Un castillo medieval acoge la obra cruel y lúdica de Niki de Saint Phalle


Un castillo medieval cerca de Metz (noreste) acoge la primera gran exposición dedicada en Francia desde hace 30 años a la artista Niki de Saint Phalle, que emergió en los años 60 como una poderosa figura en el mundo del arte, siempre predominantemente masculino.



Un castillo medieval acoge la obra cruel y lúdica de Niki de Saint Phalle
METZ, Ana María Echeverría, (AFP) - Lúdicas esculturas de la serie de "Nanas", que son un canto a la femineidad triunfante, o gigantescas piezas de "Los Jardines del Tarot" adornan el patio del castillo de Malbrouk, donde se inauguró el fin de semana la exposición con unas 60 obras de la artista franco-estadounidense, que murió en 2002.
En las torres del castillo, situado cerca de las fronteras con Luxemburgo y Alemania, el visitante se topa con algunos de sus tótems o con coloridas figuras, como su "Pájaro enamorado", que expresan la personalidad rebelde, apasionada y enigmática de la artista, que habría festejado este año su 80 aniversario.
En las salas oscuras del castillo, situado en una colina y que fue totalmente restaurado hace una decena de años, se exhibe uno de sus famosos relieves fabricados con objetos violentos, como navajas, tijeras y pistolas.
También se exponen algunas de sus primeras pinturas de la serie "del disparo" --cuadros contra los que la artista, y el público, disparaban con un rifle-- así como algunos de sus filmes, que levantan un velo sobre el lado oscuro de De Saint Phalle, que empezó a pintar en 1953, tras una fuerte crisis emocional, como una manera de luchar contra la locura.
Su padre, un católico burgués y estricto, "abusó sexualmente de ella", explicó a la AFP su nieta, Bloum Cárdenas.
La mayor parte de obras expuestas en el castillo proviene de una Fundación creada antes de su muerte por De Saint Phalle, la Niki Charitable Art Foundation, con sede en California, que es dirigida ahora por Cárdenas.
Interrogada sobre porqué Francia ha dedicado pocas exposiciones a De Saint Phalle, que en cambio ha sido consagrada con retrospectivas en Japón y en Gran Bretaña y con exposiciones itinerantes en Europa y varios países de Sudamérica --Brasil, Chile, Colombia-- y de América Central, Cardenas opina que su abuela "molesta a la élite cultural dominante".
"La última gran exposición sobre Niki de Saint Phalle fue una retrospectiva en el Centro Georges Pompidou, en 1980", recordó Cárdenas, reiterando que la obra llena de poesía, cólera y humor y la personalidad de su abuela "sigue molestando al establecimiento cultural parisino, predominantemente masculino".
"Algunos consideran que el hecho de que la gente disfrute con la obra de Niki --por ejemplo sus Nanas o la fuente Stravinsky, frente al Centro Pompidou-- la vuelve a ella una 'artista popular', o sea, no digna de museos", dice.
"Les cuesta mucho reconocer su papel en la historia del arte del siglo XX", agrega Cárdenas, quien también es artista.
Subraya que su abuela, cuyo segundo esposo y "gran cómplice" fue el escultor suizo Jean Tinguely, "habría estado encantada" de ver sus obras expuestas en este castillo medieval, cuyas torres tienen nombres como "torre de la bruja", "torre de la linterna" o "torre de la roca calva".
La exposición, cuya escenografía es obra del argentino Marcelo Zitelli, quien fue asistente de De Saint Phalle durante 16 años, hasta su muerte, estará abierta al público hasta el 29 de agosto.
Lunes, 12 de Abril 2010
AFP, Agence France-Presse
           


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