Brennan ya no podrá tener acceso a información secreta, leyó Sanders una declaración de Trump. La objetividad y credibilidad del ex jefe de la CIA son puestas en duda por su pasado, indicó Sanders.
Además Brennan utilizó su estatus de ex alto miembro gubernamental para elevar una serie de acusaciones "injustificadas y desvergonzadas" contra el Gobierno de Trump, sostuvo.
El ex jefe de la CIA mostró un "comportamiento errático", argumentó la portavoz de Trump, y lo acusó además de mentir.
El permiso de seguridad (en inglés, security clearance) confiere un estatus especial que se concede tras una prueba muy exhaustiva y que le otorga a miembros del Gobierno por ejemplo acceso a informaciones confidenciales.
Por lo general los ex altos funcionarios de los servicios secretos lo mantienen y pueden seguir consultando documentos, por ejemplo para asesorar a sus sucesores en las fases de transición o para cooperar con empresas en cuestiones de seguridad.
Brennan, quien fue jefe de la CIA desde 2013 a principios de 2017, acusó a Trump de "traición" luego de su controvertida conferencia de prensa con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Tras reunirse con el mandatario ruso en Helsinki, Trump se había pronunciado en contra de la valoración de sus propios servicios secretos, según la cual Rusia tuvo injerencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.
Sanders negó que la revocación de la credencial de seguridad de Brennan fuera un intento de Trump de tomar medidas contra voces críticas.
La Casa Blanca evalúa además si otros ex altos funcionarios perderán este permiso. Sanders nombró al ex jefe del FBI James Comey, al ex coordinador de inteligencia James Clapper, al ex director de la NSA Michael Hayden, a la ex subsecretaria de Justicia Sally Yates, al ex vicedirector del FBI Andrew McCabe y a la ex asesora de seguridad nacional Susan Rice.
Todos ellos fueron designados por el antecesor de Trump, Barack Obama, y tienen posiciones muy críticas hacia el jefe de Estado republicano.
Asimismo podrían verse afectados el ex empleado del Buró Federal de Investigaciones (FBI) Peters Strzok y la ex abogada del FBI Lisa Page.
Strzok fue uno de los investigadores en el caso de los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado demócrata Hillary Clinton y posteriormente fue parte de la pesquisa que indaga si el equipo de campaña de Trump estuvo involucrado en la supuesta influencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
Pero Strzok abandonó el equipo del investigador especial Robert Mueller en julio de 2017, luego de que salieran a la luz mensajes de texto que intercambió con Page, con quien mantuvo un romance.
Strzok dijo en su momento que detendrían a Trump para que no se convirtiera en presidente, en respuesta a un mensaje en el que Page escribió: "(Trump) nunca se convertirá en presidente, ¿verdad? ¿verdad?"
"No, no, no lo será. Lo frenaremos", respondió Strzok.
El presidente consideró que esto muestra que la investigación sobre Rusia es políticamente motivada.
Además Brennan utilizó su estatus de ex alto miembro gubernamental para elevar una serie de acusaciones "injustificadas y desvergonzadas" contra el Gobierno de Trump, sostuvo.
El ex jefe de la CIA mostró un "comportamiento errático", argumentó la portavoz de Trump, y lo acusó además de mentir.
El permiso de seguridad (en inglés, security clearance) confiere un estatus especial que se concede tras una prueba muy exhaustiva y que le otorga a miembros del Gobierno por ejemplo acceso a informaciones confidenciales.
Por lo general los ex altos funcionarios de los servicios secretos lo mantienen y pueden seguir consultando documentos, por ejemplo para asesorar a sus sucesores en las fases de transición o para cooperar con empresas en cuestiones de seguridad.
Brennan, quien fue jefe de la CIA desde 2013 a principios de 2017, acusó a Trump de "traición" luego de su controvertida conferencia de prensa con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Tras reunirse con el mandatario ruso en Helsinki, Trump se había pronunciado en contra de la valoración de sus propios servicios secretos, según la cual Rusia tuvo injerencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.
Sanders negó que la revocación de la credencial de seguridad de Brennan fuera un intento de Trump de tomar medidas contra voces críticas.
La Casa Blanca evalúa además si otros ex altos funcionarios perderán este permiso. Sanders nombró al ex jefe del FBI James Comey, al ex coordinador de inteligencia James Clapper, al ex director de la NSA Michael Hayden, a la ex subsecretaria de Justicia Sally Yates, al ex vicedirector del FBI Andrew McCabe y a la ex asesora de seguridad nacional Susan Rice.
Todos ellos fueron designados por el antecesor de Trump, Barack Obama, y tienen posiciones muy críticas hacia el jefe de Estado republicano.
Asimismo podrían verse afectados el ex empleado del Buró Federal de Investigaciones (FBI) Peters Strzok y la ex abogada del FBI Lisa Page.
Strzok fue uno de los investigadores en el caso de los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado demócrata Hillary Clinton y posteriormente fue parte de la pesquisa que indaga si el equipo de campaña de Trump estuvo involucrado en la supuesta influencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
Pero Strzok abandonó el equipo del investigador especial Robert Mueller en julio de 2017, luego de que salieran a la luz mensajes de texto que intercambió con Page, con quien mantuvo un romance.
Strzok dijo en su momento que detendrían a Trump para que no se convirtiera en presidente, en respuesta a un mensaje en el que Page escribió: "(Trump) nunca se convertirá en presidente, ¿verdad? ¿verdad?"
"No, no, no lo será. Lo frenaremos", respondió Strzok.
El presidente consideró que esto muestra que la investigación sobre Rusia es políticamente motivada.