El Falcon despegó como estaba previsto a las 01H21 (05H21 GMT) desde Cabo Cañaveral (Florida) y puso en órbita con éxito el satélite de comunicación japonés SKY perfect JSAT.
Entonces volvió atrás y logró un aterrizaje perfecto en una barcaza situada en el océano Atlántico, alentado por gritos de "¡USA, USA!" de los técnicos.
La compañía está intentando perfeccionar esta técnica de aterrizaje para poder reutilizar las partes de los cohetes en vez de dejarlas caer en el mar.
SpaceX tenía problemas con el Falcon porque tras poner el satélite en órbita había vuelto a la atmósfera a gran velocidad, lo que dificultaba el frenado. Pero finalmente el aterrizaje fue perfecto.
La compañía, propiedad de Elon Musk, ya hizo aterrizar dos veces con éxito el primer piso del Falcon 9. La primera fue en Florida y la segunda en una barcaza en el Atlántico, el pasado 9 de abril, después de que el cohete hubiera lanzado la cápsula de carga sin tripulación Dragon hacia la Estación Espacial Internacional.