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Política
El teatro Bolshoi
Los inicios del Bolshoi: de un incendio a otro
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La compañía del Bolshoi ("grande" en ruso) fue fundada en 1776 por el príncipe Piotr Uurussov y estaba formada por medio centenar de actores, músicos y bailarines.
Su primer edificio se inauguró en 1780 en Moscú. En 1985, el teatro quedó destruido por un incendio y la compañía tuvo que trasladarse a un nuevo local que también fue pasto de las llamas durante la invasión napoleónica (1812).
Reconstruido en 1824, el Bolshoi pasa a formar parte en 1842 de la lista de teatros imperiales. Vuelve a incendiarse en 1853 y las obras pasan a representarse en el teatro Maly ("pequeño").
En 1856, la compañía del Bolshoi se instala en su sede definitiva, cerca del Kremlin. De estilo clásico, en la fachada del teatro destacan sus columnas, sobre las cuales hay una escultura del dios Apolo sobre una cuadriga. Toda la sala es de terciopelo y oro.
El Bolshoi y la URSS
Tras la Revolución de Octubre de 1917, el Bolshoi acoge el 21 de noviembre su primera representación en la Rusia soviética: Aida de Verdi. Su escena sirvió también de lugar de reunión para los bolcheviques. En enero de 1924, se anuncia allí la muerte de Lenin.
Con Stalin, se purga el repertorio de obras consideradas burguesas y se revisan los textos.
En los momentos menos tensos de la Guerra Fría, el palco del zar del Bolshoi recibe a jefes de Estado occidentales, como el francés Charles de Gaulle y los estadounidenses John F. Kennedy y Ronald Reagan.
La compañía comienza a ser reconocida internacionalmente cuando a partir de 1956 realiza sus primeras representaciones en el extranjero (Milán, París, Viena).
El Bolshoi postsoviético
Tras la caída de la URSS en 1991, el Bolshoi sigue siendo considerado una referencia, aunque algunos critiquen el clasicismo de su repertorio, revolucionado finalmente a partir de los años 2000.
El edificio, en cambio, se desmorona: su sistema eléctrico data de 1935, sus cimientos de madera están podridos, su acústica es deficiente tras la construcción del metro en los años 1930.
En 2005, el Bolshoi cierra para iniciar reformas colosales que durarán seis años (el doble de lo previsto) y cuyo coste ascenderá a 500 millones de euros (708 millones de dólares).
Se rehacen los dorados, siguiendo el método antiguo (mezclando huevos y vodka), se instalan paneles de pino para mejorar la acústica y se desmontan los símbolos soviéticos.
Tras la gala de este viernes, la temporada abrirá el 2 de noviembre con "Ruslan y Liudmila" de Glinka, con la puesta en escena a cargo de Dimitri Sherniakov.
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La compañía del Bolshoi ("grande" en ruso) fue fundada en 1776 por el príncipe Piotr Uurussov y estaba formada por medio centenar de actores, músicos y bailarines.
Su primer edificio se inauguró en 1780 en Moscú. En 1985, el teatro quedó destruido por un incendio y la compañía tuvo que trasladarse a un nuevo local que también fue pasto de las llamas durante la invasión napoleónica (1812).
Reconstruido en 1824, el Bolshoi pasa a formar parte en 1842 de la lista de teatros imperiales. Vuelve a incendiarse en 1853 y las obras pasan a representarse en el teatro Maly ("pequeño").
En 1856, la compañía del Bolshoi se instala en su sede definitiva, cerca del Kremlin. De estilo clásico, en la fachada del teatro destacan sus columnas, sobre las cuales hay una escultura del dios Apolo sobre una cuadriga. Toda la sala es de terciopelo y oro.
El Bolshoi y la URSS
Tras la Revolución de Octubre de 1917, el Bolshoi acoge el 21 de noviembre su primera representación en la Rusia soviética: Aida de Verdi. Su escena sirvió también de lugar de reunión para los bolcheviques. En enero de 1924, se anuncia allí la muerte de Lenin.
Con Stalin, se purga el repertorio de obras consideradas burguesas y se revisan los textos.
En los momentos menos tensos de la Guerra Fría, el palco del zar del Bolshoi recibe a jefes de Estado occidentales, como el francés Charles de Gaulle y los estadounidenses John F. Kennedy y Ronald Reagan.
La compañía comienza a ser reconocida internacionalmente cuando a partir de 1956 realiza sus primeras representaciones en el extranjero (Milán, París, Viena).
El Bolshoi postsoviético
Tras la caída de la URSS en 1991, el Bolshoi sigue siendo considerado una referencia, aunque algunos critiquen el clasicismo de su repertorio, revolucionado finalmente a partir de los años 2000.
El edificio, en cambio, se desmorona: su sistema eléctrico data de 1935, sus cimientos de madera están podridos, su acústica es deficiente tras la construcción del metro en los años 1930.
En 2005, el Bolshoi cierra para iniciar reformas colosales que durarán seis años (el doble de lo previsto) y cuyo coste ascenderá a 500 millones de euros (708 millones de dólares).
Se rehacen los dorados, siguiendo el método antiguo (mezclando huevos y vodka), se instalan paneles de pino para mejorar la acústica y se desmontan los símbolos soviéticos.
Tras la gala de este viernes, la temporada abrirá el 2 de noviembre con "Ruslan y Liudmila" de Glinka, con la puesta en escena a cargo de Dimitri Sherniakov.
