"Me opongo a la extradición", dijo el excapitán de la guardia civil Jesús Muñecas Aguilar, de 75 años, al ser preguntado por el juez Alfonso Guevara, presidente del tribunal de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española), encargado de decidir sobre su entrega.
Muñecas, que fue condenado en España por su implicación en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, compareció ante este tribunal tras haber rechazado el 5 de diciembre pasado su extradición en una vista celebrada para preguntarle si aceptaba o no su entrega.
El excapitán se limitó a añadir este jueves que no tiene "ninguna relación con el Estado argentino", en respuesta a una pregunta del fiscal, Pedro Martínez, quien también se opone a su extradición.
La fiscalía considera que la justicia española es preferente para juzgar el delito de torturas por el que está reclamado Muñecas, el cual también habría prescrito.
El fiscal sugirió la posibilidad de que el Estado argentino denuncie el caso ante los tribunales españoles, lo que permitiría a los denunciantes "ser oídos ante un tribunal español (...) y de alguna manera satisfacer ese deseo de justicia que les ha llevado a presentar la querella en Argentina".
Muñecas está reclamado por la jueza argentina María Servini de Cubría, por un delito de torturas en el marco de la investigación que abrió en 2010 por "delitos de genocidio y/o lesa humanidad" en los años del franquismo (1939-1975) y la guerra civil española (1936-1939).
La jueza argentina le imputa un delito de torturas cometidas contra un detenido en 1968 en un cuartel de la Guardia Civil del País Vasco (norte), lo cual fue rechazado por el abogado defensor de Muñecas.
El letrado afirmó tener la "seguridad absoluta de que nunca ha participado (su defendido) en hechos como los que se relatan en la demanda extradicional" y el propio acusado intentó negar que conociera a la víctima, aunque el juez Guevara le cortó.
La defensa insistió asimismo en que los tribunales de Argentina no gozan de jurisdición.
Las asociaciones de víctimas acudieron a Argentina por las dificultades para llevar el caso ante la justicia española, escudada en una ley de Amnistía de 1977 que, en un esfuerzo por allanar el camino hacia la democracia, cubrió "todos los actos de intencionalidad política" anteriores a ese año.
Ante la sede de la Audiencia Nacional se concentraron este jueves una treintena de víctimas del franquismo coreando lemas como "Tenemos memoria, queremos justicia" o "Hay que juzgar al franquismo criminal".
Los manifestantes, ondeando una bandera republicana, desplegaron una pancarta con fotos de víctimas y se mostraron pesimistas respecto a la posibilidad de que sea extraditado.
"Estamos convencidos de que no va a ser extraditado", dijo Felisa Echegoyen, de 66 años, que en 1974 fue víctima de Juan Antonio González Pacheco, alias "Billy el Niño", que también ha sido reclamado por la jueza Servini.
La magistrada argentina lo reclama por su presunta participación en las torturas a trece detenidos entre 1971 y 1975.
González, exinspector de policía de 67 años, comparecerá el próximo día 10 ante un tribunal que decidirá también sobre su entrega a Argentina.