"Mad Max: Fury Road", cuarto episodio de la saga postapocalíptica creada por el cineasta australiano George Miller, se impuso en el apartado técnico con seis premios.
El teatro Dolby vivió uno de los momentos más vibrantes de la noche cuando Leonardo DiCaprio tomó en sus manos el primer Óscar de su carrera gracias a "El renacido".
Brie Larson recibió una ovación similar al ser nombrada Mejor actriz por "La habitación", donde encarna a una madre secuestrada junto a su hijo.
El premio más importante del cine estadounidense recayó en "Spotlight", un drama que recrea cómo el periódico The Boston Globe destapó hace más de 15 años los crímenes sexuales cometidos por casi un centenar de curas.
La cinta, dirigida por Tom McCarthy y también premiada por su guión original, "dio voz" a los supervivientes de los abusos. Pero el Óscar debe convertirse ahora "en un coro que resuene y llegue hasta el Vaticano", pidió Michael Sugar, uno de sus productores.
"Papa Francisco: es tiempo de proteger a los niños y restaurar nuestra fe", lanzó, arrancando el aplauso del público.
Iñárritu y su cinta "El renacido" fueron los otros grandes protagonistas de la ceremonia. Aunque perdió el galardón más prestigioso, otorgó a DiCaprio lo que el actor llevaba tantos años persiguiendo: su primer Óscar.
"Mi sueño desde que tenía cuatro años ha sido contar historias. Esta cinta es ejemplar y podremos admirarla durante años. Nunca olvidaré esta aventura con Alejandro", reconoció.
El artista convenció a los votantes de la Academia interpretando al trampero Hugh Glass, uno de los exploradores más legendarios de la conquista del Lejano Oeste, cuyas hazañas sirvieron al cineasta para explorar los límites del ser humano.
El propio Iñárritu hizo historia igualando a los directores John Ford y Joseph L. Mankiewicz, ganadores de dos estatuillas de forma consecutiva. El mexicano ganó el año pasado por "Birdman".
"Cada película es como una canción y una canción no te puede gustar más que otra", dijo el mexicano, quien también aseguró que el mundo está ante la posibilidad de "liberarse de todo prejuicio", en un guiño a la controversia sobre la diversidad.
El mexicano Emmanuel Lubezki celebró asimismo ser el primer director de fotografía de Hollywood que recibe tres galardones consecutivos.
"La gran apuesta", candidata entre otros al premio más codiciado, solo fue recompensada por su guión adaptado.
La derrota de Sylvester Stallone dejó a más de uno con la boca abierta, después de que los expertos le dieran por ganador en la categoría de reparto por encarnar de nuevo a Rocky Balboa en "Creed".
Pero el británico Mark Rylance se lo arrebató por su interpretación en "Puente de espías", la cinta sobre la Guerra Fría dirigida por Steven Spielberg.
Alicia Vikander, en cambio, se impuso sin problemas por dar vida a la esposa del pintor danés Einar Wegener (Eddie Redmayne), una de las primeras personas en someterse a una operación de cambio de sexo, en "La chica danesa".
Pixar sumó un nuevo Óscar por la animada "Inside Out" y "Amy" fue el mejor documental.
Chile festejó por todo lo alto el triunfo de "Historia de un oso", un cortometraje de animación sobre un viejo oso que sale todos los días a la esquina de una transitada calle.
"Quiero dedicárselo a mi abuelo, que fue quien inspiró esta historia", dijo su cineasta Gabriel Osorio. "¡Viva Chile!", gritó el codirector, Pato Escala.
Colombia se quedó en cambio con las ganas de celebrar su primer Óscar a Mejor película de habla no inglesa por "El abrazo de la serpiente", que terminó en manos de la húngara "El hijo de Saúl", ambientada en el horror del campo de concentración de Auschwitz.
En la gala, que duró más de tres horas, se aludió continuamente a la falta de diversidad ante la ausencia de nominados negros en las categorías principales por segundo año consecutivo.
Su presentador, el humorista Chris Rock, no desperdició ninguna ocasión por burlarse de la situación que reina en la industria.
"Estoy en los Óscar de la Academia, también conocidos como los premios de los blancos. ¿Se dan cuenta de que si nominaran a los anfitriones, yo no habría conseguido este trabajo?", dijo.
Las críticas de Rock no impidieron que se vivieran decenas de momentos emotivos, como el protagonizado por el maestro italiano Ennio Morricone, que a sus 87 años recibió su primer Óscar por componer la música del western "The Hateful Eight".
Lady Gaga también puso en pie al teatro Dolby al interpretar la canción nominada "Til It Happens To You" y aparecer sobre el escenario con decenas de de víctimas de agresiones sexuales en campus universitarios. Su actuación fue presentada por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.
El teatro Dolby vivió uno de los momentos más vibrantes de la noche cuando Leonardo DiCaprio tomó en sus manos el primer Óscar de su carrera gracias a "El renacido".
Brie Larson recibió una ovación similar al ser nombrada Mejor actriz por "La habitación", donde encarna a una madre secuestrada junto a su hijo.
El premio más importante del cine estadounidense recayó en "Spotlight", un drama que recrea cómo el periódico The Boston Globe destapó hace más de 15 años los crímenes sexuales cometidos por casi un centenar de curas.
La cinta, dirigida por Tom McCarthy y también premiada por su guión original, "dio voz" a los supervivientes de los abusos. Pero el Óscar debe convertirse ahora "en un coro que resuene y llegue hasta el Vaticano", pidió Michael Sugar, uno de sus productores.
"Papa Francisco: es tiempo de proteger a los niños y restaurar nuestra fe", lanzó, arrancando el aplauso del público.
Iñárritu y su cinta "El renacido" fueron los otros grandes protagonistas de la ceremonia. Aunque perdió el galardón más prestigioso, otorgó a DiCaprio lo que el actor llevaba tantos años persiguiendo: su primer Óscar.
"Mi sueño desde que tenía cuatro años ha sido contar historias. Esta cinta es ejemplar y podremos admirarla durante años. Nunca olvidaré esta aventura con Alejandro", reconoció.
El artista convenció a los votantes de la Academia interpretando al trampero Hugh Glass, uno de los exploradores más legendarios de la conquista del Lejano Oeste, cuyas hazañas sirvieron al cineasta para explorar los límites del ser humano.
El propio Iñárritu hizo historia igualando a los directores John Ford y Joseph L. Mankiewicz, ganadores de dos estatuillas de forma consecutiva. El mexicano ganó el año pasado por "Birdman".
"Cada película es como una canción y una canción no te puede gustar más que otra", dijo el mexicano, quien también aseguró que el mundo está ante la posibilidad de "liberarse de todo prejuicio", en un guiño a la controversia sobre la diversidad.
El mexicano Emmanuel Lubezki celebró asimismo ser el primer director de fotografía de Hollywood que recibe tres galardones consecutivos.
"La gran apuesta", candidata entre otros al premio más codiciado, solo fue recompensada por su guión adaptado.
- Chile triunfa -
La derrota de Sylvester Stallone dejó a más de uno con la boca abierta, después de que los expertos le dieran por ganador en la categoría de reparto por encarnar de nuevo a Rocky Balboa en "Creed".
Pero el británico Mark Rylance se lo arrebató por su interpretación en "Puente de espías", la cinta sobre la Guerra Fría dirigida por Steven Spielberg.
Alicia Vikander, en cambio, se impuso sin problemas por dar vida a la esposa del pintor danés Einar Wegener (Eddie Redmayne), una de las primeras personas en someterse a una operación de cambio de sexo, en "La chica danesa".
Pixar sumó un nuevo Óscar por la animada "Inside Out" y "Amy" fue el mejor documental.
Chile festejó por todo lo alto el triunfo de "Historia de un oso", un cortometraje de animación sobre un viejo oso que sale todos los días a la esquina de una transitada calle.
"Quiero dedicárselo a mi abuelo, que fue quien inspiró esta historia", dijo su cineasta Gabriel Osorio. "¡Viva Chile!", gritó el codirector, Pato Escala.
Colombia se quedó en cambio con las ganas de celebrar su primer Óscar a Mejor película de habla no inglesa por "El abrazo de la serpiente", que terminó en manos de la húngara "El hijo de Saúl", ambientada en el horror del campo de concentración de Auschwitz.
- Nunca es tarde para ganar -
En la gala, que duró más de tres horas, se aludió continuamente a la falta de diversidad ante la ausencia de nominados negros en las categorías principales por segundo año consecutivo.
Su presentador, el humorista Chris Rock, no desperdició ninguna ocasión por burlarse de la situación que reina en la industria.
"Estoy en los Óscar de la Academia, también conocidos como los premios de los blancos. ¿Se dan cuenta de que si nominaran a los anfitriones, yo no habría conseguido este trabajo?", dijo.
Las críticas de Rock no impidieron que se vivieran decenas de momentos emotivos, como el protagonizado por el maestro italiano Ennio Morricone, que a sus 87 años recibió su primer Óscar por componer la música del western "The Hateful Eight".
Lady Gaga también puso en pie al teatro Dolby al interpretar la canción nominada "Til It Happens To You" y aparecer sobre el escenario con decenas de de víctimas de agresiones sexuales en campus universitarios. Su actuación fue presentada por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.