Así lo contemplan tanto el borrador de las directrices de la negociación que presentó hoy el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, como el borrador de una resolución parlamentaria que fue presentado hoy en el Parlamento Europeo.
La postura unilateral de Reino Unido no permite llegar más allá, justificó Tusk al presentar el proyecto en Luxemburgo. "Espero que sea lo suficientemente ambicioso y avanzado, pero sólo será un acuerdo comercial", señaló Tusk.
El documento supone así una negativa a la propuesta que hizo el viernes la primera ministra Theresa May, al apuntar a una profunda cooperación sin precedentes que suponía prácticamente que Londres siguiera teniendo acceso al mercado único en determinados sectores.
Tusk cierra la puerta a esta propuesta en el borrador que ahora van a debatir los 27 países restantes del bloque, y al que tuvo acceso dpa.
El documento señala que la postura británica limita en sí misma la profundización de las futuras relaciones debido, entre otras cosas, al deseo de Londres de abandonar el mercado único y la unión aduanera tras su salida de la UE en 2019. "Eso, lamentablemente, tendrá consecuencias económicas negativas", afirma el texto.
Reino Unido quiere salir del mercado único para limitar la inmigración procedente de la UE y también la unión aduanera para tener sus propios acuerdos comerciales bilaterales con terceros países. Pese a todo, May busca mantener un comercio lo más fluido posible y mantener las cadenas de suministro y producción transfronterizas, por lo que la UE le acusa de querer "escoger lo que le conviene".
La UE propone un acuerdo comercial mucho más modesto. "Ese acuerdo no puede ofrecer las mismas ventajas que una membresía y no puede significar que participa del mercado único, ni siquiera parcialmente".
En ello insistió Tusk en la rueda de prensa que ofreció en Luxemburgo: "No hay posibilidad de crear una especie de mercado único sólo para algunos sectores de la economía". Sin embargo la UE busca una cooperación lo más estrecha posible. "La propuesta muestra que no queremos un muro entre la UE y Reino Unido. Reino Unido será nuestro vecino y queremos seguir siendo amigos".
Además, el borrador de la UE deja una puerta abierta: si Londres reconsidera su propuesta, la UE también está dispuesta a hacerlo.
Como puntos clave de un futuro acuerdo, el texto menciona una cooperación aduanera sin cuotas y aranceles, la limitación de otro tipo de obstáculos comerciales, o la posibilidad de ofrecer servicios, pero sólo en el marco de lo que lo podría hacer un país tercero y teniendo en cuenta que tras el "Brexit" en Reino Unido no estarán vigentes las mismas normas que rigen en la Unión Europea.
También el Parlamento Europeo respalda hoy esa postura en el borrador que presentó hoy: el texto señala que la mejor opción sería la permanencia de Reino Unido en el mercado único y la unión aduanera, lo que permitiría mantener a Londres sus ventajas en las relaciones económicas. Sin embargo, al pedir Londres salir de ambas, sólo queda la opción de un acuerdo comercial, complementado por acuerdos en campos como seguridad, política exterior o defensa.
Un acuerdo comercial sólo permitiría un acceso limitado a los servicios financieros, añade. Reino Unido perdería los llamados derechos de establecimiento de empresas de servicios financieros y el derecho a fundar filiales europeas legisladas por el derecho británico. Además se restablecerían los controles aduaneros en las fronteras, lo que obstaculizaría la cadena de suministro global, incluso aunque no hubiera aranceles.
Por el contrario, May había propuesto un modelo que garantizaría acceso al sector de los servicios financieros, que es el principal sector económico para el país.
Precisamente su canciller del Tesoro, Philip Hammond, advirtió hoy en Londres que las negociaciones podrían fracasar si en el acuerdo futuro no se incluyen importantes servicios financieros. "Sólo habrá un acuerdo comercial si es justo y se compensan los intereses de las dos partes", dijo hoy.
El sector, que incluye la actividad bancaria, de aseguradoras y universidades, hospitales privados, bufetes de arquitectos y agencias de publicidad, supone en torno al 80 por ciento del valor añadido que crea el país.
Durante su discurso el viernes, May había reconocido también por primera vez la posibilidad de que el "Brexit" tuviera consecuencias negativas. Para evitarlas, anunció mantener en lo posible los estándares europeos en cuestiones como ayudas estatales, competencia, derecho laboral y medioambiental.
Sin embargo, la Comisión Europea llegó a la conclusión de que el discurso de May no suponía ningún cambio de fondo y que sólo quería quedarse con los aspectos positivos que más le convenían.