Los disturbios tuvieron lugar en Kafr Qasem tras la detención de un hombre que era buscado por las autoridades y fue hallado gracias a retén de carretera, señaló un portavoz de la policía, Micky Rosenfeld.
Un grupo de habitantes intentó evitar la detención atacando a los policías y lanzando piedras, afirmó. Los policías consiguieron salir del lugar llevando consigo al sospechoso y a otro individuo implicado en los altercados, agregó.
Los incidentes continuaron y tres coches policiales fueron quemados.
Varios vecinos con el rostro cubierto intentaron después asaltar el puesto de la policía. Temiendo por su vida, un empleado de una empresa privada de seguridad abrió fuego, afirmó Rosenfeld.
La víctima, Mohamed Taha, de 21 años, sucumbió poco después a sus heridas en el hospital.
"Lo mataron a sangre fría, es un homicidio voluntario con premeditación", dijo su padre a la AFP por teléfono.
"Recibió tres disparos en la cabeza. Si representaba un peligro, le podían haber disparado en las piernas, sin matarlo", agregó, asegurando que su hijo participaba en una marcha pacífica.
Adel Budeir, un abogado que afirmó haber sido testigo de la escena, habló de "asesinato".
"Intenté acercarme a la comisaría y pedí a los jóvenes que me dejaran pasar", explicó. "Cuando llegué a pocos metros de la comisaría, un guardia abrió una puerta, disparó y volvió a cerrarla", agregó.
"Mohamed Taha no representaba un peligro en ese momento, era el guardia quien resultaba peligroso", aseguró.
Los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948, representan el 17,5% de una población muy mayoritariamente judía. Tienen la nacionalidad israelí y afirman desde hace mucho sentirse discriminados.
Kafr Qasem es una ciudad de unos 20.000 habitantes en su mayoría árabes situada cerca de la "línea verde" que separa Israel de Cisjordania, territorio palestino ocupado por el ejército israelí desde hace 50 años.
El 29 de octubre de 1956 fue escenario de una matanza, cuando la policía de fronteras israelí mató a 47 civiles árabes israelíes obedeciendo al pie de la letra la orden de hacer respetar un toque de queda.
Un grupo de habitantes intentó evitar la detención atacando a los policías y lanzando piedras, afirmó. Los policías consiguieron salir del lugar llevando consigo al sospechoso y a otro individuo implicado en los altercados, agregó.
Los incidentes continuaron y tres coches policiales fueron quemados.
Varios vecinos con el rostro cubierto intentaron después asaltar el puesto de la policía. Temiendo por su vida, un empleado de una empresa privada de seguridad abrió fuego, afirmó Rosenfeld.
La víctima, Mohamed Taha, de 21 años, sucumbió poco después a sus heridas en el hospital.
"Lo mataron a sangre fría, es un homicidio voluntario con premeditación", dijo su padre a la AFP por teléfono.
"Recibió tres disparos en la cabeza. Si representaba un peligro, le podían haber disparado en las piernas, sin matarlo", agregó, asegurando que su hijo participaba en una marcha pacífica.
Adel Budeir, un abogado que afirmó haber sido testigo de la escena, habló de "asesinato".
"Intenté acercarme a la comisaría y pedí a los jóvenes que me dejaran pasar", explicó. "Cuando llegué a pocos metros de la comisaría, un guardia abrió una puerta, disparó y volvió a cerrarla", agregó.
"Mohamed Taha no representaba un peligro en ese momento, era el guardia quien resultaba peligroso", aseguró.
Los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948, representan el 17,5% de una población muy mayoritariamente judía. Tienen la nacionalidad israelí y afirman desde hace mucho sentirse discriminados.
Kafr Qasem es una ciudad de unos 20.000 habitantes en su mayoría árabes situada cerca de la "línea verde" que separa Israel de Cisjordania, territorio palestino ocupado por el ejército israelí desde hace 50 años.
El 29 de octubre de 1956 fue escenario de una matanza, cuando la policía de fronteras israelí mató a 47 civiles árabes israelíes obedeciendo al pie de la letra la orden de hacer respetar un toque de queda.