Los peshmerga se retiraron de la ciudad yazidí de Sinyar, afirmaron fuentes militares, tras lo cual entraron en ella fuerzas gubernamentales. Según testigos, numerosas familias de la minoría yazidí huyeron de la población en dirección a la región autónoma kurda.
Las fuerzas kurdas liberaron Sinyar a finales de 2015 de la milicia terrorista Estado Islámico (EI), que estaba masacrando a los yazidíes. Tras ello los kurdos y el Gobierno de Bagdad se disputaban la zona.
Los kurdos se retiraron también de los campos petroleros de Avana y Bai Hassan, al noreste de Kirkuk. Las tropas del Gobierno iraquí consiguieron entrar el lunes en esta última ciudad.
La campaña que están llevando a cabo el Ejército y las milicias de las Unidades de Movilización Popular tiene como objetivo recuperar el control de las zonas controladas por los kurdos fuera de la región autónoma del Kurdistán.
El Gobierno responde así al referéndum celebrado a finales de septiembre por los kurdos sin contar con la aprobación de Bagdad, en el que el 92 por ciento votó a favor de la independencia.
Rusia llamó hoy al diálogo a las partes en conflicto y pidió que alcancen un compromiso en el marco de la Constitución. Moscú tiene estrechas relaciones tanto con el Gobierno de Bagdad como con los kurdos y cuenta con un consulado en la capital kurda, Erbil.
Según el viceminitro de Exteriores, Mijail Bodanov, a Moscú le preocupa la seguridad de los trabajadores que tienen en el norte de Irak las grandes petroleras rusas, como Rosneft, Gazprom Neft y Lukoil. Llegado el caso, adoptarían medidas para garantizar su seguridad o les sacarían del país.
Estados Unidos, por su parte, aseguró que permanecerá neutral ante la escalada militar. "No tomaremos partido", dijo el presidente, Donald Trump, durante una conferencia de prensa en Washington. Estados Unidos tiene "muy buenas relaciones" con el Gobierno iraquí y también con los kurdos, explicó.
"Jamás debimos estar allí", manifestó en referencia a la entrada de tropas estadounidenses en 2003 en Irak. "Pero no tomaremos partido".
Estados Unidos está muy preocupado por la situación en Irak, comentó por su parte la portavoz del Departamento de Estado Heather Nauert. "Observamos minuciosamente la situación y llamamos a todas las partes a coordinar sus actividades militares y restablecer la calma", dijo Nauert.
Las fuerzas kurdas liberaron Sinyar a finales de 2015 de la milicia terrorista Estado Islámico (EI), que estaba masacrando a los yazidíes. Tras ello los kurdos y el Gobierno de Bagdad se disputaban la zona.
Los kurdos se retiraron también de los campos petroleros de Avana y Bai Hassan, al noreste de Kirkuk. Las tropas del Gobierno iraquí consiguieron entrar el lunes en esta última ciudad.
La campaña que están llevando a cabo el Ejército y las milicias de las Unidades de Movilización Popular tiene como objetivo recuperar el control de las zonas controladas por los kurdos fuera de la región autónoma del Kurdistán.
El Gobierno responde así al referéndum celebrado a finales de septiembre por los kurdos sin contar con la aprobación de Bagdad, en el que el 92 por ciento votó a favor de la independencia.
Rusia llamó hoy al diálogo a las partes en conflicto y pidió que alcancen un compromiso en el marco de la Constitución. Moscú tiene estrechas relaciones tanto con el Gobierno de Bagdad como con los kurdos y cuenta con un consulado en la capital kurda, Erbil.
Según el viceminitro de Exteriores, Mijail Bodanov, a Moscú le preocupa la seguridad de los trabajadores que tienen en el norte de Irak las grandes petroleras rusas, como Rosneft, Gazprom Neft y Lukoil. Llegado el caso, adoptarían medidas para garantizar su seguridad o les sacarían del país.
Estados Unidos, por su parte, aseguró que permanecerá neutral ante la escalada militar. "No tomaremos partido", dijo el presidente, Donald Trump, durante una conferencia de prensa en Washington. Estados Unidos tiene "muy buenas relaciones" con el Gobierno iraquí y también con los kurdos, explicó.
"Jamás debimos estar allí", manifestó en referencia a la entrada de tropas estadounidenses en 2003 en Irak. "Pero no tomaremos partido".
Estados Unidos está muy preocupado por la situación en Irak, comentó por su parte la portavoz del Departamento de Estado Heather Nauert. "Observamos minuciosamente la situación y llamamos a todas las partes a coordinar sus actividades militares y restablecer la calma", dijo Nauert.