Fotografía del planeta Júpiter, con las lunas Io y Europa delante, tomada por la sonda Voyager.
Los científicos están intrigados por el reciente aumento en los rayos cósmicos que impactan en la nave espacial, que durante décadas ha captado imágenes de la Tierra y otros planetas del Sistema Solar, en su largo viaje hacia el espacio exterior.
"Los últimos datos de la sonda Voyager 1 nos indican que estamos claramente en una nueva región, donde las cosas están cambiando rápidamente", dijo en un comunicado Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California (CalTech), en Pasadena, California (oeste).
"Esto es muy emocionante. Nos estamos acercando a la frontera final del Sistema Solar".
Esos rayos cósmicos, que son partículas de alta energía aceleradas a casi la velocidad de la luz por supernovas distantes y agujeros negros, han estado bombardeando la nave con mayor frecuencia, dijo la NASA.
Los rayos cósmicos galácticos que impactaron en la sonda Voyager 1 aumentaron un 25% entre enero de 2009 y enero de 2012.
"Más recientemente, sin embargo, hemos visto un rápido incremento en esa parte del espectro de energía. A partir del 7 de mayo de 2012, el impacto de los rayos cósmicos ha aumentado un 5% en una semana y un 9% en un mes", dijo.
Estas señales pueden significar que la sonda Voyager está "al borde del hito de los 18.000 millones de kilómetros de la Tierra", dijo la NASA.
Los investigadores ya habían dicho que esperaban que la sonda Voyager 1 abandonara el Sistema Solar y entrara en el espacio interestelar -entre el final de la influencia del Sol y el siguiente sistema solar- en algún momento de los próximos dos años.
Según la NASA, la sonda Voyager 1 y la Voyager 2, su compañera -que ahora está a más de 14.700 millones de kilómetros del Sol- son "los dos representantes activos más distantes de la humanidad y su deseo de explorar".
"Los últimos datos de la sonda Voyager 1 nos indican que estamos claramente en una nueva región, donde las cosas están cambiando rápidamente", dijo en un comunicado Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California (CalTech), en Pasadena, California (oeste).
"Esto es muy emocionante. Nos estamos acercando a la frontera final del Sistema Solar".
Esos rayos cósmicos, que son partículas de alta energía aceleradas a casi la velocidad de la luz por supernovas distantes y agujeros negros, han estado bombardeando la nave con mayor frecuencia, dijo la NASA.
Los rayos cósmicos galácticos que impactaron en la sonda Voyager 1 aumentaron un 25% entre enero de 2009 y enero de 2012.
"Más recientemente, sin embargo, hemos visto un rápido incremento en esa parte del espectro de energía. A partir del 7 de mayo de 2012, el impacto de los rayos cósmicos ha aumentado un 5% en una semana y un 9% en un mes", dijo.
Estas señales pueden significar que la sonda Voyager está "al borde del hito de los 18.000 millones de kilómetros de la Tierra", dijo la NASA.
Los investigadores ya habían dicho que esperaban que la sonda Voyager 1 abandonara el Sistema Solar y entrara en el espacio interestelar -entre el final de la influencia del Sol y el siguiente sistema solar- en algún momento de los próximos dos años.
Según la NASA, la sonda Voyager 1 y la Voyager 2, su compañera -que ahora está a más de 14.700 millones de kilómetros del Sol- son "los dos representantes activos más distantes de la humanidad y su deseo de explorar".