo el territorio de Siria excluye a los grupos jihadistas Estado Islámico y Fateh as-Sham(exfrente An Nusra la rama siria de Al Qaida). Esta medida debería ser el preludio de negociaciones de paz previstas para fines de enero en Kazajistán bajo la égida de Rusia, Irán y Turquía.
Además, el texto indica que se "toma nota" del acuerdo alcanzado por los dos países y presentado el 29 de diciembre.
El Consejo destacó la necesidad de aplicar "todas las resoluciones pertinentes de la ONU" sobre Siria.
La resolución subraya que las negociaciones previstas para enero en Astana "son una etapa importante en previsión de la reanudación de negociaciones (entre el gobierno y la oposición siria) bajo los auspicios de la ONU el 8 de febrero de 2017".
El Consejo reclama asimismo un "acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos" para asistir a la población civil.
En sus argumentos de voto, los representantes estadounidense, francés y británico lamentaron que ciertos detalles del acuerdo ruso-turco no les hubieran sido comunicados, entre ellos la lista precisa de los grupos armados involucrados en el alto el fuego.
"El texto del acuerdo ruso-turco presentado al Consejo (...) aún contiene zonas de sombra", advirtió el embajador adjunto francés Alexis Lamek.
Ante las reticencias de varios de los integrantes del Consejo, Rusia había modificado profundamente su proyecto de resolución inicial.
El conflicto en Siria, desencadenado en 2011 por los disparos contra soldados durante las manifestaciones en el país, se transformó en una compleja guerra que implica a numerosas potencias regionales e internacionales.
El alto el fuego que entró en vigor el jueves a medianoche (22H00 GMT) en todo el territorio de Siria excluye a los grupos jihadistas Estado Islámico y Fateh as-Sham(exfrente An Nusra la rama siria de Al Qaida). Esta medida debería ser el preludio de negociaciones de paz previstas para fines de enero en Kazajistán bajo la égida de Rusia, Irán y Turquía.