El Gobierno iraquí se opone totalmente al referéndum alegando que es inconstitucional. Algunos críticos de la votación temen que el ya inestable Irak pueda hundirse aun más y que se pueda ver entorpecida la lucha contra el grupo terorrista Estado Islámico (EI).
También son contrarios Turquía e Irán, vecinos de Irak y que temen que este referéndum anime a las minorías kurdas que viven en sus territorios a separarse y genere nuevas tensiones en la región.
Un alcalde kurdo afirmó hoy que la artilleria iraní disparó contra pueblos fronterizos. La poderosa Guardia Revolucionaria iraní inició hoy maniobras militares en una zona fronteriza con el Kurdistán iraquí, aunque aseguró que no tienen nada que ver con el referéndum del lunes.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, calificó por su parte el referéndum de "ilegal y nulo" y advirtió que en la región podría desatarse más el caos. Turquía ya había advertido de que podría imponer sanciones al Kurdistán por la votación.
Al referéndum están llamados cinco millones de kurdos y se espera que una gran mayoría vote a favor de separarse del resto de Irak. Tanto la ONU como Estados Unidos, un importante aliado de los kurdos del norte de Irak, se oponen a la votación.
El presidente kurdo, Massud Barzani, responsabilizó al Gobierno central de Irak de la celebración del referéndum por haber reprimido y perjudicado a los kurdos durante décadas.
"Hicimos todo lo que pudimos para encontrar una solución con Bagdad y la comunidad internacional", dijo Barzani. "Bagdad no nos aceptó y nos obligó a dar este paso", añadió, señalando que no hay vuelta atrás hacia esa "relación fracasada".
Barzani confió en que no haya enfrentamientos con el Ejército iraquí pero aseguró que los combatientes peshmerga kurdos están dispuestos a reaccionar ante cualquier ataque.
El líder kurdo quiso garantizar además a Turquía e Irán que serán un factor de estabilidad en la región que respetarán las fronteras internacionales. "Nuestro mensaje a nuestros vecinos es: esperamos tener excelentes relaciones con ellos", afirmó durante una rueda de prensa en Erbil.
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, prometió por su parte actuar para grantizar "la unidad del país y los intereses de todo su pueblo". En un mensaje televisado reiteró que la votación es inconstitucional y que afectará a la seguridad regional.
También son contrarios Turquía e Irán, vecinos de Irak y que temen que este referéndum anime a las minorías kurdas que viven en sus territorios a separarse y genere nuevas tensiones en la región.
Un alcalde kurdo afirmó hoy que la artilleria iraní disparó contra pueblos fronterizos. La poderosa Guardia Revolucionaria iraní inició hoy maniobras militares en una zona fronteriza con el Kurdistán iraquí, aunque aseguró que no tienen nada que ver con el referéndum del lunes.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, calificó por su parte el referéndum de "ilegal y nulo" y advirtió que en la región podría desatarse más el caos. Turquía ya había advertido de que podría imponer sanciones al Kurdistán por la votación.
Al referéndum están llamados cinco millones de kurdos y se espera que una gran mayoría vote a favor de separarse del resto de Irak. Tanto la ONU como Estados Unidos, un importante aliado de los kurdos del norte de Irak, se oponen a la votación.
El presidente kurdo, Massud Barzani, responsabilizó al Gobierno central de Irak de la celebración del referéndum por haber reprimido y perjudicado a los kurdos durante décadas.
"Hicimos todo lo que pudimos para encontrar una solución con Bagdad y la comunidad internacional", dijo Barzani. "Bagdad no nos aceptó y nos obligó a dar este paso", añadió, señalando que no hay vuelta atrás hacia esa "relación fracasada".
Barzani confió en que no haya enfrentamientos con el Ejército iraquí pero aseguró que los combatientes peshmerga kurdos están dispuestos a reaccionar ante cualquier ataque.
El líder kurdo quiso garantizar además a Turquía e Irán que serán un factor de estabilidad en la región que respetarán las fronteras internacionales. "Nuestro mensaje a nuestros vecinos es: esperamos tener excelentes relaciones con ellos", afirmó durante una rueda de prensa en Erbil.
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, prometió por su parte actuar para grantizar "la unidad del país y los intereses de todo su pueblo". En un mensaje televisado reiteró que la votación es inconstitucional y que afectará a la seguridad regional.