Siria divide profundamente a la comunidad internacional


PARÍS, (AFP) - Por separado, los miembros de la comunidad internacional condenan firmemente la sangrienta represión en Siria, pero en el plano internacional, y en particular en la ONU, los mismos países no logran ponerse de acuerdo para presionar al régimen del presidente Bashar al Asad.



Dmitri Medvedev, a la izquierda, y Bashar al Asad.
Dmitri Medvedev, a la izquierda, y Bashar al Asad.
El objetivo de la movilización diplomática es ejercer una presión política sobre el régimen de Bashar al Asad, sin medios coercitivos.
"El proyecto de resolución en debate en la ONU es un primer texto, una resolución declaratoria que no permite el recurso a la fuerza", destaca un alto responsable francés, que prefiere guardar el anonimato.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, dijo este martes que el proyecto de resolución sólo será sometido a votación si existe la garantía de una mayoría en el Consejo de Seguridad.
"No correremos el riesgo de someter a votación un proyecto de resolución que condene al régimen sirio si no logramos una mayoría suficiente. En la actualidad disponemos aparentemente de nueve votos en el Consejo de Seguridad, nos queda por convencer a Sudáfrica, India, Brasil y nos dedicamos a ello día tras día", declaró ante la cámara baja del parlamento francés.
De los 15 miembros del Consejo de Seguridad, son necesarios nueve votos a favor y ningún veto para que la resolución salga adelante.
Por el momento, la división es tan profunda que China y Rusia, ambos dotados del derecho de veto en el Consejo de Seguridad, boicotearon este fin de semana las discusiones a nivel de expertos sobre un proyecto de resolución contra Damasco.
Sus argumentos tradicionales son el principio de no injerencia, y el hecho, según Moscú, cercano del régimen de Damasco, de que la situación interna en Siria no amenaza la estabilidad regional y mundial.
Aprovechando la oposición frontal de esos dos pesos pesados, Brasil, Sudáfrica e India también se muestran contrarios a una resolución.
Los miembros europeos del Consejo de Seguridad --Francia, Gran Bretaña, Alemania y Portugal-- promueven la adopción de un texto que muestre que después de tres meses de revuelta duramente reprimida, el Consejo, garante de la estabilidad en el mundo, no puede hacer la vista gorda.
A diferencia de Libia, "la Liga Árabe no ha tomado posición" sobre Siria, y el miedo a la inestabilidad también produce divisiones, destacan fuentes diplomáticas.
"¿Provocaría un cambio de régimen en Siria una guerra civil en ese país? Si la respuesta es sí, entonces no hagamos nada", añaden las mismas fuentes.
Junto a Europa, Estados Unidos apoya la aprobación de una resolución y al igual que la UE ha adoptado sanciones contra altos funcionarios sirios.
"Debe haber una transición. Si el presidente Asad no dirige esa transición, entonces debe retirarse", repitió la Casa Blanca.
También a diferencia del líder libio Muamar Gadafi, al que la comunidad internacional aisló rápidamente, el presidente Bashar al Asad no lo ha sido, ni siquiera por quienes criticaron raudos su reacción al movimiento de protesta.
"No es demasiado tarde para Asad, pero el tiempo está contado", dijo recientemente una fuente cercana a la presidencia francesa. "Ha perdido su legitimidad actuando como lo ha hecho. ¿Hay alguna posibilidad de que la recupere? Sí. ¿Tenemos muchas esperanzas en ese sentido? No", añadió la fuente.
Martes, 14 de Junio 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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