Algunos hombres excavan fosas para más víctimas al norte de Alepo, en Siria
El primer ministro Wael Al Halaqi insistió de nuevo, en una declaración retransmitida en la televisión estatal, sobre la necesidad del "diálogo nacional" y aseguró que su país está cada día más cerca de la "victoria".
En 21 meses murieron unas 45.000 personas, el 90% de ellas (unas 40.000) sólo en 2012, indicó este lunes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que se basa en una amplia red de informantes en Siria.
Desde que empezó la revuelta popular contra el régimen de Bashar Al Asad, que luego se convirtió en conflicto armado, las autoridades de Damasco dicen luchar contra "grupos terroristas".
Halaqi volvió a rechazar cualquier tipo de "injerencia extranjera" y aseguró que los sirios resolverán ellos mismos la crisis.
Pero por el momento, la coalición que representa a la oposición se niega a sentarse a la mesa de negociaciones hasta que Bashar Al Asad deje el poder, en un país donde la violencia provoca cada día cerca de cien muertos.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe dijo el domingo haber hablado con Rusia y Siria sobre un plan para salir del conflicto que "podría ser aceptado por la comunidad internacional".
Rusia y China han bloqueado varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar al régimen de Damasco, pero recientemente Moscú parece estar dispuesta a aceptar una Siria sin Asad, según los expertos.
Brahimi propone "una solución política basada en la declaración de Ginebra que prevé un alto el fuego, la formación de un gobierno con plenos poderes y un plan para celebrar elecciones presidenciales o parlamentarias".
El emisario internacional no se pronunció sobre el destino de Bashar Al Asad, pero dijo que los sirios podrían optar por un cambio de régimen para pasar del sistema presidencial vigente a un sistema de tipo parlamentario.
Rechazo de la oposición
El plan adoptado el 30 de junio en Ginebra por el llamado Grupo de Acción para Siria preveía la formación de un gobierno de transición con plenos poderes, pero no mencionó la salida de Asad, la principal condición de la oposición para dialogar y terminar con el conflicto.
La coalición que representa a la oposición acaba de rechazar una invitación de Rusia para el diálogo previsto en el acuerdo de Ginebra y exige además a Moscú que se disculpe por su "injerencia" en Siria y por las "masacres" cometidas contra el pueblo "con armas rusas".
La situación en Siria es "muy mala y empeora cada día", advirtió Brahimi, que teme que el país se dirija hacia una situación como la de Somalia.
El conflicto sirio vivió un nuevo episodio trágico el domingo con el descubrimiento de unos treinta cadáveres de personas que fueron torturadas y desfiguradas, indicó el OSDH.
La red de militantes de oposición Comisión General de la Revolución Siria (CGRS) aseguró por su parte que se trata de medio centenar de cuerpos, "cuyas cabezas han sido cortadas y desfiguradas hasta tal punto que es imposible identificarlas".
La CGRS acusó a los chabiha, las milicias del régimen, de estar detrás de estas "ejecuciones sumarias".
Este lunes el ejército sirio bombardeó de nuevo varias localidades cercanas a Damasco mientras seguían llegando refuerzos militares a Daraya, una población cercana a la capital controlada por los rebeldes que el ejército intenta retomar desde hace varias semanas, indicó el OSDH.
Los tiros de artillería y de los cazabombarderos dejaron varias víctimas en todo el país, según esta ONG que recaba información a través de una red de médicos y activistas, y sólo el domingo murieron 160 personas, según la misma fuente.
En 21 meses murieron unas 45.000 personas, el 90% de ellas (unas 40.000) sólo en 2012, indicó este lunes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que se basa en una amplia red de informantes en Siria.
Desde que empezó la revuelta popular contra el régimen de Bashar Al Asad, que luego se convirtió en conflicto armado, las autoridades de Damasco dicen luchar contra "grupos terroristas".
Halaqi volvió a rechazar cualquier tipo de "injerencia extranjera" y aseguró que los sirios resolverán ellos mismos la crisis.
Pero por el momento, la coalición que representa a la oposición se niega a sentarse a la mesa de negociaciones hasta que Bashar Al Asad deje el poder, en un país donde la violencia provoca cada día cerca de cien muertos.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe dijo el domingo haber hablado con Rusia y Siria sobre un plan para salir del conflicto que "podría ser aceptado por la comunidad internacional".
Rusia y China han bloqueado varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar al régimen de Damasco, pero recientemente Moscú parece estar dispuesta a aceptar una Siria sin Asad, según los expertos.
Brahimi propone "una solución política basada en la declaración de Ginebra que prevé un alto el fuego, la formación de un gobierno con plenos poderes y un plan para celebrar elecciones presidenciales o parlamentarias".
El emisario internacional no se pronunció sobre el destino de Bashar Al Asad, pero dijo que los sirios podrían optar por un cambio de régimen para pasar del sistema presidencial vigente a un sistema de tipo parlamentario.
Rechazo de la oposición
El plan adoptado el 30 de junio en Ginebra por el llamado Grupo de Acción para Siria preveía la formación de un gobierno de transición con plenos poderes, pero no mencionó la salida de Asad, la principal condición de la oposición para dialogar y terminar con el conflicto.
La coalición que representa a la oposición acaba de rechazar una invitación de Rusia para el diálogo previsto en el acuerdo de Ginebra y exige además a Moscú que se disculpe por su "injerencia" en Siria y por las "masacres" cometidas contra el pueblo "con armas rusas".
La situación en Siria es "muy mala y empeora cada día", advirtió Brahimi, que teme que el país se dirija hacia una situación como la de Somalia.
El conflicto sirio vivió un nuevo episodio trágico el domingo con el descubrimiento de unos treinta cadáveres de personas que fueron torturadas y desfiguradas, indicó el OSDH.
La red de militantes de oposición Comisión General de la Revolución Siria (CGRS) aseguró por su parte que se trata de medio centenar de cuerpos, "cuyas cabezas han sido cortadas y desfiguradas hasta tal punto que es imposible identificarlas".
La CGRS acusó a los chabiha, las milicias del régimen, de estar detrás de estas "ejecuciones sumarias".
Este lunes el ejército sirio bombardeó de nuevo varias localidades cercanas a Damasco mientras seguían llegando refuerzos militares a Daraya, una población cercana a la capital controlada por los rebeldes que el ejército intenta retomar desde hace varias semanas, indicó el OSDH.
Los tiros de artillería y de los cazabombarderos dejaron varias víctimas en todo el país, según esta ONG que recaba información a través de una red de médicos y activistas, y sólo el domingo murieron 160 personas, según la misma fuente.